En 1986 se estrenó uno de los mayores sucesos que protagonizó Susana Giménez en teatro: Sugar. Fue su segunda comedia musical luego del exitazo que fue La mujer del año. Arturo Puig y Ricardo Darín acompañaron a la diva en el escenario, y sorprendieron a todos cantando y hasta haciendo zapateo americano.
Hoy, 31 años después, la figura de Telefe está al frente -de la mano de su amigo Gustavo Yankelevich– de la producción de la remake de esta gran obra de la historia del espectáculo argentino. Su papel lo ocupa la bellísima y talentosa Griselda Siciliani. Al lado de la actriz están dos galanes: Nicolás Cabré y Federico D'Elía.
"Ella es más que una productora. Está muy presente en los ensayos. Vino en tres ocasiones y siempre tiró buena onda, nos aplaudió y manifestó su apoyo. Es algo especial para nosotros su presencia, primero por lo que significa Susana, y segundo porque como hizo este musical tiene una referencia muy clara, al igual que Arturo Puig, nuestro director", explicó D'Elía en una extensa charla que brindó a Teleshow, en la cual habló de Sugar, repasó qué recuerdos tiene de la primera versión de la obra, y se refirió al vínculo con sus compañeros de elenco.
—¿Cómo fueron estos meses previos al debut con Sugar?
—Intensos. Desde que me llamaron, en octubre del año pasado, empecé a prepararme con todo lo que tiene que ver con las coreografías, con el canto, que es lo que menos conocía. Y después a partir de febrero ya empezamos a ensayar con el elenco, los bailarines y todo. Es un laburo arduo, complejo, para mí desconocido, pero interesante, muy interesante.
—¿Cómo es Griselda como compañera? ¿Cómo ves su rol dentro del espectáculo? La comparación con Susana es inevitable…
—La comparación es inevitable porque está haciendo el personaje que hacía Susana, pero yo creo que en general no está bueno comparar porque son dos personas totalmente diferentes y cada una tiene sus virtudes y sus defectos. Griselda va a estar genial: canta muy bien, baila muy bien. Y está siendo una "Sugar" lindísima, súper, súper linda, es muy tierna. Envidio la capacidad que tiene de poder cantar en vivo: es muy difícil cantar bailando tanto. Es súper talentosa y lo estoy comprobando acá en el día a día. Como compañera es excelente. Es muy divertida, pero al mismo tiempo profesional. Sabe cuándo es un momento para relajarse y cuándo tenemos que concentrarnos.
—Nicolás Cabré tiene fama de "cabrón". ¿Cómo es en el día a día, en el trabajo?
—En la intimidad yo tengo una buena relación. Laburé con Nico cuando él tenía 17 años, en "Carola Cassini". Era un nene. Después filmamos una película, "Fuga de cerebros". Después nos perdimos porque cada cual hizo sus cosas por otro lado, y nos volvimos a reencontrar acá. Nico tiene una personalidad fuerte pero que no es sólo con los medios: él es así. Tómalo o déjalo.
—¿Qué recordás de la primera versión de "Sugar"?
—Fue hace 30 años, yo tendría 20. Recuerdo lo que significó para la época. Fue todo un éxito, duró tres años, pero no pude verla porque eran mis primeros años acá, en Capital Federal. Terminé la secundaria (en La Plata) y me vine acá a estudiar teatro. O sea, todavía estaba empezando como a conocer todo esto. Pero sí, obviamente sabía de la existencia de este espectáculo, de lo que significó, lo que fue. Por eso el orgullo de que me hayan convocado para poder hacerla.
—En ese momento, ¿qué te parecía Susana como mujer, como figura del espectáculo?
—De pendejo, me parecía hermosa. Y yo era muy chiquito en la época de su "Shock!", pero después con las películas que hacía con Jorge Porcel y con Alberto Olmedo la empecé a mirar más como mujer. Me parecía súper linda. Sigue siendo una mujer linda, muy linda. Pero en ese momento, de pibe, me mataba, me encantaba.
En otro tramo de la entrevista con Teleshow, D'Elía aclaró una polémica que se desató con Raúl Rizzo tras algunos tuits suyos en alusión a una queja de su colega contra Pol-Ka. Rizzo denunció que desde la productora de Adrián Suar no lo convocan para realizar ficciones por su apoyo abierto al kirchnerismo. D'Elía quiso opinar al respecto y defender, más allá de cualquier postura ideológica, a quienes integran Pol-Ka.
—¿Por qué reaccionaste con Raúl Rizzo? ¿Qué te molestó?
—Yo no hablé de política, Raúl dijo una cosa sobre Pol-Ka y di mi visión. Primero aclaro: Raúl no es chorro, Raúl es buen actor, porque a partir de esto empezaron a decir muchas mentiras. Pero en la mesa de Mirtha Legrand dijo que en Pol-Ka estaba prohibido, y puse mi opinión en Twitter e Instagram con la intención de que lean mi mensaje en el programa. Yo no soy K ni lo seré, pero no tengo absolutamente nada contra los K honestos. Absolutamente nada. Y creo que él lo es. Me pareció injusto lo que denunció. Yo laburé mucho en Pol-Ka, pero mi viejo (el actor Jorge D'Elía) no laburó nunca en Pol-Ka. Digo, no todos laburaron ahí. Me parecía injusto que se diga tan sueltamente de cuerpo una cosa así. Me parecía injusto con Adrián (Suar), que ya se lo viene atacando bastante por esto, vinculado porque está en el Grupo Clarín, seguramente.
En el final de la charla con Teleshow, D'Elía hizo mención a la posibilidad de volver con Los simuladores, la exitosa ficción de Damián Szifrón, que protagonizó junto a Diego Peretti, Martín Seefeld y Alejandro Fiore en la pantalla de Telefe.
—¿Regresan "Los Simuladores" a la televisión?
—Por ahora no vuelve, seguro. O sea, televisión no la veo. Pero estamos con ganas desde hace mucho tiempo de hacer cine. Ocurre que yo ahora estoy con "Sugar", Peretti está en otra obra, Damián (Szifrón) está en Estados Unidos viendo si filma o no filma una película. Todos estamos medio ocupados. Sí puedo decir que el deseo está, que lo hablamos hace dos meses por mail. Sí, nos interesa. Ojalá nos podamos poner de acuerdo con las fechas y hacerla. Más allá de la gente que tiene muchas ganas de verla, y me lo dicen todos los días, nosotros también nos merecemos un cierre de "Los simuladores".
— ¿Hubo conflicto entre ustedes? ¿Por esa razón terminó el programa?
—No, nosotros no estábamos peleados. A ver, me encantaría conocer un grupo de laburo que estén todo el tiempo riendo y hablando, diciendo: "¡Somos geniales, nos va bárbaro, nos va bárbaro!". No era nuestra situación, seguro. Somos amigos, seguro. La vida pasa, vamos creciendo, nos van pasando un montón de cosas. Yo creo que el afuera siempre quiere que, en este caso por ejemplo, seamos amigos, nos vaya genial. Tuvimos las discusiones que tiene cualquiera. No es que dejamos de hacer "Los Simuladores" porque estábamos peleados. Nos peleamos, nos "despeleamos", nos abrazamos y nos seguimos hablando.
LEA MÁS: