"Intento verlo como si Dios se hubiera llevado a mi hijo a casa, ese es el mayor alivio que puedo encontrar". Ya pasaron 4 años pasaron desde la muerte de Paul Walker, sin embargo su padre aún no pudo recuperarse en lo anímico. Vive recluido en su casa y apenas ve a algunos amigos y familiares que lo ayudan a controlar la tristeza.
"La muerte de Paul me cambió para mejor, soy mucho más considerado, como él era y ahora entiendo muchas de las cosas que me decía. De hecho, escribo un diario con frases y pensamientos de Paul y mantengo viva su memoria", dijo Paul William Walker III al Daily Mail. "Aún admiro cómo, siendo tan joven, pensamientos tan profundos venían a su mente. Recuerdo una vez que me dijo 'amo muy profundamente' y esa era su esencia, escribo cosas así y me ayudan a seguir adelante".
Hace algunas semanas se estrenó mundialmente la última última entrega de Rápidos y furiosos, la saga que llevó a la cúspide a su hijo. Y su padre estuvo allí, sentado en una sala de cine, como si fuera a ver a su hijo, como si todo estuviera bien. "Para ser sincero, no estaba seguro de si quería verla, pero cuando lo hice rodeado de amigos que también conocían a Paul desde niño, me sentí maravillosamente. Nos gustó mucho y nos divertimos. ¿Sabes? Creo que a Paul le hubiera encantado, puedo imaginarlo diciéndome 'papá, tienes que ver esto, ¡es de locos!' Eso es exactamente lo que me hubiera dicho".
Paul Walker murió el 30 de noviembre de 2013 en un accidente automovilístico en Santa Clarita, al norte de Los Ángeles, California. Tenía 40 años y disfrutaba de su mejor momento profesional.
Vin Diesel, su gran compañero de la saga, lo recuerda con emoción cada vez que es invitado a una entrega de premios o a un programa de televisión, como sucedió recientemente en el programa El Hormiguero.
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