La vida de Pau Donés cambió por completo cuando le diagnosticaron que tenía cáncer de colon en 2015. El cantante de Jarabe de Palo contó en las redes sociales que un leve dolor de barriga resultó ser un tumor maligno en el intestino grueso. En septiembre de ese año, fue operado en el hospital Vall d'Hebrón, en Barcelona, y debió suspender una gira.
El artista español continuó luchando para vencer a esta enfermedad, con sesiones de quimioterapia. En abril de 2016, anunció a sus seguidores que estaba "limpio" del cáncer y comenzó a trabajar en su regreso a los escenarios. Sin embargo, en una revisión médica reciente le dieron la peor noticia.
"Llevaba un año limpio. Los marcadores tumorales a 0. En los scaners no se veían tumores. El cangrejo estaba tan dormido que incluso llegué a creer que me había curado. Mientras tanto seguía preparando nuestra vuelta al ring. Un disco, una gira y un libro. 2017 iba a ser un año glorioso. De pronto recibo una llamada del hospi. En el último control los marcadores han subido. Me hago un TAC (scaner) y escondido en el peritoneo encuentran un pequeño tumor", explicó el intérprete en su blog en una extensa carta titulada "Ahora toca volver a navegar (segunda parte)".
Más allá de este diagnóstico, Pau anunció que seguirá adelante con todos sus proyectos laborales: "¡Oh, oh! Malas noticias. Pasé un par de días pensando. El cangrejo volvía a despertarse. ¿Qué consecuencias podría tener eso?¿Cómo iba a afectar a nuestros planes? Llevaba un año y medio en casa, un año y medio estupendo, disfrutando del otoño, del mar, de la familia, de paseos por la montaña inexplicables. Aunque a medida que pasaba el tiempo, las ganas de volver a pisar un escenario se convirtieron en una necesidad de primer orden. Después de darle muchas vueltas, llegué a la conclusión de que no iba a dejar que el cangrejo me volviera a apartar de la música. Me daba igual. Pasara lo que pasara, dijeran lo que dijeran, en 2017 Jarabe volvía a los escenarios".
A continuación, la carta completa del intérprete:
Ahora toca volver a navegar (Segunda parte)
Llevaba un año limpio. Los marcadores tumorales a 0. En los scaners no se veían tumores. El cangrejo estaba tan dormido que incluso llegué a creer que me había curado. Mientras tanto seguía preparando nuestra vuelta al ring. Un disco, una gira y un libro. 2017 iba a ser un año glorioso.
De pronto recibo una llamada del hospi. En el último control los marcadores han subido. Me hago un TAC (scaner) y escondido en el peritoneo encuentran un pequeño tumor.
¡Oh, oh! Malas noticias. Pasé un par de días pensando. El cangrejo volvía a despertarse. ¿Qué consecuencias podría tener eso?¿Cómo iba a afectar a nuestros planes? Llevaba un año y medio en casa, un año y medio estupendo, disfrutando del otoño, del mar, de la familia, de paseos por la montaña inexplicables. Aunque a medida que pasaba el tiempo, las ganas de volver a pisar un escenario se convirtieron en una necesidad de primer orden. Después de darle muchas vueltas, llegué a la conclusión de que no iba a dejar que el cangrejo me volviera a apartar de la música. Me daba igual. Pasara lo que pasara, dijeran lo que dijeran, en 2017 Jarabe volvía a los escenarios.
Llamé a mi oncóloga, Elena Élez, y le expliqué todo lo que tenía en mente para este año y que, a pesar de las últimas noticias, no iba a dejar de hacer. Tenía un plan y el cangrejo no me lo iba a joder. La jefa (así llamo a la doctora Élez) me dijo que ni se me ocurriera dejar mis planes de lado. Que a por ello, con cangrejo o sin cangrejo, con quimioterapia o sin ella.
Y así lo vamos a hacer. Estrenaremos disco en breve, estrenaremos también libro y a partir de mediados de marzo empezamos con los conciertos. Conciertos grandes, con toda la banda, conciertos más íntimos, en teatros y auditorios, a piano, violonchelo, contrabajo y voz. Habrá días que estaré al 100%, otros que no tanto. Habrá días en que me sobrará la voz, y otros en los que me falte. No pasa nada, porque ahí estaré cuando levanten el telón, en uno de los lugares en donde mejor me siento, en uno de los lugares donde más me gusta estar, firmes y a la orden, cantando para ti. Volveremos a compartir nuestras vidas, cosa que con gusto hacemos desde hace muchos años.
Y al cangrejo, como vengo haciendo desde que le conocí, le dedicaré solo 5 minutos al día, aunque eso sí, durante las actuaciones me acordaré de María, de Andrés, de Lino, y pensaré en todas aquellas personas a las que el bicho se llevó por delante. Y también en todas aquellas que como yo lo siguen toreando día a día. A todos van dedicados los conciertos de este año.
Conciertos, directo, viajes, escenarios. Como dicen en Italia, non vedo l'ora di cominciare. En nada nos volvemos a ver las caras.¡Hasta pronto Music Lovers!