El hobby desconocido del Flaco Spinetta: diseñar autos futuristas

Hoy se cumplen cinco años de la muerte de uno de los músicos más prolíficos de nuestro país. Y mucho se ha dicho, y bastante más se ha escrito sobre Luis Alberto. Sin embargo, no todos conocen una faceta de su trabajo artístico: proyectar vehículos súper deportivos

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Luis Alberto Spinetta
Luis Alberto Spinetta

La mente es como un paracaídas: sólo funciona si se abre. La frase -repetida hasta el hartazgo en los muros del Facebook- le perteneció a Albert Einstein. Pero cualquiera se la podría haber adjudicado a Luis Alberto Spinetta: pocas mentes brillaron tan alto -y tan libres- como la del Flaco. Compositor prolífico, guitarrista virtuoso, brillante escritor -lo demostró en sus letras-, su creatividad no conoció límites. Y exploró una faceta muy curiosa, desconocida para quienes no son seguidores de su música: el diseño de autos.

A Spinetta también lo apasionaba el dibujo: "Escuchábamos a los Beatles y dibujábamos: lo hacíamos muy bien", contó alguna vez Cristina Bustamente, la Muchacha ojos de papel. Y al momento de sentarse frente a una hoja en blanco, birome en mano, su temática preferida eran los vehículos futuristas, muy similares a los que pueden observarse en las películas de Hollywood que tratan sobre un futuro tecnológico y avanzado.

Muchos de bocetos fueron exhibidos en una muestra organizada por el fotógrafo Eduardo Dylan MartíSpinetta, los libros de la buena memoria, junto con otros objetos que pertenecieron al músico.

Admirador de la marca italiana Alfa Romeo, poseedor de un emblemático Mercedez Benz 280 SE Coupé de 1971, Spinetta no dibujaba coches sólo por hobby: pensaba que podrían llegar a ser fabricados. Incluso, envió a distintas automotrices algunos de esos bocetos, todos realizados a mano alzada, claro, y a menudo secundados por poemas.

En cada uno de esos súper deportivos estaba la impronta de quien, en su infancia, sueña con el auto que le gustaría manejar: veloz, potente, intrépido, casi como los kartings a los que el autor de El anillo del Capitán Beto subía cada vez que se daba la ocasión. Sin embargo, al ver los diseños del Flaco, podría quedar inaugurada una nueva categoría: por su originalidad, son autos spinettianos.

Aquella palabra inventada corresponde, porque lo del Flaco -en la música, en su arte- fue tan superador que cuesta catalogarlo. Así debía ser su creatividad: libre, como su mente.

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