Julieta Prandi: "Sufrí el prejuicio de muchas mujeres que al conocerme decían: 'Ah, ¿pero además piensa?'"

En una charla a fondo con Teleshow la conductora de "APP" revela que usó seudónimo a la hora de escribir poesías y cuentos "por temor al prejuicio". Además, habla de su etapa de modelo, el paso del tiempo, su prioridad como mamá y los secretos "sexies" para tener un matrimonio exitoso

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Hoy vuelve a la conducción con APP en la pantalla en la que comenzó hace 16 años: "Casi todos mis proyectos televisivos pasaron por ahí, es un lugar donde tengo recuerdos, historias, mucho cariño".

La nueva apuesta de Telefe estrena hoy a las 19.30 horas con la presencia de Miguel Ángel Rodríguez, con quien buscarán acercar pasado y presente apelando al archivo, la actualidad y las redes sociales: "Vamos a acercar algo que se vio hace 15 o 30 años en televisión, pero con la respuesta inmediata de las redes sociales. Qué hubiese pasado si el día que llegó el hombre a la Luna, qué hubiesen tuiteado aquellos famosos o qué hubiese dicho la gente, los memes que hubiesen salido", explica feliz con la nueva propuesta.

Julieta Prandi y Mariano Peluffo
Julieta Prandi y Mariano Peluffo debutan hoy a las 19.30 h en Telefe con APP

Julieta Prandi (36) y Mariano Peluffo (46) se conocieron en la conducción de un evento el año pasado: "Pegamos una onda increíble y grabamos el piloto, parecía que nos conocíamos de antes. Me muero de risa, tenemos un humor similar", dice sobre su compañero y productor del programa.

—Si pensamos en tu propio pasado, ¿hay algo que hoy decís "esto no lo volvería a hacer"?

—Sí, y lo voy a tener que ver en APP (risas). Nosotros tenemos una carrera televisiva, fuimos invitados a muchísimos programas, capaz me vas a ver haciendo un papelón en la tele o a Mariano rompiendo un decorado. Cosas que vos decís: "¿Cómo esto salió al aire?".

“El paso del tiempo es
“El paso del tiempo es inevitable, a mí me gusta acompañarlo de una manera natural”

—¿Qué imagen te devuelve el espejo?

—La imagen de una mujer que sabía lo que quería y que está aprendiendo a lograrlo.

—¿Qué te falta aprender?

—Un montón. Hoy por hoy descubrí que la conducción es lo que me gusta, hace unos años que apunto a eso, pero me falta un camino larguísimo y cada proyecto suma un poquito más.

—¿Qué priorizás a la hora de elegir un proyecto?

—Primero, que me guste el concepto del programa. Que me guste el canal donde voy a trabajar. Y que se amolde a mis tiempos de maternidad y familia. Parece ser que soy la chica del sábado, porque vengo haciendo hace diez años programas de sábado que me vienen fantástico para hacer el resto de las cosas.

—¿Sos una mamá que se ocupa mucho?

—Sí. Me encanta estar presente. Que todos los días ellos se bañan conmigo, cenan conmigo, les cocino. Ir a los cumpleaños o a los eventos, hacer los deberes con Mateo, que ya está en primer grado. No me quiero perder nada, quiero estar.

Julieta Prandi junto a Rocco
Julieta Prandi junto a Rocco y Mateo

—¿Te permitís ciertas contradicciones respecto de la maternidad? ¿Hay algún momento en el que digas: "Alguien que me saque de acá"?

—Sí, son mis hijos. Claramente, sí. Lo que pasa es que es inmanejable, yo tengo una paciencia infinita, pero en algún momento siempre la colman, sobre todo el más grande, que es un terremoto. A veces me vas a escuchar en un shopping a los gritos con Mateo porque salió corriendo y está sacándole las etiquetas a la ropa.

—¿Qué no te voy a ver haciendo nunca?

—Un desnudo y dedicarme al canto.

—¿Nunca hiciste desnudos?

—No, nunca. Fotos sexies, sí, pero lencería. De hecho, cuando empecé a trabajar, también me ofrecieron hacer teatro de revista y no lo hice. Millones de veces en los comienzos.

—Veremos si resistís el archivo y, cuando charlemos en tres años, no estás sacando el disco.

—"Sacó el disco, acá lo tengo, mami" (risas). Algún día espero decir que saco un libro pero no un disco.

Como toda mujer, me levanto y hay días en que te detestás

—¿En cuanto a lo físico cómo te sentís? ¿Hay algo que no te guste de vos?

—Soy exigente, pero también me perdono y me permito cosas. El paso del tiempo es inevitable, a mí me gusta acompañarlo de una manera natural, no me quiero cambiar en la cara, no me quiero convertir en otra persona, quiero ser yo bien mantenida, como esas mujeres que tienen 50 pero están espléndidas. Por supuesto, como toda mujer, me levanto y hay días en que te detestás. Te ves al espejo y decís: "Yo con estas ojeras no voy a salir a la calle".

LA FAMILIA

Con Claudio Contardi (49) se conocieron en el año 2000 y tras cuatro años juntos, vino una separación. En el 2008, se volvieron a encontrar y no se separaron nunca más. Hoy son papás de Mateo (6) y Rocco (2).

—¿Cómo se hace?

—Escuchando mucho, estando, buscando los momentos. Teniendo paciencia. Acompañándose.

Enamorada de Claudio Contardi, se
Enamorada de Claudio Contardi, se casaron en el año 2011.

—¿Qué te enoja?

—Que se olviden de detalles que ya con quinientos años de pareja no te los podés olvidar. Lo más imperdonable del mundo es olvidarte los cumpleaños.

—¿Se festeja fuerte?

—Se festeja, desde chiquita es el día que espero todo el año. Le doy mucha importancia a los cumpleaños de todas las personas. Cuando yo voy al cumpleaños de alguien, pienso en esa persona, le elijo el regalo. Es un día que le doy bola.

—¿Qué harías si viene hoy y te dice: "Tengo ganas de que tengamos una pareja abierta"?

—No, él no lo haría y no estaríamos de acuerdo ninguno de los dos. No va con nosotros.

—Alguna vez dijiste: "Me encanta sorprender a mi marido con un lindo conjunto de encaje".

—Sí, es verdad. La lencería no es un accesorio solamente, es una prenda más que una mujer elige, invierte un dinero porque quiere seducir o porque quiera ella sentirse femenina, linda y cómoda. La ropa interior nos seduce igual que nos seducen los zapatos. A mí me fascina, y creo que hay ropa interior para determinadas fechas y momentos determinados de la vida y de la pareja. Hay momentos, aniversarios, celebraciones o simplemente una noche especial en donde una quiere ponerse la ropa interior de encaje, el portaligas, hay un momento en donde una quiere sentirse un poquito más sexy que lo que se ve habitualmente.

—Hay momentos especiales en los que ponés un condimento.

—En los que le pongo mucha más onda. Sí, obvio.

—¿Eso pasa seguido o es contadas veces al año?

—No, no, no es contadas veces al año, es según cómo amanecí yo (risas). Pero tengo momentos, y claramente se saben leer. Es como un mensaje subliminal.

Cien por ciento mamá: “No
Cien por ciento mamá: “No me quiero perder nada, quiero estar. Me encanta que todos los días cenen y se bañen conmigo”

—Tu marido, ¿como papá cómo es?

—Súper baboso, súper presente. Por supuesto trabaja un montón, pero coincidimos en esto: si yo me voy a ausentar un día o muchas horas o todo el fin de semana, está él. No es que yo estoy trabajando, él está trabajando, y se quedan con quien sea.

—¿Ya están con dos hijos o quieren más?

—Ya estamos con dos. Con Mateo sabía que el segundo venía seguro, porque siempre quise darle un hermanito. Pero la verdad es que con dos ya la vida es completamente distinta. Si hubiese un tercero, me tengo que imaginar casi sin trabajar y me vuelvo loca.

—¿Pero no lo firmamos tampoco?

—Si viene, bienvenido, pero no lo voy a buscar, en este momento, no.

—¿Te sorprendió el embarazo de Luciana Salazar?

—Un embarazo siempre es una buena noticia, me pongo feliz por cualquier mujer que de cualquier medio y de cualquier forma opta por ser mamá. Me parece una bendición para ella.

LOS PREJUICIOS

—¿Te costó más el recorrido por ser mujer?

—Yo creo que a todas nos cuesta un poquito más, siempre. Está el prejuicio, incluso de otras mujeres. "Ah, pero encima piensa", lo escuché tantas veces. Es el prejuicio común, tonto y banal de todo el mundo.

Uno de sus sueños es
Uno de sus sueños es publicar un libro. Desde chica escribe poesía y cuentos.

—¿Y en algún momento te afectó?

—Por ahí en mi carrera como modelo… Desde chica escribo, por ejemplo, y me ha pasado esto del pudor de publicar o de que conozcas mis textos por el prejuicio del otro. No tengo ganas de estar escuchando todo el tiempo que opinen, incluso sin haber leído nada.

—¿Escribís poesía?

—Poesía y cuentos. He publicado algunas cosas en Lo mejor de mi vida, en Plebeya o en el Outsider y se han leído algunos textos míos con seudónimo. Fue uno de los aplausos que más disfruté en mi vida cuando vitorearon ese cuento y no sabían que era mío.

—¿Pero no necesitabas salir a decir: "Es mío"?

—Después lo supieron. Me propusieron en Outsider que se lea uno de mis cuentos, estaba mi profesora, con la que tomé clases ocho años, y lo leyó otra persona por mí. Cuando termina el ciclo, llaman a todos los que son los autores de esos textos y me llaman a mí. Se quedan sorprendidos porque se enteran que ese texto era mío y ya no podés devolver el aplauso. Lo disfruté.

—¿Creés que hubiera sido distinto si sabían que era tuyo?

—Sí, porque la gente ya lo hubiese escuchado desde otro lugar.

—¿Hay una mirada prejuiciosa del mundo intelectual?

—Sí, no los quiero ni estigmatizar ni catalogar como prejuiciosos, pero la sociedad es un poco así.

—Si hablamos en cinco años y salió todo genial, ¿cómo te voy a encontrar?

—Muy feliz, con algún proyecto en tele, espero que en Telefe, con mis hijos más grandes y quizás con el libro publicado. Lo tengo que prometer a ver si con esa presión lo hago.

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Agradecimiento: Paula Balmayor, producción de vestuario. Soíia Diez, maquillaje y peinado.

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