¡Lomazo, paraíso y amor! Julieta Ortega blanqueó su romance con un empresario de 58 años

La hija de Palito Ortega viajó a Bora Bora para disfrutar de unas románticas vacaciones con Ernesto Eskenazi, cuñado de la periodista Analía Franchín

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Semanas atrás, durante una visita al programa Los ángeles de la mañana (¡a recordar este dato!), Julieta Ortega (44) contó que se había puesto de novia tras modificar sus criterios de búsqueda. "Él no es del medio y estoy muy contenta. Ya había tenido muchos novios de zapatillas. Ahora quería uno con zapatos y de traje, y que se fuera a trabajar a la mañana", dijo.

La referencia a Iván Noble (49), el músico de innegociables All Stars, era obvia: el (de nuevo) líder de los Caballeros de la Quema fue su marido durante ocho años, y es todavía su amigo. Pero para la actriz, era momento de cambiar.

Pero aquella mañana televisiva no dio más detalles. Y hubo que esperar hasta estas horas para que la hermana de Sebastián Ortega blanqueara su romance con un posteo en Instagram:

Julieta acompañó la imagen con el emoji de dos corazones superpuestos, porque no hace falta aclarar más… ¡No, perdón! Sí que hace falta, porque al no arrobar a su novio evito revelar su identidad. ¿Quién es el dueño del presente sentimental de la actriz? Esteban Eskenazi, un empresario de 58 años.

Con él se tomó una selfie en Bora Bora, donde por estos días los dos disfrutan de un viaje a puro amor.
Y Eskenazi también le sacó a ella fotos muy sensuales…

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Ahora bien, hablábamos de que Julieta acercó aquella confesión en el programa de Ángel De Brito, donde Analía Franchín se desempeña como panelista. Y la periodista sí sabía quién era el novio de la actriz, porque se trata de su cuñado: Esteban es hermano del también empresario Sebastián Eskenazi, con quien Franchín está en pareja desde hace una década.

Concuñadas: Ortega y Franchín
Concuñadas: Ortega y Franchín

Pero esa mañana, Analía optó por la prudencia. Debía ser Julieta quien decidiera cuándo y cómo revelar su identidad. Y fue con esa selfie en la Polinesia acompañada por dos corazones superpuestos.

Ahora sí, ya no hace falta contar más.

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