Conocé a Antonella, la hija actriz de Miguel Ángel Cherutti: "Me cuesta mucho quererme como soy"

Creció rodeada de humor y teatro. Aprendió a cantar casi al tiempo que pronunciaba sus primeras palabras, y a bailar cuando recién se animaba a dar sus primeros pasos. El destino parecía marcado para Antonella (26). Y a pesar de ser hija de un nombre fuerte en la historia del espectáculo argentino, como lo es Miguel Ángel Cherutti (60), transita el sendero de un camino propio basándose en esfuerzo, mucho trabajo a pulmón y años de preparación. "No busco fama a través de mi papá", asegura. Incluso, cuenta que ha llegado a presentarse a castings bajo el apellido de su madre.

Participante activa en todas las muestras musicales en el colegio, empezó su formación en las escuelas de Hugo Midón y Reina Reech y su pasión por aprender nunca se apagó: comedia musical, danzas contemporáneas, jazz, canto, guitarra y piano. Hasta el día de hoy sigue entrenando su voz. También estudió cine, brindó talleres de teatro y participó en varias obras amateur junto a sus amigos.

Sin prejuicios
Joven, simpática y abierta en esta entrevista con Teleshow, la joven actriz oriunda de Villa Urquiza se enfrenta a un nuevo desafío con el papel de Clara en Gordofobia, un musical obeso (todos los miércoles a las 21 en Maipo Kabaret), dirigida por Nicolás Sorrivas, que busca concientizar sobre los prejuicios en el mundo contemporáneo, a través de canciones de los 90, con una historia que gira en torno a Leo, un joven que es discriminado por ser gay y sufrir de obesidad.

"Hay canciones de aquella época -de Cris Morena en Jugate Conmigo, por ejemplo- que están en la obra y dicen que tenés que ser flaco, ¡cuando las canto no lo puedo creer! También hay temas de Ricky Martin, Ricardo Arjona, Enrique Iglesias y Fito Paéz. Es una obra con mucho humor y con un mensaje claro: 'si no te gusta, no me mires'", cuenta Antonella.

"Me pasa algo muy loco que tiene que ver con mi personalidad y con mi vida como hija de una persona tan expuesta -y uno carga siempre con ese peso-, que me cuesta mucho aceptar mi imagen. No sé si es por lo que está instaurado o que ahora todo eso es más fuerte por las redes sociales. Fijate, si ponés 'fit' en un buscador te aparecen un montón de pelotudeces para bajar de peso".

"Esta obra me hizo pensar de qué sirve ser como otra persona, si yo quiero ser como soy, con mis valores y mis características físicas. Me toca mucho una parte de la obra, cuando el personaje principal se acepta y canta el tema Soy lo que soy. Por dentro, para mí no es fácil cantarlo: me cuesta mucho quererme como soy", confiesa.

En la sangre

Por más sorpresivo que parezca, Miguel Ángel Cherutti no quería que su hija siguiera sus pasos. Claro, hay un motivo detrás de su postura: "Es un camino muy sufrido porque el artista maneja un ego y te codeás con gente que te puede lastimar en medio de tanta competencia, es como ser deportista: todo el tiempo tenés la presión sobre tu cabeza. Tenés que ser el mejor para llegar a la cima y está todo muy relacionado con la fama. Luché mucho para que lo terminara aceptando".

Antonella y su padre tienen un vínculo muy cercano y de mucha confianza. Los años en el mundo del espectáculo le otorgan pergaminos de sobra a Miguel Ángel para felicitar y criticar la perfomance de su hija sobre el escenario. "Es un gran artista, tiene mucho reconocimiento y valoro todo lo que me enseñó".

-¿Cómo es su relación?
-Híper cercana. Típico descendiente de tanos, todos los fines de semana es casi una regla ir a comer a su casa. En la semana también nos vemos, pero el domingo no se puede tocar. Hace unos asados terribles. La gente se piensa que en casa tiene la máscara de Arjona puesta pero es una persona común y corriente y, obviamente, es muy divertido. Tenemos mucha comunicación y hablamos de cualquier cosa. Creo que me habla de política desde que tengo ocho años.

-Venís del under y de trabajar muchos años en obras amateur, un ambiente totalmente distinto al del teatro de revistas, donde ha tenido muchos éxitos tu padre…
-Sí, toda la vida fui a ver teatro de revista. Creo que él fue mutando porque la revista fue mutando también. Lo que se hace hoy es más cercano al musical con mucho de stand up, café concert y demás. Mi papá nunca estudió canto ni nada; salió de Cañuelas, su lugar natal, y se la jugó para ser artista, eso es lo que más le envidio. Vino a los 18 años a probar suerte y la tuvo… Hasta el día de hoy es un gran artista.

-¿Qué es lo que más te gusta del arte de tu padre?
-Cuando canta tango con su propia voz, no cuando imita. Ha hecho grandes imitaciones de personajes de la comedia como Porcel pero la verdad que cuando lo veo arriba del escenario y canta con su voz, es muy bueno lo que hace. Y lo más lindo también es el humor. Hace reír a la gente en épocas que más se lo necesita y está buenísimo. Esa es la tarea que siempre se propuso mi papá y también Nito (Artaza), su dupla de toda la vida.

-¿Te abrió alguna puerta ser "hija de"?
-A veces te juega a favor pero también te puede jugar en contra por los prejuicios natos de la gente y es un peso porque, por darte un ejemplo, tenés que demostrar aún más en un casting o una audición. Por eso a veces uso el apellido de mi mamá: me da mucho pudor que la gente vea que soy la "hija de". Y si fuese algo favorable también me daría bronca porque me pregunto si me tomaron por mis cualidades o por ser "hija de". No busco fama a través de mi papá.

Más allá del escenario
Antonella tiene tres hermanos: Bianca (22), María Luján (18) y Santino (13). A modo de diversión a través de las redes sociales durante el verano pasado en Mar del Plata, las tres mujeres empezaron a cantar temas de moda para bailar y animar la fiesta del 60° cumpleaños de su padre. De ese juego surgió Las Cheruttis, una banda de cumbia pop, aunque quedó en stand by desde que María Luján se casó y se fue a vivir a España.

"Para mí no es una presión que se haya casado. Soy hija de padres separados desde que soy muy chica y al matrimonio no lo veo como algo importante. Algo que me enseñó la vida es la importancia de la familia, con amor y respeto y eso es mucho más que un papel de matrimonio. De todas formas admito a la gente que se casa, lo respeto, pero no es mi deseo", cuenta Antonella, que está en pareja hace ocho años con Franco Miranda, un futbolista que pasó por Patronato, Sportivo Belgrano de Córdoba, Instituto y la liga sueca.

Además de su trabajo como actriz y los shows que protagoniza, tiene una banda de jazz y soul. Además, se desempeña como administrativa en una asesoría. "Es mi parte contable oculta", bromea. Y hace dos años estudia gastronomía: "Es una pasión que compartimos con papá. ¡Le encantan los programas de cocina!"

Con los pies sobre la tierra, tiene un objetivo en mente: "Mi sueño es el día de mañana tener mi propia institución de música".

Agradecimientos: Teatro Maipo y Piedra Luz Accesorios
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