El protagonista del filme es Miles Morales, un adolescente de raíces latinas y afroamericanas que adquiere superpoderes tras ser picado por una araña radioactiva. Para descubrir que "un gran poder conlleva una gran responsabilidad" el joven contará con la ayuda del mismísimo Peter Parker. El dúo hará equipo con otros "hombres y mujeres arañas" de distintos universos para así poder frenar a un grupo de villanos encabezados por KingPin.
Los directores Peter Ramsey, Bob Persichetti y Rodney Rothman han logrado una verdadera maravilla de la animación. Un filme que combina toda clase de técnicas para trasladar el lenguaje y el espíritu de las viñetas a la pantalla.
Desde un guion sólido, divertido, que hace constantes referencias a las anteriores versiones fílmicas de Spider-Man y a todos los tópicos del personaje, pasando por una galería de malvados unidos en un dream team del mal, cuya cabeza y cuerpo, es la de Wilson Fisk, hasta una banda de sonido poderosa, en la que ningún compás desentona con los fotogramas que componen el filme, estamos ante una producción de factura intachable, una bocanada de aire fresco dentro del mundo animado, un antes y después del género.
Luego, claro, el carisma y la empatía de todos las versiones arácnidas, cada una con su estilo y trazo, un variopinto equipo de Superhéroes, un team irresistible cuyos integrantes remiten al animé, a los cómics clásicos, las tiras de los diarios y hasta las locuras animadas de los cartoons televisivos.
Spider-Man: Un nuevo universo es lo más cercano a un cómic animado. Una cinta de ritmo trepidante, cargada de adrenalina, una experiencia fílmica que aunará a las nuevas generaciones de espectadores con los cultores retro del famoso "trepamuros".
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