Un gran escándalo se desató en Hollywood cuando muchas famosas contaron que habían sido abusadas por el productor Harvey Weinstein. Más tarde, se conocieron otras graves acusaciones contra actores como Kevin Spacey y Dustin Hoffman.
En una entrevista con Carlos Ares en el ciclo radial La conversación, Leonor Benedetto defendió al protagonista de House of Cards: "Me parece una locura arruinarle la carrera a Kevin Spacey cuando un pendejo de 14 años estaba en una fiesta de adultos, donde había drogas y alcohol. ¿Y qué hacía allí?". Luego, agregó que el caso de Weinstein es completamente diferente porque "ese señor es un enfermo".
En este contexto, comentó situaciones que le ocurrieron cuando empezó a trabajar en el mundo del espectáculo: "Cuando estás empezando una carrera y sabés que tu carrera depende del jefe, del director, que ese jefe o director te elogiara, a veces con algo subido de tono, era algo que producía casi cierto orgullo".
Cuando empezás tu carrera, que un jefe o un director te elogiara, a veces con algo subido de tono, era algo que producía casi cierto orgullo
Pero aclaró que en esa época, por diversos factores (como la falta de seguridad o la educación), ella no lo percibía como algo malo: "Nosotras no lo veíamos así… Yo no estaba tan segura de que era maravillosa, ni estupenda actriz, ni tan guapa. Hoy cuando veo mis fotos de esos tiempos digo: 'Coño, yo era muy linda, cómo no iban a pasar esas cosas. Hoy sí (me doy cuenta), pero en ese momento, no. Yo sería una cínica espantosa si en este momento saliera a contar cosas que me pasaron, porque no las viví como un abuso".
"Es difícil encontrar a una chiquita que no haya sido tocada", señaló en el programa de La Once Diez. Y reveló un grave episodio que vivió su hija: "Me enteré hace no mucho de que a mi hija, cuando tenía entre 10 y 12 años, un portero la tocaba y nunca me lo dijo. Ella me decía: 'Yo sabía que papá lo mataba' y es probable que sí. No sé cómo se manejan esas cosas… Me lo contó cuando ya era grande, odié la situación cuando lo supe, y la excusa del niño de no hablar es para no generarle problemas al papá".
A mi hija un portero la tocaba y nunca me lo dijo
Además, explicó que en su infancia también le ocurrió un episodio parecido que decidió ocultar para evitar conflictos: "Yo me acuerdo que cuando tenía 12 años e iba al almacén a la hora de la siesta en Paraná, me tocaban la cola. ¿Y cómo se evita eso? Yo también decía: 'Mi papá lo mata'…".
Luego, manifestó que, según su punto de vista, el piropo no es algo tan negativo: "Considerar que un piropo subido de tono es un abuso, yo no estoy muy segura. Eso lo pueden decir las mujeres que de verdad han sido abusadas, entonces es banalizar el abuso real. Me parece que a las mujeres se nos está yendo la mano, como cuando se pusieron en la Plaza de Mayo desnudas para defender el amamantar en público. Yo hace mucho tiempo que pienso que desde que apareció el feminismo en la faz de la tierra, defendiendo una causa muy justa, empezamos las mujeres a irnos de mambo y entonces no tenemos el real punto de equilibrio entre lo que significa defendernos y soportar con un poco de humor algo".
Por último, opinó: "Yo creo que las mujeres tenemos un lugar muy movedizo respecto de lo que nos tratan, lo que nos dicen, de lo que nos hacen y no sabemos muy bien dónde estamos paradas, qué merecemos, cuándo nos están faltando el respeto, cuándo nos están elogiando. El límite es muy difuso. Deberíamos fijarnos cuál es el límite, porque si no me pueden decir un piropo por la calle, estamos en el horno".
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