"Soy una hija babosa", confiesa Maju Lozano (45) a Teleshow al contar la historia de su madre. ¡Cómo para no serlo! A los 77 años, Ana María Lahitte cumple su sueño a pesar de las adversidades que se lo han impedido a lo largo de la vida. Y le dejó una enseñanza a toda su familia.
Ana María nació en Rosario y la danza siempre fue su gran pasión, por eso desde niña estudió danzas clásicas y españolas. Incluso, a los 15 años ganó una beca para bailar en el Teatro Colón. "Imaginate que en el '55 menos que 'bataclana' no le dijeron en su casa. Entonces dejó de bailar", cuenta Maju. Pero el fuego no se apaga con tanta facilidad….
A los 40 años se animó a retomar la práctica de la danza. Aunque no por mucho tiempo: su marido -que falleció hace algunos años- era enfermo psiquiátrico y decidió mantenerse cerca de él para hacerle compañía y ayudarlo en sus necesidades: "Requería de mucho cuidado, atención, tratamientos y medicación. Entre el negocio que tenía en Paraná y acompañar a papá con tantas internaciones…"
Pero la vida siempre sorprende. Ana María lo sabe. Y Maju es testigo de ello. Dos veces por semana, la madre de la conductora viaja desde su casa en Paraná hasta Santa Fe para tomar clases de flamenco: "Es admirable que mi vieja le ponga tantas pilas. Al principio le daba un poco de vergüenza porque sus compañeras son mucho más jóvenes. Pero con mi hermana le dijimos: '¡Dale! ¿Qué te importa?' Al final terminó siendo de las mejores de la clase y lo toma como algo natural, porque su vida es la danza".
Hace unos días se llevó a cabo la muestra de fin de año del curso de flamenco en Santa Fe, y Ana María deslumbró a todos los presentes -entre los que se encontraba, por supuesto, toda su familia- con su destreza sobre el escenario. "No es porque sea mi vieja, pero la ves bailando y no sabés qué edad tiene. Encima es alta, flaca. Lo hace con una naturalidad y una pasión que me resulta admirable", confesó, emocionada, Maju.
Ella tiene un vínculo muy cercano con su madre a pesar de la distancia y se comunican todos los días: "Cuando uno realmente ama hacer algo y tiene una pasión y una vocación, la edad es lo de menos. Tiene que ver con una actitud, y ella tiene mucha actitud ante la vida". Un ejemplo a seguir.
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