Producir una película fue, desde siempre, muchísimo más costoso que realizar un capítulo de una serie televisiva. Sin embargo en la actualidad cada vez se invierte más dinero en las series al punto de alcanzar, en algunos casos, a las cintas cinematográficas. Esos sí, las ganancias también se incrementaron en la misma, o en una mayor cantidad.
El caso de Sense8, la serie de Netflix creada por las hermanas Lana y Lilly Wachowski, es uno de lo ejemplos de las grandes producciones. Se ubica entre las más caras con un presupuesto promedio de 9 millones por capítulo. hay que tener en cuenta que, en cada episodio, vemos diferentes ciudades y mucho despliegue.
La multipremiada Game of Thrones, es aún más costosa, ya que en cada emisión se invierten 10 millones de dólares, aunque en este caso se trata de un fenómeno mundial que tiene una incalculable cantidad de fanáticos en todo el mundo.
Por su parte Friends fue una de las series que marcó un antes y un después en la industria televisiva de los Estados Unidos, ya que fue la primera en la historia en pagarle un millón de dólares por capítulo a cada uno de sus protagonistas, que eran 6.
The Get Down, la serie de Baz Luhrmann de Netflix, le salía a la plataforma cerca de 16 millones de dólares por emisión, para poder recrear el surgimiento de los diferentes géneros musicales de Nueva Yorkde en los años 70.
Finalmente la serie más cara de todas es The Crown. Esta ficción, que se ganó todos los premios y que recrea la vida de la Reina Isabel de Inglaterra, contó con un presupuesto total de 130 millones de dólares.
Las cifras comprueban que, al menos en la industria estadounidense, cuando hay una buena historia, los productores se animan a apostar y el dinero aparece.
Por María Eugenia Capelo