Indignado, el nene de seis años abría bien grande los ojos por detrás de sus anteojos, igual de redondos. "En casa, cuando estábamos esperando la combi para venir acá, a Canal 13, ¡se subía el vestido y movía la cola!", decía Rodrigo Noya. "¿Qué vamos a tener que hacer cuando tenga 17 años? -le seguía el juego un Dady Brieva cómplice, en una de las mejores facetas de toda su carrera-. ¿Andar cuidándola con dos granaderos?".
"Si muestra eso, ¿sabés cuántos novios va a tener? ¡Como 99!", se alarmaba el niño, locuaz y desinhibido. Sentada a su lado su hermana menor, Agustina Noya, de 4 años. "La bombacha no se muestra, Agustina", la retaba por lo bajo. Y la niña de cuatro años, en silencio, tal vez sabiendo que las palabras le pertenecían a su hermano, pero ella tendría la última.
"Yo no la dejo tener novio. Ya le dije: ella tiene novio, ¡y conmigo no juega nunca más!", insistía Rodrigo. "Y vos, ¿qué querés? -interviene Dady-. ¿Tener novio o jugar con tu hermano?". "Tener novio… Se llama Francisco".
Pasaron casi 20 años de aquel diálogo de los hermanos Noya en la televisión. Oriundos de Chascomús, tuvieron varias participaciones más junto a Brieva, convirtiéndose en las figuras más emblemáticas del ciclo que se emitió a finales de los 90. Y aun hoy, algunas circunstancias siguen tal cual eran entonces: Rodrigo es el más locuaz, Agustina está de novia (aunque ya no con Francisco), y pese a que no pasan tanto tiempo juntos, la complicidad continúa.
Tanto es así que Rodrigo ¡se tatuó el nombre de Agustina!
Fue Rodrigo (23 años) quien buscó forjarse una carrera en los medios, convirtiéndose en actor pese a que no estudió teatro. Y la prensa en estos días volvió a reparar en él con suma atención debido a un controvertido falso noviazgo con Cande Ruggeri. En cambio, Agustina prefirió alejarse del espectáculo. Pero en las redes sociales demuestra que los chicos crecen… Y que a los 21 años, ¡es una diosa!