65 años de televisión en la Argentina: ¿cómo se gestó la primera transmisión?

El 17 de octubre de 1951, por primera vez Canal 7 emitió imágenes a través del nuevo invento que llegaba desde Estados Unidos para quedarse y cambiar las costumbres

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Y un día, el sueño de la televisión en Argentina se hizo realidad. El 17 de octubre de 1951 alrededor de las cinco de la tarde, se realizó la primera transmisión en el país. Se trataba de un discurso de Eva Perón en Plaza de Mayo. A pesar de algunas resistencias, el gran invento llegó para quedarse y fue cuestión de un par de años para que las familias lo adoptaran y se reunieran alrededor de él para pasar un grato momento.

Todo comenzó con un sueño

Las primeras transmisiones televisivas públicas se realizaron en Inglaterra y Estados Unidos entre 1927 y 1930, de la mano de la BBC y de la CBS y NBC, respectivamente. Sin embargo, no fue hasta 1936 que se comenzaron a emitir programas.

Años más tarde, el invento se convirtió en el sueño de Miguel Yankelevich, que lo había conocido a través de las revistas extranjeras y le insistía a su padre Jaime, director de Radio Belgrano, en que debían traer la "caja boba" al país. Un visionario.

Jaime Yankelevich viajó a Estados
Jaime Yankelevich viajó a Estados Unidos a comprar los primeros equipos televisivos, en honor a su hijo Miguel, fallecido anteriormente

"Mi abuelo se negaba porque decía que como la radio no había, la tele era un invento reciente. Miguel murió a los 18 años en 1949. Cuando falleció, mi abuelo quiso traer los equipos como homenaje a su hijo", relató Gustavo Yankelevich a Teleshow, sobre la historia que pasó de generación en generación.

Mi abuelo, Jaime Yankelevich, quiso traer los equipos como homenaje a su hijo que había muerto
Gustavo Yankelevich, ex gerente de
Gustavo Yankelevich, ex gerente de programación de Telefe, su papá y su abuelo trajeron los primeros equipos televisivos al país

Carlos Ulanovsky, autor junto con Pablo Sirven y Silvia Itkin, de Estamos en el aire, el libro que cuenta la historia de la televisión y que acaba de ser reeditado por el 65° aniversario del medio, reflexionó en diálogo con Teleshow: "Hubo mucho de locura personal, de pasión, de apuesta por parte de la familia Yankelevich. Casi todo se financió con el dinero que ellos habían obtenido por la venta de Radio Belgrano y según fuentes familiares, la sociedad concesionaria no utilizó divisas ni del Estado ni del Banco Central".

Hubo mucho de locura personal, de pasión, de apuesta por parte de la familia Yankelevich

Fue entonces que Jaime, junto con su hijo Samuel (papá de Gustavo) viajó a Estados Unidos en busca de los preciados equipos. Las primeras noticias no fueron del todo buenas: "Les dijeron que estaban armando las máquinas, que había que esperar tres o cuatro años porque lo que había ya estaba vendido a Rusia. A mi abuelo no le quedaba mucho tiempo, estaba enfermo. Pero cuando estaba por regresar comenzó la Guerra Fría y esos equipos que iban a ir a Rusia, quedaron disponibles", contó el ex gerente de programación de Telefe.

Así comenzaba a hacerse realidad el sueño de Miguel…

¡El gran día!

El 17 de octubre no se hizo solo. Para poder transmitir aquel discurso de Evita se necesitó mucho trabajo y esfuerzo. Que la primera transmisión se haya realizado el Día de la Lealtad Peronista tampoco fue casual.

Un acto de Eva Perón
Un acto de Eva Perón fueron las primeras imágenes emitidas en la televisión argentina, el 17 de octubre de 1951

Aquel día, manejaron las cámaras Enrique Telémaco Susini (conocido como uno de "los locos de la azotea", creadores de la radio), Agromayor y Gerardo Noizeaux. En el switcher se encontraba Oscar Orzábal Quintana.

La primera transmisión de televisión
La primera transmisión de televisión se realizó en 1951

"Evita hizo más que Perón para la llegada de la televisión. Probablemente alentada por el ministro de Comunicaciones Oscar Nicolini, mantuvo conversaciones formales con Jaime Yankelevich y le sugirió la fecha como el momento ideal para el lanzamiento. A Perón en cambio, probablemente por desconocimiento, nunca le entusiasmó demasiado el tema", explicó Ulanovsky.

Carlos Ulanovsky, autor de Estamos
Carlos Ulanovsky, autor de Estamos en el Aire, con Pablo Sirvén y Silvia Itkin

En el mismo sentido, Gustavo Yankelevich coincide en que "la fecha fue pedida", a pesar de que toda la movida la familia la hizo por su cuenta y sin apoyo estatal ni de instituciones.

Respecto a por qué tardó tanto en llegar el medio al país, el periodista explicó: "En el mundo y aquí también los efectos de la segunda guerra retrasaron notablemente la instalación". Además, destaca que Estados Unidos antes de abrir el mercado, buscó cumplir sus metas y objetivos en lo referente al tema.

El invento que llegó para quedarse

Al principio el medio fue resistido: "Estaban los que decían 'ahora la tele acaba con todo' y los que iban en contra de esa idea. Primero por miedo a lo desconocido, y segundo porque daba rabia aceptar que se iba a perder lo conseguido. Yo creía que tardaría en imponerse, que antes de un televisor las familias preferirían comprar una heladera. ¿Quién marcó más a la gente? ¿el televisor o el lavarropas? No sé, sí estoy seguro de que la tecnología cambió a la gente", había dicho Antonio Carrizo, figura de la radio y le tele, en la primera edición del libro Estamos en el aire.

¿Quién marcó más a la gente? ¿el televisor o el lavarropas? No sé, sí estoy seguro de que la tecnología cambió a la gente
Antonio Carrizo, locutor y figura
Antonio Carrizo, locutor y figura mítica de la radio y la televisión

Para Ulanovsky, el '54 fue un año clave para el establecimiento de la tele en el país ya que el Gobierno había obtenido el permiso para importar 250 mil aparatos, lo que permitía bajar un poco sus costos. Los primeros que habían llegado de la mano de Jaime (sólo 450) tenían un precio bastante alto para los particulares.

La televisión cambió sin dudas la forma de entretenerse en familia. Ya no era necesario ir al cine para ver una ficción. La gente se podía enterar de todo, con imágenes, desde la comodidad de su casa. En este aspecto Ulanovsky rescata algunos ciclos como Cómo te quiero Ana, Doña Petrona C. de Gandulfo y Tropicana Club, además de programas extranjeros como Cisco Kid y Patrulla de Caminos.

Lo que siento mirando para atrás es orgullo por mi abuelo, que fue un visionario y que lo pudo llevar adelante. Lo hizo por amor

"Para mí es mucho orgullo, nací con eso, crecí con eso. Lo que siento mirando para atrás es orgullo por mi abuelo, que fue un visionario y que lo pudo llevar adelante. Lo hizo por amor", cerró Gustavo Yankelevich.

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