Marcela Baños: "Parece que sólo los más humildes escucharan cumbia, y no es así"

Después de desearlo y pelearlo mucho, ganaron por primera vez el Martín Fierro con Pasión de Sábado: "El año pasado nos fuimos, no enojados pero sentíamos que era nuestro año. Por eso este año, cuando ganamos, fue el premio más aplaudido". La posibilidad de finalmente ganar el premio se la atribuye al cambio de presidencia de APTRA y la incorporación de gente nueva a la entidad.

Oriunda de Palermo y egresada de un colegio de monjas, la llegada a la música tropical fue gracias a un casting de Canal 9, cuando era Azul Televisión: "Me llamó una amiga, me dijo que estaban buscando locutoras para un programa tropical". Me había recibido en diciembre en el ISER y el 4 de julio de 1999 arranqué a trabajar.

—¿Te gustó?

—Cuando te recibís, ves la posibilidad de entrar a los medios y decís: "Vamos a hacer cualquier tipo de programa", es la entrada, es la puerta, y más como conductora. El tema tropical, ¿qué te puedo decir después de tantos años? Miro para atrás y digo "cuántas cosas que pasaron". La mirada del otro era muy fuerte y siempre muy discriminadora. La pregunta en el barrio era: "¿Qué hacés en ese programa?". Yo pensaba: "¿Usted me va a pagar las expensas? ¿Usted me va a pagar el agua, los gastos? ¿Usted me va a pagar la vida? Porque es mi trabajo".

—¿Hoy ya está o todavía sigue esa mirada?

—No, hoy ya está. Cambió mucho con respecto a mí a partir de haber estado en Intrusos; esa fue también otra puerta que se abrió muy importante.

—¿Ese prejuicio del otro te importó en algún momento?

—Sí, te afecta un poco. Todo te cuesta el doble, no te llaman para otras cosas. Por estar en ese programa me han bajado de otros programas donde había sido la conductora porque no querían que estuviese vinculado. Siempre nos costó mucho, al programa le costó mucho instalarse pese a los años que ya tenía en la televisión. Que nos tomen no como algo raro que baja de otro planeta los sábados y hace música que bailan algunos fue difícil. El que ayudó muchísimo fue Rodrigo. Hay exponentes que han marcado una diferencia, Rodrigo, Karina, Leo Mattioli.

—La reivindicación con los años de Gilda.

—Por supuesto. Gilda fue post mortem. Todo el reconocimiento vino después y nos encontramos canciones hermosas, y que las ha hecho el rock nacional también.

—¿En qué momento te empezó a gustar a vos?

—A mí siempre me gustó la música, porque mi padre trabajó toda la vida en compañías discográficas. La música tropical me empezó a gustar a partir de que la empecé a conocer, me empecé a divertir y la empecé a sentir más propia. Hay gente que siempre me quiere tirar por ese lado cuando me quieren atacar, hay golpes que siempre son los mismos golpes bajos. No me tocan en lo más mínimo, porque no los considero de verdad.

—Nunca te sentiste sapo de otro pozo en lo personal.

—No, para nada. No escuchaba esta música en profundidad como la escucha muchísima gente, pero conocía, sí, obviamente a Pocho, a Sebastián, a Lía, a Ricky, lo que bailábamos todos. Obviamente, los años te dan la experiencia, la confianza y el conocer al otro.

—Es bueno romper el mito, uno puede ser culto y escuchar cumbia.

—Por supuesto, no tiene nada que ver. ¿Sabés qué pasó este año también? La incorporación de Franco Torchia trajo todo un mundo cultural.

La llegada a la movida tropical fue en el casting que menciona hace 18 años, sólo se alejó dos temporadas, cuando comenzó su participación en Intrusos, donde permaneció cuatro años (durante dos años hizo ambas cosas en simultáneo): "Me quería demostrar que podía hacer otra cosa. Estaba esa voz de: 'Tenés que salir de ahí'. Un día dije: '¿A quién le tengo que dar explicaciones, si yo la paso bomba?'".

—¿En Intrusos la pasaste bien?

—Sí, la pasé bien.

—¿Por qué te fuiste? Es un lugar tan buscado por un montón de gente que sorprendió tu alejamiento.

—Sí. La situación me sobrepasó. Fue muy fuerte lo que sucedió en ese momento en el piso con las palabras de Luis (Ventura). No tengo nada personal con él, si hubiera sido otra persona, hubiera reaccionado igual. La tele tiene esa cosa de: "acá no pasó nada" y me costaba porque estábamos hablando de algo muy profundo y grave. Tampoco me fui mal, me fui en una situación rara y en un momento muy difícil del programa, pero…

—Era un año muy convulsionado. Venían de todo lo que le había pasado a (Jorge) Rial, después lo de (Luis) Ventura.

—Lo de Jorge fue distinto, porque fue más de su vida privada, fue diferente. Hay ciertas palabras o expresiones…

—Estamos hablando de sus palabras sobre aborto.

—Exactamente. Eso no tiene debate o no sé si no tiene debate, porque en la televisión a veces está bueno también hablar de ciertos temas que me parece que da como miedo hablar, porque quedamos todos comprometidos y no sé si estamos preparados. Me hubiera gustado que se debata, que se hable.

—¿Qué trabajo no te voy a ver haciendo nunca en el medio?

—Yo me animo a hacer cualquier cosa.

—¿Desnudos hiciste?

—Desnudos, no. Ya no creo, ya pasó.

—Te vimos en tus vacaciones muy diosa.

—Sí, en las vacaciones me gusta subir una que otra foto, porque comparto la situación de estar ahí en malla y eso, pero desnudos no creo que haga ya.

—La música tropical creció muchísimo en la Argentina, ¿tiene un rol social?

—Es un movimiento sociocultural que recién ahora se está descubriendo o tomando con la misma importancia que el resto de los géneros musicales, me parece a mí.

—¿Y por qué creés que no se le dio la misma importancia que a otros géneros?

—Porque siempre fue vinculada a la clase social baja, como que sólo los más humildes escuchan cumbia.

—¿En cuanto a la producción y a la calidad discográfica, es la misma?

—Sí, por supuesto.

—¿Es el año de la cumbia en Showmatch?

—Sí. Es el año de la cumbia en la televisión, me parece. El programa de Leo Montero invita muy seguido a artistas tropicales. Tenés Morfi, que ha invitado muchas veces música tropical. El año pasado con Susana fue el gran descubrimiento de El Pepo. Ahí arrancó todo.

—Evidentemente, lleva años romper los prejuicios tan instalados.

—Sí, te lo puedo decir con mi experiencia, 15 años fácil, es un montón. He estado conduciendo un programa y me dicen: "No, mirá, no, porque no queremos…". También he tenido la suerte de cruzarme con gente que se animó y que no tuvo ese prejuicio. Intrusos, por supuesto y yo hacía Novias argentinas, en Metro.

—Pensé que era del programa de novias del que te despidieron.

—No, fue un programa de turismo. El de novias, al contrario, se animó.

—Te cambio de tema, ¿qué pasa con Gladys?

—No sé, entró con los tapones de punta, entró creyéndose la única y ahí aparecí yo diciéndole: "No, no sos la única". Pero no por mí, aparte por lo que pasó con Gilda. Me parece muy bajo, una persona que no se puede defender. No quiero entrar en la chicaneada de que Gladys tiene un tema o no, porque la gente quizás conoce "La pollera amarilla", pero tiene un repertorio. Quizás si yo te digo "dame tres temas de Gilda", vos los decís y yo te digo "tres temas de Gladys", no me los decís.

—¿Te molestó a vos?

—No, para nada, pero si me buscás, me encontrás.

—Si un artista se pelea con vos, ¿puede ir igual al programa?

—Sí, por supuesto. Igual yo no me peleo con los artistas. No me gusta el ninguneo. No me peleé con ella, le puse a un stop a algo que daba como cierto y me parecía a mí que no era, y nada más.

—Estás de novia hace diez años.

—Sí.

—¿Cuánto te enoja que te digan: "Diez años. ¿Se van a casar? ¿Van a tener hijos?"?

—Ya no, porque puse a todos en órbita. Viene pasando desde que hago el programa de novias. Siete años lo hice, le hablé a todo el mundo.

—Tenés el vestido porque alguno te lo hace seguro, tenés los cantantes para el show. Ya está.

—Si vamos por fiesta, no tengo drama, invito a quinientas personas. Es una frase medio trillada, pero estoy bien, no necesito el casamiento. Vivimos juntos hace muchos años. Algún día me voy a casar, pero no es algo que me corre.

—Si hablamos en cinco años y salió todo genial, ¿cómo te voy a encontrar?

—Me vas a encontrar muy contenta, porque se van a concretar ciertos proyectos que estoy armando, puede ser que me encuentres con un hijo y puede ser que me encuentres más vieja (risas).

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Agradecimiento: Paula Balmayor, producción de vestuario; Janette Sedi, maquillaje