Cuáles fueron los personajes de televisión que inspiraron a los argentinos para ponerle los nombres a sus hijos

Elegir cómo llamar a un recién nacido no es nada fácil. Algunos padres se inspiran en historias familiares, en gustos o modas y otros en las ficciones que los marcaron

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Elegir el nombre para un recién nacido no debe ser tarea fácil. Algunos padres se inspiran en familiares, otros se basan simplemente en el gusto o la moda y otros, en los protagonistas de las novelas que los emocionaron.

Aquellos personajes que marcaron la televisión argentina dejaron una huella tan grande en el público, que "bautizaron" a los bebés que llegaron al  mundo en sus épocas de auge, según se puede observar a través de la aplicación que lanzó el Gobierno de la Nación, Tu nombre en los últimos cien años.

Heroínas y galanes quedaron para siempre en miles de personas que llevan sus nombres:

Cosecharás tu siembra (1991/1992) es un clásico. En la novela del Nueve, la protagonista (Luisa Kuliok) se llamaba Giuliana, dándole notoriedad a un nombre casi inutilizado hasta el momento.

En 1992 Andrea del Boca fue protagonista de Antonella, aumentando notablemente la popularidad de dicho nombre, muy poco utilizado hasta entonces. El pico fue en 1993, cuando el 1,18 por ciento de las nenas nacidas se llamaron como la heroína de la novela.

Catriel (Osvaldo Laport), protagonista de Más allá del horizonte (1994), le dio en ese año, nombre a 105 bebés.  Cuadruplicando el número del año anterior.

Camila, el personaje de Araceli González en la novela Nano (1994), le dio ese año nombre a más de cuatro mil chicas (poco más del tres por ciento de las recién nacidas). La popularidad del nombre comenzó por esos años  y se mantiene hasta hoy.

Belén alcanzó su máxima popularidad entre las recién nacidas en 1997 (411 niñas fueron bautizadas así). ¿A qué se debió el alza en el nombre? Belén Fraga se llamaba el personaje de Romina Yan en Chiquititas. Parece que este año las hermanas mayores ayudaron a sus papás a elegir el nombre de sus hermanitas.

En 1996 Gustavo Bernúdez protagonizó Alen, luz de luna y a pesar de lo atípico del nombre, inspiró a varias madres que ese año le pusieron Alen a sus hijos. Aunque sólo 40 bebés se llamaron así entre ese año y el siguiente, fue el pico máximo para dicho nombre.

Desde 1996 en adelante, cada vez más bebas fueron bautizadas con el nombre de Milagros. Probablemente se debió al amor del los chicos por el personaje de Agustina Cherri en Chiquititas. Aquí los hermanos mayores también deben haber colaborado. El nombre alcanzó su pico máximo de popularidad en 1999, coincidentemente con la explosión de Natalia Oreiro en Muñeca Brava (1998/1999), con el papel de Mili, la Cholito.

Aunque Valentín es un clásico, alcanzó gran popularidad en el 2001 gracias al personaje de Mariano Martínez en Campeones de la vida (1999/2001). Ese año, casi el dos por ciento de los bebés se llamó así.

Con su papel de Yago, en Yago, pasión morena (2001/2002), Facundo Arana enamoró a miles de mujeres, entre ellas a las mamás de 62 bebés que en el 2001 fueron bautizados como su personaje. Un número nada malo si se tiene en cuenta que desde 1922 hasta la actualidad, sólo 591 hombres se llamaron así.

Una vez más un papel de Osvaldo Laport marcó tendencia. Esta vez fue por su rol en Franco Buenaventura, el profe (2002). Dicho año, casi el dos por ciento de los nenes se llamaron como el personaje del galán. Fue el pico máximo de popularidad.

Mora era el nombre de Julieta Díaz en Soy Gitano (2003/2004). Entre esos años y el siguiente, el 0,5 por ciento de las bebas nacidas se llamó como la heroína de Pol-ka. De ahí en más, la popularidad del nombre no paró de crecer.

La novela de Pol-Ka, Valientes (2009/2010), marcó varias tendencias en lo que a nombres respecta. En el 2010 se incrementó notablemente el número de bebas de nombre Isabel, como el personaje de Marcela Kloosterboer, que casi no se usaba desde los años '40.

Algo similar ocurrió con Segundo (Mariano Martínez en la novela), que no se usaba desde la época de nuestros abuelos y resurgió en el 2010.

Alma, así se llamaba Julieta Díaz en la tira, comenzó a crecer desde el 2009 y alcanzó el pico de popularidad en el 2011, cuando casi el dos por ciento de las recién nacidas fue bautizada de esa forma.

Entre el 2010 y el 2011 Juana Viale protagonizó Malparida y le puso piel a Renata. El personaje era un tanto atípico ya que la nieta de la Chiqui hacía de heroína y mala a la vez. Ese año, casi 700 bebas se llamaron así. Fue el período en que más nacimientos se registraron con ese nombre.

Violetta (2012/2015), la novela que hizo saltar a la fama a Martina Stoessel también le identidad a muchas bebas. Luego de que el nombre casi no se utilizara, alcanzó su pico máximo de popularidad en el 2013.

En el 2015 ocurrió lo mismo, pero con una novela extranjera: Las mil y una noches. Por primera vez desde 1987, comenzaron a registrarse varones como Onur. Además, se anotaron casi cuarenta mujeres con los nombres de Sherezade y Sherazade.

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