Acordes pegadizos. Estribillos que se van convirtiendo, de a poco, en aullidos. Y un pedido, en medio de un baile frenético, que resume mejor que cualquier definición académica a la década de los 90 en la Argentina: "Dale, Pelado, ¡no pares nunca más!". Hace 25 años, para esta misma época, no había celebración en la que no sonara La pachanga, el corte de difusión de un disco debut que haría historia en la música local. Hace 25 años la banda rosarina Vilma Palma e Vampiros se convertía en el alma de la fiesta.
El nacimiento del grupo que haría delirar a Latinoamérica tuvo lugar después de una decepción: Mario El Pájaro Gómez era baterista de una banda llamada Identikit, que hacia fines de los 80 tuvo buena repercusión, llegó a grabar con la compañía EMI y a tocar en varios lugares de relevancia. Pero las diferencias de los integrantes –entre los que estaba también Jorge Risso– hicieron que Identikit se disolviera pronto. Risso y Gómez, entonces, decidieron seguir juntándose a tocar en Rosario, una ciudad que ebullía y con un ambiente rockero muy diverso y de larga data.
"Jorge me dijo: '¿Por qué no cantás vos?'. Me puse a cantar y empezamos a componer con él. Creo que el primer demo que hicimos en el pre Vilma Palma fue del tema 'Cumbia'. Y ahí armamos la banda", le cuenta a Teleshow desde Bogotá El Pájaro, quien desde 1990 y hasta la actualidad es el líder de la agrupación.
El nacimiento del grupo que haría delirar a Latinoamérica tuvo lugar después de una decepción
Entre las particularidades del grupo está, por supuesto, la elección del curioso nombre, Vilma Palma e Vampiros, mote que tuvieron que explicar muchas veces. En una de las primeras entrevistas que dieron, revelaron su origen: en las paredes de una mueblería de Rosario, un grupo de empleados despedidos se vengó de la dueña del local con un graffiti que decía: "Vilma Palma e hijos, vampiros de los obreros. Revolución obrera". Con el tiempo, la inscripción se fue borrando y sólo se podía leer "Vilma Palma e Vampiros", nombre que finalmente, casi como una broma, eligieron para sus primeras presentaciones.
Risso y Gómez comenzaron a armar la formación original, a la que sumaron las coristas, que tanto distinguieron al grupo con su participación en diversos temas. "En septiembre de 1990 nos constituimos como banda y ahí empezamos. Tuvimos un under muy corto y ya empezamos a grabar tres o cuatro temas", recuerda Gómez, quien asegura que mientras seguían juntándose a ensayar tocaban en distintos lugares de Rosario.
Los temas muchas veces salían en pocos minutos, como sucedió con La pachanga. "Gustavo empezó en el teclado con el 'pam, pam' del principio, yo me puse a tararear y ahí dije: '¡Pará!'. Fuimos sacando. Después se vino la parte del rap. Fue en dos minutos", cuenta el músico.
La banda se encontraba muy concentrada pero faltaba el gran sueño de todos: grabar el primer disco. "Para mí era una revancha muy grande porque me había quedado muy dolido con la separación de Identikit, que fue un grupazo y que tenía mucho para dar, pero por fallas humanas no pudo. Aparte acá era ir a cantar, para mí otro desafío", rememora El Pájaro. "Primero fuimos a hablar a EMI, porque teníamos el contacto por 'Identikit'. Le robé la camioneta a mi papá y me fui de Rosario hasta Martínez a llevar el demo de 'La pachanga'".
"Hay una anécdota muy linda: me atiende Roly Hernández, que en ese momento era el presidente de EMI en la Argentina, y cuando le hago escuchar el tema el asistente dice: '¿Quién canta? ¿Cerati?'. Nunca me voy a olvidar de eso. Y el tipo me dice '¡Qué bien suena esto!'".
Pero después de ese primer encuentro, desde la empresa no se volvieron a comunicar con los músicos. En paralelo, los demos de Vilma Palma sonaban en las radios rosarinas, y Gómez, Risso y compañía empezaron a presentarse en bailes con shows que convocaban cada vez a más gente. Uno de ellos, en particular, llamó a la atención de un integrante de la discográfica Barca Records.
Durante una presentación del grupo, el público saltaba de manera frenética mientras sonaba La pachanga, en una suerte de gran pogo. El hombre olió que el fenómeno iba a ser cada vez mayor y los convocó a grabar el disco que se llamaría igual que la banda y saldría a la calle en 1992.
"Así nos encontramos grabando el primer disco, prácticamente no hubo fallas. Se grabó en una semana, fue todo muy ensayado. Había mucha comunicación entre nosotros. Con Jorge y con 'Largo' pasábamos largas noches en boliches de Rosario tomando tragos que todavía varios recuerdan", dice Gómez.
El primer gran suceso de la placa fue, como era de esperarse, La pachanga, un curioso tema que describe los vaivenes de una pareja y una salida nocturna. Con coros, una parte rapeada y ritmos bien bailables, la canción se convirtió en un hit de inmediato. "La letra tiene que ver un poco con el pogo, con la joda que se vivía en aquella época. Joda que nosotros también hacíamos en los boliches a los que íbamos a divertirnos", explica El Pájaro.
El disco debut de la banda rosarina llegó a vender un millón de copias
Consultado sobre el intrigante personaje pelado que nombra el estribillo de la canción, el músico aclara: "Es Edgardo Mancinelli, 'El Pelado', un DJ de Rosario muy conocido que nos empezó a dar difusión desde los comienzos. Un gran amigo. El 'Dale, Pelado' era de alguna manera: 'Dale, Pelado, seguí poniendo música'".
La pachanga sonó durante 1992 por todos lados. Hasta las hinchadas de fútbol hicieron su versión. Mientras tanto, Vilma Palma siguió tocando, llegó a Buenos Aires y su carrera fue imparable. El disco debut de la banda rosarina llegó a vender un millón de copias. Al hit de La pachanga le siguieron Bye Bye y Un camino hasta vos. "El fenómeno que vivimos con 'Bye Bye' también fue increíble. Estuvo primero mucho tiempo en el ranking de la FM Hit de Buenos Aires, no lo podían bajar", sostiene El Pájaro, 25 años después de aquel furor.
Para 1993 llegaría una nueva placa, 3980, y aparecerían más éxitos como Auto rojo y Me vuelvo loco por vos. El grupo ya era un fenómeno que traspasaba las fronteras de la Argentina y con los años llegaron a tocar en toda Latinoamérica, Estados Unidos y algunos países europeos.
Tras 27 años de carrera, más de 10 discos de estudio y todavía de gira por todo el continente, para Gómez las sensaciones al recordar aquellos años son muchas. "Todavía es muy fuerte que la gente nos siga escuchando después de casi tres décadas de estar armados como banda, que se sepan todas las letras. La sensación es de felicidad y bendición", afirma el líder de Vilma Palma, quien además adelanta que a comienzos de 2018 el grupo editará nuevo material: "Se va a llamar 'Boomerang', que es uno de los temas. Lo grabamos en Miami. El primer corte puede llegar a ser un tema que se llama 'Carcamán', ¡y espero que no se rían! Suena muy bien, es muy actual. Es Vilma pero algo remozado. Y vamos a ir despacito, por partes".
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