Eran las 21:00 del viernes 19 de octubre de 2007 cuando en un colmado estadio de River Plate empezaba a sonar Some day one day, un tema de Queen -grabado por Soda Stereo- cuya letra rezaba: "Si piensas volver algún día…" Perfecta para la ocasión sin dudas. Segundos después aparecieron los tres Soda y, mientras se escuchaban los primeros acordes de Juegos de seducción, Gustavo Cerati decía: "¡Por fin! Una eternidad esperé este instante. ¿Saben qué acorde es este? ¡Sí! ¡Bienvenidos!"
Así arrancaba el show. El primero de los seis River y el primero también de una larga gira que los iba a llevar -además de Argentina- por Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá, Perú, Estados Unidos y Venezuela. Nueve países, nueve historias, nueve sensaciones y nueve reencuentros con los fans de cada nación…
Volviendo a ese importante 19 de octubre y, tras el magnífico recital que dieron, los Soda se retiraban más que satisfechos. Por esos días, Cerati decía en una entrevista: "El primer día fue muy feliz. Fue el primer encuentro. No imaginé que iba a disfrutar tanto en el primer show".
En 2013, en diálogo con este periodista, Charly Alberti recodaba esas jornadas: "La gira originalmente estaba pensada para que fuesen solamente 12 shows. Eso tenía que ver con que no sabíamos cómo nos llevaríamos entre nosotros. Una vez que empezamos los ensayos y vimos el excelente clima que había entre los tres, hablamos con nuestro mánager y le dijimos que podíamos agregar más shows".
Respecto a ese primer recital en River, el baterista agregó: "Fue una gran emoción de comienzo a fin. No podía creer que la gente lloraba por emoción, situación que luego vi que se repetía en todos los shows. Fue mágico e increíble volver a estar en ese estadio tocando de nuevo esos temas".
El armado de la lista fue una tarea complicada. Charly subrayó: "Había muchísimo que queríamos tocar y obviamente había que hacer una selección". Y contó una anécdota que no tiene desperdicio.
"Queríamos saber qué temas habíamos tocado en el último concierto y nadie se acordaba. No nos acordábamos la lista. Entonces yo fui a casa, que queda a unas pocas cuadras del estudio de Gus, donde ensayábamos, y busqué el parche que utilicé en el último concierto de 1997. Históricamente yo anoto las listas de temas en los parches del tambor. Una vez que saco el parche para cambiarlo, le pongo la fecha y lo firmo. De esa forma, a los pocos minutos volví con la lista completa de los temas que habíamos tocado y en que orden".
El concierto, como decíamos más arriba, comenzó con Juegos de seducción y la gente desató su fervor. Luego llegó el turno de un tema del primer disco, Tele-ka, donde Gustavo dijo: "Quiero decir que la música es el arte de combinar sonidos y mover objetos a la distancia, como la gente". Después llegaron Imágenes retro y Texturas, antes de darle paso a dos grandes éxitos: Hombre al agua y En la ciudad de la furia.
A esa altura, los músicos se veían cada vez más sueltos, pese a los lógicos nervios del debut -que no se notaron- e hicieron Picnic en el 4° B, Zoom -enganchado con Cuando pase el temblor– y Final caja negra para seguir bien arriba.
Después llegó el momento de bajar un poco las revoluciones con dos temas más lentos, que fueron interpretados de manera sobria: Corazón delator y Signos. Luego se fueron arriba de nuevo con Sobredosis de TV, Danza rota y Persiana americana; para más tarde bajar otra vez con Fue, En remolinos, Primavera 0 y No existes.
En el primer concierto incluyeron En camino, canción que no fue interpretada en todos los recitales porque no formaba parte de la lista estable. "Es uno de los temas que más me gusta de Soda y que tocamos bastante poco", decía Gustavo en el escenario.
El momento más rockero de la noche llegó con Sueles dejarme solo, En el séptimo día, Un millón de años luz y De música ligera. Después vino el tiempo de los bises con Disco eterno, Cae el sol, Prófugos, Nada personal y Te hacen falta vitaminas.
A esa lista básica, en algún momento de la gira se le sumaron El rito, Trátame suavemente, Si no fuera por, el mencionado En camino, Zona de promesas, Lo que sangra (La cúpula) y Terapia de amor intensiva.
Según se supo gracias al testimonio de testigos que estuvieron en los camarines tras el show, Cerati confesó que en la previa se encontraba bastante tenso: "Estaba nervioso hasta el momento de subir al escenario, pero ahí se me pasó. En ese instante me olvidé de todo".
Por su parte, Zeta Bosio contó años más tarde, en su libro autobiográfico Yo conozco ese lugar, sus sensaciones al volver a tocar con la banda: "Yo siempre había extrañado a Soda. Volver a compartir un escenario con Gustavo y Charly, y que ellos quisieran también tocar conmigo, era algo que había deseado muchísimo y que podría haber hecho incluso gratis. Si la relación entre nosotros no funcionaba, no había suma de dinero que me importara".
La gira Me verás volver duró solamente dos meses pero fueron dos meses intensos. Comenzó en Buenos Aires, donde la banda tocó el 19, 20 y 21 de octubre de 2007 en el estadio de River Plate. Luego llegó a Santiago de Chile (24 de octubre), pasó por Guayaquil (27 de octubre) y regresó a Santiago (31 de octubre).
Ya en noviembre, el 2 y 3 volvió a Buenos Aires, el 9 pasó por Monterrey, el 12 por Guadalajara, y el 15 y 16 por Ciudad de México. El 21 de noviembre alcanzó Los Ángeles, el 24 Bogotá, el 27 Panamá y el 29 Caracas. El 4 y 5 de diciembre el trío se presentó en Miami, el 8 y 9 en Lima, el 15 en Córdoba y el 21 cerró en Buenos Aires.
Los músicos que acompañaron a los tres Soda a lo largo de toda la gira fueron Tweety González, en teclados, efectos y sintetizadores; Leandro Fresco, en teclados y percusión; y Leo García, en guitarra y coros.
Luego de ese maratónico final de 2007, el grupo recibió propuestas para tocar en Estados Unidos y España, entre ellas en el Festival de Coachella y en el Madison Square Garden. Sin embargo, se decidió poner punto final a la llamada "Burbuja en el tiempo", una inolvidable cita con la banda de rock más grande del continente.
LEA MÁS: