¿Qué es de la vida de los personajes reales de "Inseparables"?

El 11 de agosto se estrenó una remake argentina de la película francesa “Intouchables”. Oscar Martínez y Rodrigo de la Serna son los encargados de ponerle el cuerpo a esta intensa historia sobre la amistad que unió a Philippe Pozzo di Borgo y Abdel Yasmin Sellou

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(Gentileza Alliace/dpa)
(Gentileza Alliace/dpa)

Todo comienza con una gran amistad. De eso se trata Inseparables, la película que se estrenará este jueves 11 de agosto. En el tráiler se puede ver a un Rodrigo de la Serna muy canchero, con ínfulas de casanova, disfrutando de la vida, pese a ser de la clase baja, dejándose llevar por el momento que le toca: ser el asistente terapéutico de un tetrapléjico millonario. Oscar Martínez está sentado en una silla de ruedas a su cuidado, dejándose llevar también por la experiencia de lo que le es extraño y ajeno. Se podría decir que el film de Marcos Carnevale narra la historia de una amistad entre dos mundos opuestos. Sin embargo, y pese a las hilarantes situaciones que rozan lo imposible, está basada en una historia real.

Philippe Pozzo di Borgo es un empresario francés que dirigió la compañía Pommery, reconocida marca de champagne francés, y creció en un palacete de la rue de l'Université de París. Decir que es de la clase alta sería poco ya que nació en la unión de dos familias aristocráticas: su padre fue el quinto Duque Pozzo di Borgo y su madre, Béatrice Roche, era la hija del prefecto Tony-André Roche. Su futuro estaba asegurado, de hecho se había casado y tenía dos hijos adoptivos, sin embargo su vida cambió en 1993 cuando sufrió un accidente de parapente que lo dejó cuadripléjico. Tres años más tarde murió su esposa Béatrice –padecía cáncer de médula ósea– y entró en una profunda depresión. Pero antes de eso, hubo un proceso doloroso: su padecimiento con todos los dolores fantasmas que su discapacidad implica, y el padecimiento tumoral de su esposa.
Como ella ya no lo podía cuidar porque el cáncer avanzaba, decidió buscar alguien que lo ayude, que sea su asistente y que lo acompañe durante el día a realizar sus actividades. Pese a lo que le recomendaban, contrató a Abdel Yasmin Sellou, un joven inmigrante argelino que acababa de salir de la cárcel por delincuencia reiterada y estaba buscando trabajo. "Como empresario he contratado a cientos de personas y jamás he mirado un currículum. Miro a la persona y olvido las etiquetas", dijo en una entrevista el aristocrático. ¿Intuición o destino? Si la verdadera amistad es, como decía el poeta indio Rabindranath Tagore, igual que la fosforescencia, porque resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido, entonces cabe prestarle atención a los momentos difíciles, los que parecen calles sin salida y que terminan en una pared infranqueable. En un momento así se conocieron, en medio de la oscuridad. No podría ser de otro modo.

Este episodio en la vida de ambos hombres es la que narra Inseparables, el nacimiento de una amistad a prueba de balas. Todo surgió en el año 2001 cuando Pozzo di Borgo –su esposa lo había alentado antes de su muerte– se animó a publicar su autobiografía titulada El segundo aliento. Hombre culto como pocos (posee máster en Historia, Economía, Ciencias Políticas y Finanzas), no le resultó difícil la tarea de narrar su vida. Uno año después la periodista francesa Mireille Dumas los entrevistó a ambos en su programa televisivo Vida pública, vida privada y se conmovió tanto con la historia que terminó realizando un documental. Basándose en este film y en la autobiografía del propio Pozzo di Borgo, en 2011 los directores Olivier Nakache y Éric Toledano llevaron a cabo Intouchables con las destacadas actuaciones de François Cluzet y Omar Sy.

Fue una épica de la taquilla. Se convirtió en la segunda película francesa más vista de la historia. Todo un acontecimiento en Francia y en el resto del mundo por donde se proyectó ya que abrió un debate propicio de la época, el de la discapacidad. En una entrevista, Pozzo di Borgo opinó que estamos en presencia de una dictadura de la normalidad que nos impide pensar la fragilidad humana. Para aquel entonces se reeditó su biografía incluyendo además un nuevo capítulo titulado El diablo de la guarda, en referencia a su compañero. Bajo el mismo título que la película, solo que en singular, el libro se convirtió rápidamente en un bestseller vendiendo más de 200 mil ejemplares en los dos primeros meses. Un año después apareció la autobiografía de Sellou, Has cambiado mi vida, dedicada a su amigo.

Hay una pregunta que queda resonando: ¿cómo es posible que esta amistad logre prosperar si ambos eran tan opuestos? "Dos hombres sobre los márgenes de la sociedad que dependen el uno del otro", se definieron; uno demasiado lujoso, otro demasiado marginal. Pero hay algo más. "De la compasión procede una gran nube, ¡atención, hombres!", decía Zaratustra, el personaje de Friedrich Nietzsche, señalando un gran problema. ¿A qué se refería? A la falsedad que invade los lazos sociales cuando una de las partes actúa con condescendencia. "Quiero que no me tengan piedad", dice en el tráiler el personaje de Oscar Martínez enfatizando la necesidad de llevar adelante una relación social sin que lo traten como un ser inferior que no puede afrontar la vida tal cual es. No quiere piedad ni compasión, quiere un trato de franca igualdad. Quizás en eso recae la amistad, en la sinceridad absoluta. Porque si es como escribió Michel Houellebecq en El mapa y el territorio, que la individualidad es apenas una ficción breve dentro de una especie social, entonces esa realidad cotidiana de vivir en sociedad tiene que ser genuina y verdadera. El mismo empresario aristocrático lo ha dicho en varias ocasiones: "Lo que constituye la sal de la vida es la relación con el otro, ahora".

Luego de un aluvión mediático que implicó presentaciones en eventos, entrevistas frente a audiencias y maratónicas conferencias de prensa, ambos hombres volvieron al anonimato. Hoy Philippe Pozzo di Borgo tiene 65 años y se radicó en Esauira, Marruecos, para vivir un apasionado romance con una joven marroquí, madre de dos hijas. Además, el año pasado se convirtió en el padrino de la asociación Aliviar, pero no matar que hace campaña en contra de la eutanasia. Lo último que se vio de Abdel Yasmin Sellou fue su participación en el reality Secret Story en el año 2014. Hoy vive en Argelia, su tierra natal, donde dirige una empresa avícola.

 
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