Destacarse al lado de una figura consagrada como Celeste Cid, lucirse en el papel junto a una compañera que actúa desde pequeña como Violeta Urtizberea, y hasta provocar suspiros aún cuando está en la misma ficción de la hermosísima Marcela Kloosterboer, no es sencillo.
Pero en apenas tres semanas -las que lleva al aire Las Estrellas– Justina Bustos lo consiguió.
Nacida el 7 de marzo de 1989 en Córdoba Capiiiiiital (como cantaba el inolvidable Potro Rodrigo), Justina se crió en la tranquilidad pueblerina de Unquillo. Por eso se describe como "una chica de campo" que a los 17 años se mudó a Buenos Aires para estudiar Historia del arte. Y que tres años después llegó al otro extremo: del silencio de su pueblo… ¡al ruido de Nueva York!
Hizo la apuesta de establecerse en La Gran Manzana acompañada por una amiga, buscando concretar sus sueños de ser actriz. Jamás pudo recorrer la ciudad como turista: había que trabajar, rebuscárselas como fuera. Por caso, fue recepcionista en un restaurante. Varios años después, cuando ya estaba de regreso en Argentina, viajó a los Estados Unidos para redescubrir New York: paseó por el Central Park, se sacó las fotos clásicas de quienes van de visita, se reunió con viejos amigos…
Pero en el medio pasaron muchas cosas (los resúmenes siempre son injustos): un protagónico en el cine con la película Vóley, el salto a la consideración general por su papel en Historia de un Clan (era la novia del Alejandro Puccio que interpretó El Chino Darín), las ofertas para ser modelo, y más películas, como una rodada en España para hacer el mismo papel de Cecilia Roth, pero a los 20 años.
Así, hasta llegar a este 2017 donde es una de las hermanas Estrella en la ficción de El Trece. Y su destaque personal: en un elenco de jóvenes estrellas, justamente, esta rubia de cuerpo atlético (se lo debe a la danza: practica ballet desde los seis años) cuenta con brillo propio.
Porque Justina tiene con qué.
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