En 1938, Errol Flynn, el actor del momento, se puso un traje verde brillante y se trepo a los árboles del bosque de Sherwood para protagonizar Las aventuras de Robin Hood, uno de los títulos de aventuras más emblemáticos de la época dorada de Hollywood. Esta película épica marcó la estética del personaje y sirvió de inspiración a numerosas versiones posteriores.
Walt Disney produjo un filme animado del mito. En 1973, le puso a Robin y el resto de los personajes el cuerpo de distintos animales para crear una película prodigiosa, colorida y muy fiel a la historia original.
Tras varias versiones en los noventa, Robin Hood fue interpretado por el actor de moda, Kevin Costner. Un filme con mucha acción y música de Bryan Adams que resultó un éxito de taquilla.
Ridley Scott intentó contar los primeros años del experto arquero en un filme con Russell Crowe en el papel principal. Una superproducción que no tuvo el resultado de crítica ni público esperado.
Ahora, una vez más, el personaje, uno de los más emblemáticos del folclore inglés, regresa a la pantalla grande con el rostro del joven Taron Egerton, secundado por Jamie Foxx como su eterno compañero Pequeño Juan.
En esta adaptación que llegará a las salas en los próximos días, el joven Robin Hood (Taron Egerton) regresa a su hogar, endurecido, tras luchar como guerrero en Las Cruzadas, descubre un reino en el que la corrupción es la moneda de cambio de la corona inglesa.
En ese momento, junto a su compañero Little John (Jamie Foxx), toma la decisión de formar una banda de bandidos y liderar una audaz rebelión en la que se enfrentarán al malvado Sheriff de Nottingham (Ben Mendelsohn).
Esta película de acción y aventuras basada en el popular forajido está dirigida por Otto Bathurst, responsable de varios capítulos de series británicas exitosas como Peaky Blinders o Black Mirror.
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