El Polaco es sin dudas una de las revelaciones del año en Bailando y tiene grandes posibilidades de convertirse en el campeón del certamen. Las cosas no fueron fáciles en la vida de Ezequiel Cwirkaluk. Luego de una infancia durísima, pudo cumplir su sueño de vivir de la música y hoy es una de las figuras más queridas por la gente.
El miércoles fue su gran noche. No sólo se consagró finalista del Bailando tras derrotar en el teléfono a Fede Bal y Laurita Fernández, sino que además logró reunir a su familia en la pista de Ideas del Sur.
Aunque él mantiene una buena relación con sus padres, hacía tiempo que no se juntaban todos en un mismo lugar. Incluso contó que ni en sus shows había estado la familia completa.
Para llegar a donde está hoy, Ezequiel tuvo que recorrer un arduo camino. Con más de una decena de álbumes en su haber, Sólo los fuertes saben esperar es el nombre del disco que grabó en el 2013, la frase también la tiene tatuada y seguramente sea la que mejor resume su historia.
Su infancia
Con 29 años, es el mayor de tres hermanos (Yonatan y Rocío). Hasta sus cinco años tuvo una vida normal, como la de cualquier chico de su edad. En ese momento empezaron los problemas en la familia: Jorge, su papá, comenzó a luchar contra una adicción al alcohol y las drogas y su mamá Mariana, ama de casa hasta ese entonces, tuvo que ponerse el hogar al hombro.
Mi vieja nos tuvo que bancar con 150 pesos que cobraba de un plan. Vivíamos del trueque y de vender lo que teníamos
"Mi papá, que tenía una fábrica de aberturas, perdió todo, nos quedó sólo la casa y él estuvo internado. Mi vieja nos tuvo que bancar con 150 pesos que cobraba de un plan. Vivíamos del trueque y de vender lo que teníamos. Pero empezó un infierno en mi hogar y crecí de golpe", contó este año en revista Pronto.
En ese momento, su vida cambió radicalmente y nada se parecía a la de sus amiguitos: "En lugar de pensar en pasear con mis padres, tenía que acompañar a mi mamá a los bares para ir a buscar a mi viejo", consecuencia de su realidad, se enfermó de gastritis.
Cuando él tenía diez años, sus padres finalmente se separaron: "Mi mamá estaba desbordada tratando de mantenernos, porque con cuarenta años y sin el colegio, no es fácil conseguir trabajo".
Me interné en un centro de rehabilitación para no molestar a mi mamá
Como hermano mayor, Ezequiel sintió que tenía la obligación de sacar adelante a su familia, es por eso que a los trece años, para no generar gastos en su casa, se internó en un centro de rehabilitación en Córdoba: "No tenía adicciones, pero no quería molestar".
Luego de seis meses salió "hecho un hombre", como él mismo recordó alguna vez: "Entendí que las etapas que había quemado de chico no volverían, así que volví a la casa de mi vieja dispuesto a salir adelante".
Determinado a cambiar su destino, regresó al colegio y empezó a incursionar en la música. Primero aprendió a tocar el bajo, luego la guitarra y la batería, siempre de manera autodidacta y a los 17, logró cumplir su sueño: "Firmé mi primer contrato y de ahí en más no paré". Ahí comenzó el gran cambio en su vida.
Carrera y amores
En sus inicios musicales formó parte del grupo Una de Kal y realizó el disco Quien te hace bailar hasta que en el 2006 pudo grabar su primer material como solista, Vuelve te lo pido y más tarde el segundo, Sigo por el objetivo.
Por aquellos tiempos, se puso de novio con Karina "la Princesita" Tejeda y aunque la relación no le gustó mucho a sus seguidoras, juntos fueron una de las parejas ícono de la cumbia y tuvieron a Sol.
En el 2012, el Polaco y la Princesita se separaron definitivamente y al poco tiempo ella comenzó a salir con Sergio "el Kun" Agüero. Más tarde él se puso de novio con Valeria Aquino, con quien tuvo otra hija, Alma. La relación se terminó a mediados del 2015 y de ahí en más, se lo relacionó con varias mujeres.
El nombre de Gianinna Maradona, casualmente ex de la pareja actual de la ex del Polaco, siempre sonó fuerte cerca del cantante y aunque se los vinculó sentimentalmente, ellos siempre dijeron que lo único que los unía era una gran amistad.
Este año fue sin dudas el gran año de Ezequiel. El cantante ingresó al Bailando con Barby Silenzi como bailarina y gracias a la popularidad del ciclo, logró que toda la gente lo conociera, convirtiéndose en uno de los favoritos e imbatibles en el teléfono.
¿Ganará el certamen?