Fue protagonista de la historia del cine, el teatro, la televisión y la radio. En sus 91 años de vida, Juan Carlos Thorry -o José Antonio Torrontegui, como figura en su partida de nacimiento- actuó en más de 60 películas y se ganó la admiración -pero por sobre todo, el respeto- de todo el mundo del espectáculo. No tardó en hacerse la fama de galán y conquistó el corazón de muchas mujeres. Murió el 12 de febrero del 2000, hace 17 años, en San Antonio de Padua, a causa de un paro cardíaco.
Criado por sus tíos en Coronel Pringles -sus padres se separaron y lo abandonaron a los cuatro años-, dio sus primeros pasos en la actuación en el colegio San José de Buenos Aires, donde formó un grupo de jazz con sus compañeros. Si bien su costado artístico no tardó en aparecer, se inscribió en la Facultad de Medicina, por sugerencia -e insistencia- de unos de sus tutores.
Allí cursó dos años y luego se inscribió en Derecho. Pero nunca abandonó los espectáculos barriales, sus verdaderas universidades. En uno de ellos conoció a Raúl Sánchez Reynoso, creador de la orquesta de jazz Santa Paula Serenades, y dio inicio a su carrera artística como cantante del grupo.
Cantando los primeros pasos
Porteño por adopción, rondando los cafés populares de la década del '30 conoció a Enrique Santos Discépolo. Junto a su espectáculo, Mis canciones de 1932, le encontró el gusto a estar frente al público en un teatro. "Un día viene Enrique Santos Discépolo y nos dice: 'Muchachos, voy a estrenar una obra mía en el Monumental y quiero que actúen ustedes'. Y bueno, ahí fuimos", recordó sobre aquella oportunidad. Su voz ya se destacaba sobre las demás.
En 1935 comenzó a trabajar como locutor en Radio El Mundo, y se convirtió en una de las voces más escuchadas del país, al lado de Niní Marshall. Ya con nombre propio en el mundo del espectáculo, fue convocado por Luis César Amadori para trabajar en el teatro Maipo. Allí se desempeñó a lo largo de varias temporadas junto a Tita Merello, Gloria Guzmán y Pepe Arias, entre otras reconocidas figuras de la revista porteña. "El teatro es la verdad, todo lo demás son productos de laboratorio", dijo en alguna oportunidad sobre su género predilecto.
De cabeza a la fama
Mientras seguía cantando en teatros y cafés de Buenos Aires, llegó el momento de dar el gran salto. Convocado por su amigo Manuel Romero (uno de los creadores del teatro de revista y director de cine), protagonizó la película El caballo del pueblo, estrenada el 15 de agosto de 1935.
De esa manera daba los primeros pasos de una extensa carrera en el cine, que se extendería hasta la década del '80. Fueron más de sesenta películas en las que participó. Algunas de ellas: Dos amigos y un amor, Maestro Levita, Senderos de fe, Cándida (junto a Niní Marshall), El Solterón, Isabelina, El retrato, La casta Susana, El demonio es un ángel, Concierto de Bastón, Especialista en señoras y La pequeña señora de Pérez.
Tal vez fue su protagónico con Mirtha Legrand en Los martes orquídeas, en 1941, lo que lo catapultó a la fama a nivel nacional. Pero también se ganó el reconocimiento popular junto a otras figuras como Susana Freyre en Con el diablo en el cuerpo, o María Duval en La serpiente de Cascabel y Cita en las estrellas.
En 1955 se fue a vivir a España con la actriz Analía Gadé, con quien había contraído matrimonio a principios de la década anterior. Allí trabajó en Irma, la dulce y dirigió La rue de la peur. Tras su separación en 1958 regresó a Buenos Aires y comenzó a trabajar en televisión, en ciclos como La familia Gesa y Doctor Cándido Pérez… Señoras, que fue todo un éxito y estuvo al aire ocho años. Además, condujo Casino Philips con Canal 13. Su último trabajo en la pantalla chica fue en 1993, en la serie Aprender a volar.
Un galán bohemio
Ya en los primeros años de su carrera tenía un auto para pasear de día y otro para salir de noche. "Fui un niño bien, pretencioso y engrupido, como dice el tango, de esos que se daban dique manejando una voiturée convertible por el centro, de los jovencitos que frecuentaban el cabaret, jugador de rugby en CUBA y ex alumno del colegio San José", dijo. A los 18 años sufrió un accidente que lo dejó estéril, pero, él afirmaba: "Nunca me preocupó. Incluso, en una época era un buen recurso para conquistar algunas mujeres".
Su primera esposa fue María Zubarry, hermana de Olga. Estuvieron juntos siete años: "Un año después de la separación me casé con Analía Gadé. Nos conocíamos desde mucho antes, habíamos trabajado juntos. Con ella fue distinto, la relación fue mucho más corta. Dejamos de querernos en poco tiempo, pero no nos habíamos dado cuenta".
También contrajo matrimonio con Susana Dasso García (32 años menor que él), Regina Fernández y Dinka. Tal vez, su última mujer fue la que más quiso, la actriz y escritora Alma Vélez.
Fue la que lo acompañó durante los últimos años de su vida, cuando se radicaron en San Antonio de Padua. Él ya padecía de Mal de Parkinson, según indica La Nación, y juntos crearon una escuela y una sala de teatro. Ella daba clases y él dirigía las obras que se presentaban allí. Alguna vez confesó: "No me arrepiento de lo que he vivido. Tuve una vida plena y si pudiera volver a nacer, haría exactamente todo lo mismo que hice. O no: quizás me casaría muchas veces más, porque las mujeres son lo más lindo que hay, siempre fueron mi debilidad".
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