Benjamín Rojas tiene 32 años y hace 20 que trabaja en el mundo del espectáculo. De la mano de Cris Morena, debutó en la pantalla chica en la popular tira Chiquititas. Este fue el puntapié inicial que le permitió construir una importante carrera en teatro, cine y televisión, no solo en la Argentina, sino también en el exterior.
En una entrevista exclusiva con Teleshow, el actor habla de los aspectos positivos y negativos que tiene la fama, durante el rodaje de Eso que nos enamora, la comedia romántica, escrita y dirigida por Federico Mordkowicz, que protagoniza con la madrileña Paula Cancio. Asegura que siente satisfacción cuando logra darle alegría al público con su trabajo. Aunque admite que, en algunos momentos, preferiría ser un desconocido para poder comer tranquilo en un restaurante.
"Lo más importante es no traicionarme y tratar de hacer cosas para hacerme feliz a mí y disfrutar de la vida que es una y pasajera", asegura el partícipe de exitosas ficciones como Rebelde Way, Alma Pirata, Casi Ángeles y Solamente vos. Además, manifiesta que el sentido del humor es el principal aspecto que le atrae de las mujeres. Más allá de que no tiene planes concretos de casamiento por el momento, reconoce sus deseos de formar una familia con Martina, su pareja desde hace seis años.
—¿Cómo es Ariel, tu personaje en la película "Eso que nos enamora"?
—Cuando se inicia la película vemos que Ariel se separa de su novia de muchos años, lo deja. Él tiene que irse de ese departamento que comparten. A la vez, esa misma semana, lo echan del trabajo, así que tiene una semana para el olvido. No logra levantar cabeza. Cae en lo de un amigo, que es Carlos Portaluppi, que tiene un bar, con un cuartito arriba donde vive ahí. Ve todo gris, las cosas no le salen y empieza a tratar de cambiar su vida. Sale con distintas mujeres, no le pasa nada. En una fiesta, se cruza con Noemí, que es Paula Cancio, una fotógrafa que guarda mucha intriga. A él le atrae eso y trata de descubrir sobre su pasado.
—¿Te sentiste identificado con este personaje?
—No con el personaje, pero sí me sentí identificado con la idea de hacer una comedia romántica enfocando más al hombre que a la mujer, porque me parece que el hombre también siente, se enamora, llora por amor, es dejado, persigue sueños. Todo lo que sucede en una comedia romántica me parece que es lindo contarlo también desde el lado de Ariel. Que la gente y los hombres nos sintamos identificados con su historia.
—¿Qué te enamora de una mujer?
—¿A mí qué me enamora? Bueno, si tiene sentido del humor, si es simpática en ese sentido, seguro es lo que más me gusta.
—¿Ahora estás en pareja?
—Sí, estoy de novio hace ya seis años. Se llama Martina, ella trabajó en cine y en televisión. Ahora dejo todo eso y se dedica a la pastelería, cambió totalmente.
—¿Tienen planes de casamiento, de tener hijos?
—No somos mucho de pensar en la cultura del casamiento. Por supuesto que me encanta, pero pensamos más en formar un hogar. Tener un hogar en donde podamos formar una familia, fruto de la buena relación, del amor. Yo creo que el casamiento debería ser una consecuencia de una buena relación y de amor, no del inicio.
(Con mi pareja) No somos mucho de pensar en la cultura del casamiento
—¿Tu pareja es celosa? Porque vos tenés fans acá y en todo el mundo
—No, es una compañera de fierro. Por supuesto que todos tenemos celos, pero no en ese sentido con las fans, para nada. De hecho tiene muy buena relación con las fans, saben que es mi pareja y respetan mucho ese lugar.
—¿Qué cosas te gustan de la fama y qué no?
—De la fama me cuesta encontrar cosas que me gusten, que sienta placer por el hecho de ser conocido. Quizás lo que sí me gusta es la posibilidad de, a veces, darle una alegría a alguien, arrancarle una sonrisa por algo que hiciste. Si esa persona te idolatra y yo estoy ahí y hago algo para que esté bien, es lindo, es gratificante para uno. Lo que no me gusta de la fama es la exposición ilimitada con esto de los teléfonos y las redes sociales. En cualquier lugar te pueden grabar. Entonces por ahí uno no está tranquilo y no hay tanta intimidad fuera de tu casa. Quizás ahí, bueno, hay momentos en los que estoy en un restaurante y me gustaría ser un desconocido.
Lo que no me gusta de la fama es la exposición ilimitada con esto de los teléfonos y las redes sociales
—En la televisión actual, hay pocas ficciones. ¿Qué pensás del levantamiento de la ficción "Fanny, la fan"?
—A mí me parece que toda la vida se levantó un programa por no rendir. Pienso que toda la vida la televisión fue, es y será un negocio. El tema es las formas. Yo hace veinte años que laburo y recuerdo épocas en las que si una telenovela no funcionaba, había un aviso de levantar la telenovela, pero con cierto orden en cuanto a los libros, con cierto tiempo para cerrar todas las historias y generar un final anticipado. Hoy, quizás, estamos en una vorágine donde todo es rápido. Antes había que subir una foto a Facebook, hoy tenés una story que dura un día y ya lo que pasó hace 24 horas es viejo, levantala, chau, no sirve. Todo eso nos está haciendo perder un poco las formas. Creo que tenemos que volver a ese modo respetuoso de levantar una telenovela, porque si no le va bien es lógico, no es negocio.
Yo hace veinte años que laburo y recuerdo épocas en las que si una telenovela no funcionaba, había un aviso de levantar la telenovela, pero con cierto orden
—En teatro estás haciendo la comedia musical "El otro lado de la cama", ¿cómo te llevás con tus compañeros?
—Somos un grupo que nos hicimos amigos y tenemos una relación muy linda. Tenemos una vivencia tremenda de dos años de gira, de viaje a Mar del Plata, Buenos Aires. La obra tuvo 270 mil espectadores, que para nosotros es una locura o para cualquiera en el teatro es una locura vivir eso, es un sueño. Así que estamos muy agradecidos de que nos haya tocado a nosotros.
—¿Cómo viviste lo que pasó en el verano, con la trágica muerte de Santiago, el hermano de Nico Vázquez?
—Fue duro, muy duro, pero bueno desde el apoyo estuvimos todos predispuestos para dar una mano, para que la familia de Nico y Gime (Accardi) estén bien.
—También sos músico, ¿qué lugar ocupa la música en tu vida?
—El lugar que puede, porque ahora entre la película y la obra no pude mostrar mucho el disco. La verdad es que la idea es hacer alguna gira, pero quedará para el año que viene.
—¿Qué otros proyectos laborales tenés?
—Ahora voy a empezar a filmar una película de Niconor Loreti, con Diego Velázquez y Gimena Accardi, se va a rodar en noviembre. Así que estoy muy contento. Tenemos confirmado que seguimos con la obra "El otro lado de la cama" hasta fin de año, pero todavía no sabemos si vamos a estar en el verano, esperemos que sí.
—¿Qué sueños te quedan por cumplir?
—Me considero joven, así que me quedan miles de sueños por cumplir. Pero es más importante no traicionarme y tratar de hacer cosas para hacerme feliz a mí y disfrutar de la vida que es una y pasajera.
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