El primer dato desconocido sobre Andy Kusnetzoff empieza por una obviedad: se desvive por Helena. Pero pocos saben que es él quien se encarga de que la beba -el 5 de agosto cumplió un añito- se duerma cada noche. Es una tarea placentera, sí, pero puede resultar algo extensa… A menudo su hija -fruto de su relación con Florencia Kourny Suárez– se toma su tiempo antes de ingresar al mundo de los sueños. Y a la mañana siguiente el líder de Perros de la calle ocupa su lugar frente al micrófono con apenas dos o tres horas de descanso.
Aún sin declararse un nostálgico, Andy no le presta demasiada importancia a las novedades. Desde hace quince años vive en el mismo departamento, el que ahora comparte con su mujer y su hija. ¿Auto 0 km, la joya más reciente de la industria alemana o norteamericana? Hummmm… No. Cambia su coche cada diez años. Tampoco usa el último celular en lanzarse al mercado, y en contadas ocasiones sus compañeros lo encuentran con ropa nueva, a estrenar.
Siendo un tímido de buena ley (¡sí!, aunque no lo parezca es introvertido), confiesa que "sufre" cuando tiene que celebrar su cumpleaños. Pero en la televisión y la radio sortea con holgura esa dificultad para desenvolverse en lo social.
Es tímido pero demostrativo. Y aunque conserva un look juvenil, adquirió ciertos hábitos de un cuarentón
Como contrapartida, es una persona muy demostrativa, y no sólo con Helena y Kourny, sus grandes amores. Porque Andy viene a romper el absurdo paradigma de muchos hombres al permitirse decirle a sus amigos -cada vez que lo cree necesario- tres simples palabras: "¡Te quiero mucho!". Lo hace sin ruborizarse, sin complejo alguno. Porque el amor se siente, y también se demuestra. Así lo vive.
Podría sostenerse que esta cuestión sentimental esconde en él una arista obsesiva. Aquellos que mejor lo conocen están al tanto de que Kusnetzoff siempre intenta conmover a su interlocutor de turno. Ya sea un personaje famoso o un amigo cercano, en cada conversación procura desnudar sus sentimientos, llegarle al corazón, saber qué siente… Elige transitar el camino de la emoción.
Desde hace rato asumió algunas características de un cuarentón. Sí, claro: cambió de década hace siete años… ¡Pero muchos se niegan a asumir su edad! Él, no. Y por caso, disfruta de ciertos placeres que sólo se adquieren con el tiempo. Primero gustaba del vino. Ahora trasladó esa afición al whisky.
Había preparado un único trago en su primera clase de barman cuando un cliente ocasional pidió un Dry Martini. ‘¿Se lo hacés vos?’, le dijeron. Y Andy tomó la coctelera…
Su cultura etílica va más allá: también es fanático de los cócteles. Muy conocedor del asunto (tomó clases de barman), en 2016 Andy atendía todos los lunes la barra del bar. Y dos años antes ya había combinado esa habilidad con el teatro: en la obra Happyhour hacía distintos monólogos -varios muy personales- poniéndose en el rol de un barman.
Pero, ¿cuál fue el primer trago que preparó en su vida? ¡Un Fernet! No, mentira: eso lo sirve cualquiera… Supervisado por Fede Cuco, Andy hizo un Dry Martini. Segundos después entró un cliente al bar donde el periodista recibía aquellas lecciones. Y el hombre, casualmente, pidió ese mismo trago. "¿Se lo hacés?", lo chicaneó Cuco. Kusnetzoff se lo sirvió. ¡¿Y cómo le salió?! Habría que buscar a ese desconocido para preguntarle…
¿Hablábamos de teatro? Pues bien, algunos podrían sospechar que su experiencia en la actuación (debutó en 2012 con Graduados, en Telefe) se trata de una improvisación, un deseo cumplido, hasta un capricho. Nada de eso. Kusnetzoff estudió teatro con un maestro de actores, justamente: Julio Chaves. Y hasta recibió el incentivo de una artista consagrada que le notó cualidades: "Vos tenés que hacer teatro", le dijo una vez Inés Estévez.
Jorge Schubert: el nombre es común, el apellido no tanto; y combinados, pocos lo asociarán con la televisión. Sin embargo así se llama un actor que a principios de los 90 era muy famoso, al punto que ganó un Martín Fierro por la ficción Zona de riesgo, con Rodolfo Ranni y Gerardo Romano. Y para Andy, Jorge Schubert es muy especial (¿lo recordará?).
Sucede que en el 93 Kusnetzoff iba todos los días a "mirar" el programa que Mario Pergolini conducía en la Rock & Pop. En una emisión, el ex conductor de CQC conversaba al aire -con el resto de su equipo- sobre Schubert. "En lugar de hablar de él, ¿no quieren hablar con él?", propuso Andy. Minutos después, el actor salió al aire. El incipiente productor había lograr dar con él, en otros tiempos: ¡casi no existía el celular!
A las pocas semanas encontró a un jugador brasileño que aseguraba haber tenido sexo con mil mujeres: Renato Gaucho. Tras la entrevista radial con el futbolista, Pergolini llamó aparte a Andy y le dijo: "Bienvenido a la radio". Ahí comenzó todo. Gracias a Schubert. Y al carioca semental.
Andy dio con un jugador brasileño que aseguraba haber tenido sexo con mil mujeres, y Pergolini lo contrató para la radio
Por entonces, quien hoy conduce el programa más visto de los sábados, PH, podemos hablar, tenía poco más de veinte años y vivía con sus padres. Hoy, convive con su mujer y su beba, y está cumpliendo 47.
¡Cuánto ha pasado! Tanto que este es apenas un resumen, casi la reseña de lo que hasta podría ser un libro.
LEA MÁS: