Del mismo dolor vendrá un nuevo amanecer, cantaba el inolvidable Gustavo Cerati. Resurgir: de eso se trata. Aún desde lo más profundo. Y Magalí Mora (25) transita ese camino por estos días, no por voluntad propia. Mejor escrito: la sumergieron en las profundidades, la obligaron a hundirse; y ahora buscar la salida, intentarlo, corre por su cuenta. En eso está.
Cientos de miles de personas (es un cálculo imposible de determinar) tienen acceso en estas horas a una decena de fotos y dos videos que no los tenía como destinatarios, claro. Mora se las había enviado a una ex pareja, y terminaron filtrándose por las redes sociales.
"Estoy muy avergonzada. Si bien vivo de mi cuerpo e hice fotos desnuda, esto no es lo mismo. Es horrible que todos estén viendo esto porque siento que se metieron en mi cama", le dijo Magalí a Teleshow, horas después de producida la viralización.
Pero hoy, ya más repuesta y bastante más serena, la modelo que fue la tercera en discordia en el matrimonio de Leo Fariña y Karina Jelinek se permite tomar con humor este nuevo escándalo mediático. Hacer una broma al respecto. Así lo deja en claro con un posteo en Twitter:
No hay mérito alguno en difundir el contenido privado de quien lo envió en total confianza. En cambio, sí hay mérito en salir espléndida en ese material. Y ese mérito es de Magalí Mora: sí, es todo suyo.
Le pertenece tanto como esas fotos íntimas.
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