Con su humor, Juan Carlos Calabró logró robar muchas sonrisas a distintas generaciones. Recuerdo en mi infancia haber bailado frente al televisor mientras disfrutaba de Johnny Tolengo, uno de los tantos personajes que interpretó como El Contra, Aníbal, Borromeo y Máximo Rigor, entre otros. Con su estilo único, logró convertirse en uno de los cómicos más destacados del espectáculo. El 5 de noviembre de 2013, su vida se apagó, sin embargo dejó una importante huella en la memoria de los argentinos a lo largo de su trayectoria de más de 50 años en el cine, el teatro y la televisión.
Además de ser un reconocido capocómico, era principalmente un hombre de familia. Estuvo casado con Aída Elena Coca Picardi y de ese gran amor nacieron sus dos hijas, Iliana y Marina, quienes mantienen vigente el apellido Calabró en la farándula. En diálogo con Teleshow, ambas recordaron viejas anécdotas, repasaron su carrera y explicaron el legado que les dejó su padre en el tercer aniversario de su partida.
"A nosotras nos pasa que mucha gente se nos acerca por él. Te registran como 'hija', no te vienen a decir 'te veo en Intrusos o te escucho en la radio'. Todos los taxistas se acuerdan de Cala y me dicen algo lindo de él. Y ni hablar de la gente que trabajó con él en Polka, en El Trece, en el viejo Canal 9, en América. No hay uno que no me traiga una anécdota que hable bien de él. No sé cuántos pueden decir eso de gente que han pasado por este medio. Él dejó el recuerdo de su generosidad, ese es su legado", aseguró Marina.
"Era una persona honesta que más allá de tener un carácter fuerte y ese gesto adusto que mantenía cierta distancia, era tan buen tipo… era una persona tan sensible como frágil, mantenía firme esa coraza para preservarse. En el fondo, tenía una grandeza de ser humano, interesado por el otro, tratando de resolver y solucionar lo que veía a su alcance por sus seres queridos", declaró Iliana.
"¡Pedro, mirá quién vino!", fue una de las frases que Calabró decía cuando interpretaba en la pantalla chica a El Contra que se caracterizaba por molestar a los famosos."Es el personaje más logrado, más perfecto, arquetipo del porteño, fue el más sutil y refinado que hizo mi viejo. Merecería un lugar destacado en la historia de los cómicos argentinos", describió la periodista de espectáculos. "Fueron años de acompañar a las más altas personalidades de nuestro país y también a nivel internacional. Grandes personalidades desfilaron por ese bar", agregó la participante del Bailando que dio sus primeros pasos en el mundo artístico de la mano de su padre. Durante más de 15 años, trabajaron juntos no solo en televisión, sino también en cine y teatro. A pesar de lograr un gran aprendizaje, Iliana admitió que no fue fácil compartir el ambiente laboral con Cala que era perfeccionista y detallista: "Para mí era exigido, uno sentía esa presión que él tenía, uno transmite. A mis hijos, yo trato de dejarlos al margen, pero la presión que uno siente por el trabajo es inevitable que se transmita en la casa".
Al humorista le gustaba pasar tiempo con sus seres queridos y con su mujer solían salir a cenar a restaurantes y tenían por costumbre reunirse una vez por semana con un grupo de amigos, como Mirtha Legrand y Carlos Rottemberg. Iliana recordó que a su padre le encantaba dar regalos a sus seres queridos y compraba colgantes, anillos, aros, corbatas y relojes. Coca todavía conserva mucho de esos objetos en su casa, pero no por mucho tiempo más. "A mi mamá le digo '¿ahora que vas a hacer que se están terminando los regalos de papá?'. Ellos se complementaban, era maravilloso", señaló, entre risas.
Marina todavía guarda como si fuera un tesoro el "anillo poderoso" que su papá le había regalado a su mamá y que ella más tarde heredó. Tras la muerte del artista, una persona cercana a la familia le comentó que había tenido una especie de experiencia mística en la que Cala le hizo saber que esa joya debía usarla su hija menor. "El anillo lo tengo en una cajita metálica con una llavecita en casa y de vez en cuando lo uso. Es una cábala, me acuerdo que cuando debutó el programa Los ángeles a la mañana, le dije a Ángel de Brito 'vas a hacer picos de siete puntos y le mandé una foto del anillo'. Hizo los picos de siete puntos, de hecho hoy los supera. El otro día Ángel me mandó un mensaje con una foto de la planilla de rating y me dijo que cada vez que llega a siete puntos se acuerda de mí y del anillo de Cala", explicó.
Este sábado, Marina, Iliana y Coca estarán juntas en una gran celebración familiar: "Son esas cosas del destino, se casa mi primo, que era ahijado de mi papá… Vamos a dedicarle la oración a los difuntos en las peticiones. Vamos a hacerla para tener presente al padrino. Vamos a estar festejando, a él le hubiera gustado".
Más allá de la muerte de Juan Carlos, sus herederas aseguran que él todavía las acompaña en todo momento. "Lo recuerdo con alegría, cada vez con menos nostalgia. Está muy presente Cala, todo el tiempo está en mí, en mis pensamientos, a veces me aconseja… yo pienso 'qué diría Cala, cómo lo resolvería'. Tengo esas respuestas adentro y es bastante tranquilizador, te rescata del desamparo de su ausencia", aseguró la panelista de Intrusos. Mientras que la actriz explicó: "Mi padre dejó una estela tan fuerte en el público, no es necesario que llegue un nuevo aniversario para recordarlo cada día, a cada momento. No pasa un día sin que alguien tenga un recuerdo para con él. Eso hace que se mantenga viva la persona más allá de esa prisión física".