Diez minutos antes de salir al escenario un reloj que ocupaba toda la pantalla central descontaba los segundos para volverlo a ver en escena. Seis minutos después de la hora pactada, debajo de un aterciopelado saco oscuro y una chalina blanca, Camilo Sesto salió a escena ante una ensordecedora ovación que lo esperó de pie. Frente a él se dieron cita tres generaciones de hombres y mujeres que no dejaron de corear las canciones y siguieron cada movimiento del artista con mirada esplendorosa, esa que logran los ídolos supremos, aunque a veces se perdían entre lágrimas de recuerdos y nostalgias. Habían pasado 40 años de la noche en la que algunos de los que estaban allí lo vieron por primera vez.
Con el viento a tu favor fue el tema elegido para abrir el show en el que durante dos horas repasó todos los éxitos de su carrera iniciada en 1960 y que recopila en el CD homónimo a la gira internacional, Camilo 70 —en referencia a las siete décadas que cumplió el último 16 de septiembre—.
Luego de tres canciones, el ídolo dijo a su público: "Pidan lo que quieren escuchar, que yo lo canto". Y con la sencillez propia de los grandes, el hombre nacido en Alicante atendió a los pedidos y repasó los éxitos de su extensa carrera. Siguieron Fresa salvaje, Melina, Enamórate de mí, entre otros.
Sesto habló en algunas oportunidades a un público visiblemente variado: había señoras de la misma edad de Camilo que movían pañuelos hasta el alto que sus brazos permitían, pero también adolescentes eufóricas con sombreros, vinchas y remeras con la foto del ídolo que se animaban a saltar. También había señores que en gesto de romance abrazaban al aire y otros que cantaban imitando los gestos del español.
A la hora exacta, Camilo avisó: "Yo me tomo unos minutos, pero ustedes siguen bailando, ¿vale?". Los miembros del coro y los músicos quedaron a cargo del show. Las coristas sorprendieron al interpretar Callados, tema que Sesto grabó junto a Angela Carrasco en 1979. La continuidad fue Mi mundo, tú; Mi buen amor, entre otros éxitos de los 70.
El momento emotivo de la velada fue cuando rindió homenaje a su madre, y en ella a todas las mujeres "más importantes de nuestras vidas". "Porque sin ellas ninguno estaríamos aquí", aseguró el cantante, mientras la pantalla principal mostraba fotografías de Joaquina Cortés, a quien le escribió el emotivo Madre.
Tras la emoción y con tono sugestivo, Sesto indagó: "Digan sí o no… ¿Quieres ser mi amante?", y dio paso a una de las canciones más esperadas de la cita, a la que siguieron El amor de mi vida, Algo de mí y Vivir así es morir de amor, que se llevaron más de una lágrima. Con la totalidad del estadio de pie, y tras avisar que iba a cantar una canción que no era de su composición, arrancó con el clásico mexicano El Rey. Al mejor estilo enganchados le siguió Perdóname, tema con el que se despidió.
"Les quiero, les pertenezco. ¡Gracias!", dijo antes de perderse en el oscuro fondo del escenario que tenía como invitada de honor a la bandera argentina, a la que en mas de una oportunidad acarició.