Nicole y Geraldine Neumann brillaron el lunes por la noche en el Merengue en Familia en el Bailando y se mostraron muy cercanas. Sin embargo, las cosas no siempre fueron así y durante años la rubia y la morocha estuvieron sin cruzar palabra alguna entre sí.
Los motivos de la distancia y las grandes ausencias
La pelea las llevó a perderse momentos muy importantes en la vida de la otra, desde domingos en familia con sus hijos y sobrinos, hasta nacimientos y casamientos.
Ellas estuvieron peleadas en dos instancias. La primera fue por el 2005 y aunque ellas nunca lo admitieron se debería a una cuestión de celos y competencia laboral. Nicole no habría soportado el crecimiento de su hermana menor en el mundo del modelaje.
En aquel entonces Geraldine se casó y su hermana fue sólo al civil, faltó sin previo aviso a la Iglesia. A los pocos meses nació Helena, la hija mayor de Gegé a quien Nicole sí conoció.
Con intermitencias, por ese entonces las hermanas se veían. Luego Nicole fue madre de Indiana y al poco tiempo la relación volvió a romperse. Tal fue el quiebre, que hasta la última reconciliación, hace dos años, Nicole no había ido a conocer a su segundo sobrino, Matías de seis años, igual que Allegra.
"No estamos en buenos términos. No pasa por celos, ¿por qué le tendría celos? Las cosas que nos llevaron a estar distanciadas no vinieron de mi parte. Geraldine tiene más problemas conmigo que yo con ella", había sentenciado en ese entonces la rubia en una charla con Chiche Gelblung. Al ser consultada por una posible reconciliación, había dicho muy segura que no, que no volvería a equivocarse más.
Además, Nicole había asegurado que con su hermana no compartían los mismos valores y que había códigos que no se rompían entre amigas, y menos entre hermanas, pero no dio más detalles de lo ocurrido.
Geraldine, en cambio, se había mostrado abierta a un posible reencuentro, pero tampoco quiso decir los motivos de la pelea, argumentando que se trataba de cuestiones familiares y personales que no quería ventilar.
La esperada reconciliación
Finalmente llegó el día en el que una de las hermanas juntó fuerzas, agachó la cabeza y buscó el primer encuentro con la otra. Fue Geraldine, quien al enterarse del nacimiento de su tercer sobrina, Sienna, llamó a Nicole para felicitarla.
Sin darle demasiado tiempo para pensar, la menor de las Neumann fue a visitar a la clínica donde acababa de ser madre su hermana, se abrazaron, lloraron y se amigaron.
"Nos pedimos perdón y lloramos todo", había dicho Geraldine a revista Caras en el 2015 y su hermana asintió: "Tuvimos una mini charla. Qué catarsis. Sentimos que el amor de hermanas estaba intacto".