A poco más de tres años del fallecimiento de Ricardo Fort aún continúan las dudas sobre los motivos que desencadenaron su trágico final. Hace unos días, la Justicia determinó que no hubo mala praxis en el accionar de los médicos que lo atendieron durante sus últimas horas, y que el empresario sufrió una "muerte súbita cardíaca", en noviembre de 2013. Sin embargo la familia decidió apelar el fallo, en "busca de la verdad".
"Los apelamos", le confirmó a Teleshow Ignacio Irurzun, abogado de Marta Fort, madre del mediático y parte querellante en el juicio que se lleva adelante contra los médicos del Sanatorio de la Trinidad, de Palermo, que trataron a su hijo.
"Esta vez se vuelve a dar la misma hipótesis por la que fuimos a la Cámara, la vez anterior. Hay dos informes antagónicos, y entendemos que el juez no ha dado razón suficiente ni fundamentos para apartarse de uno de los informes y tomar el otro como válido", explicó el letrado.
La parte querellante sugiere un nuevo informe a realizarse por la Academia Nacional de Medicina para determinar de qué murió Ricardo: "Nosotros tuvimos la primera hipótesis del certificado de defunción que decía que había sido por una 'hemorragia digestiva masiva', y se demostró que no. Después se oponen dos hipótesis: la del cuerpo forense y la de muerte súbita que sostiene la Facultad de Medicina. Buscamos una tercera, de una parte que no haya intervenido hasta ahora", agregó Irurzun.
La apelación ya fue concebida e irá a la Sala 5 de la Cámara. En abril -aún no se fijó fecha- habrá una audiencia a la que asistirán ambas partes para ver si se le da curso al pedido de la querella. En caso de que la respuesta sea afirmativa, la Academia Nacional de Medicina realizará el informe correspondiente.
"Creemos que el planteo es muy serio. Se está queriendo buscar la verdad: no queremos la condena de nadie sino saber de qué murió Ricardo, ya que el certificado médico estaba errado y después aparecieron dos hipótesis contradictorias entre sí", cerró el abogado de Marta Fort.
El pasado 3 de marzo la Justicia determinó que el empresario y artista había sufrido una "muerte súbita cardíaca", y que no hubo mala praxis: "Todos los médicos que estuvieron a cargo de la atención llevaron a cabo las prácticas debidas conforme al cuadro que presentaba, y atendieron con diligencia y pericia el estado que transitaba", había asegurado el juez de instrucción Diego Slupski.
Los médicos ya habían sido sobreseídos a mediados de 2015. No obstante, la Cámara del Crimen revocó la medida a pedido de la madre del empresario, ordenando reabrir la investigación.
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