Diego Reinhold defendió su postura ante las críticas: "Soy un comunista 'new age'"

Diego Reinhold se metió en el centro de la polémica al comparar en Twitter la inflación y los "tarifazos" con el Holocausto. Tras darse cuenta que muchos lo criticaban, decidió borrar algunos mensajes pero luego siguió criticando ciertas medidas del Gobierno. Entre otras cosas, dijo que "en el '41 lograron meter mucha gente dentro de muros en los ghettos" y que "hoy lo lograron de nuevo pero esos muros son precios, tarifas y aumentos".

Luego, defendió su postura en diálogo con el programa radial Por si las moscas. "Sobre el tema tarifas, yo considero que el recurso natural es natural, por lo tanto debería ser gratis. ¿Por qué el agua no puede ser gratis? ¿Por qué no podemos pensar en un mundo gratis? ¿Por qué esta cosa del esfuerzo? Es el mundo salvaje en el que vivimos", precisó el actor de la obra teatral Como el culo.

En ese sentido, negó que sus dichos puedan considerarse parte de la "grieta" que separa a los macristas de los kirchneristas y explicó: "Yo claramente soy comunista, y no comunista de los regímenes que se han probado en el mundo. Yo soy un comunista 'new age', 'reinholdismo' a pleno".

"Me dicen que soy K. ¡Yo me cago de risa! Los K están re lejos de lo que estoy planteando. Lo que pasa es que son funcionales a lo que yo estoy planteando, por lo menos un poquito más, pero también comen carne", dijo. El actor explicó que las bases de su comunismo "new age" contemplan el rechazo al trabajo y la promoción del vegetarianismo: "Cada vez nos estamos quedando más lejos del disfrute, del paraíso. Te imponen que la vida tiene que ser rentable, para mí es mucho más espiritual y esotérico, tiene que ver con una búsqueda de muchas vidas, con una cohesión de todas las almas. Yo soy vegetariano".

Respecto a las críticas de las personas que se enojaron por comparar ciertas medidas del Gobierno con el genocidio nazi, indicó: "Hay mucha gente que se sintió afectada y no comprendió lo que quise decir. Yo siendo el dolor como lo sienten ellos, pero no por eso voy a dejar de usar la palabra. ¿Sabés cuántos genocidios hubo en la historia y los siguen habiendo? Ellos no son los dueños de la palabra".