Una pareja y sus dos hijos deciden pasar unas vacaciones en la casa de la playa. La tranquilidad familiar se verá afectada cuando comiencen a ser acosados por cuatro personas que inexplicablemente lucen físicamente iguales a ellos.
Este thriller de terror que escribe y dirige Jordan Peele no funciona como una metáfora sobre el racismo como su primera película ¡Huye!, sino que esconde un mensaje sobre el control que los gobiernos hacen de la sociedad y el lado oscuro y maligno de las personas.
El filme arranca con un prólogo que nos cuenta la experiencia traumática de Adelaide en su niñez, cuando en una salida familiar a un parque de diversiones termina extraviada en un laberinto de espejos. Este hecho cobrará vital importancia en el desarrollo y desenlace de una historia que nunca decae.
(Video: Tráiler de "Nosotros")
A medida que avanza el metraje, vamos descubriendo junto a los protagonistas el mundo de pesadilla que les toca vivir. Peele vuelve a apelar al humor más oscuro y lo fusiona con escenas de extrema violencia, generando secuencias de gran tensión y suspenso.
Lupita Nyong'o se luce en su doble papel principal, mostrándose indefensa y frágil a la vez que resulta terrorífica y animal cuando le toca en suerte componer a su doble maligna. No es la única, todos los intérpretes son creíbles e inquietantes (sobre todo los niños), en un largometraje que se sostiene más en los personajes y la historia que en los efectos.
Nosotros es una película que se aleja del estilo de BlumHouse, su estudio productor, evadiendo los clichés del horror para adolescentes y centrándose en un argumento con muchas capas y lecturas, sin olvidar por eso las bases del género (por momentos tomando ideas del cine de Michael Haneke u homenajeando los climas que remiten al Giallo italiano), algo que el director conoce y maneja a la perfección.
Nosotros y ¡Huye! podrían ser parte de un doble programa, dos filmes herederos de La dimensión desconocida (Jordan Peele está detrás de la remake de la clásica serie), pero en versión bestial y con mucho gore. Son películas complementarias que no se pisan, que atrapan y se disfrutan desde el primer fotograma hasta el último fundido a negro.
Eso sí, no esperen súper explicaciones, ni que todo lo que ocurre en pantalla tenga un fundamento redondo, hay mucho que queda para la consideración del espectador. A pesar de que el filme cuenta con más de un final, la pesadilla fílmica funciona, justamente, por este juego que permite imaginar y suponer mucho más de lo que se muestra. Una caja de sorpresas… como nosotros mismos…
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