El actor de Escuela de Rock, Nacho Libre y King Kong, entre otras muchas otras, es idolatrado por grandes y niños. Porque Jack Black es un intérprete multitarget que combina en su prolífica filmografía comedias para adultos con películas familiares.
Ahora estrena La casa con un reloj en sus paredes, un filme en el que encarna a un hechicero que debe hacerse cargo de su sobrino huérfano. El papel del niño lo compone Owen Vaccaro, un chico de 10 años con una ductilidad sorprendente al que ya hemos visto en Guerra de papás.
En Los Ángeles, Black y Vaccaro recibieron a Teleshow para contarnos más sobre esta historia repleta de magia, zombies, brujas y hechizos que se desarrolla en una casa que parece tener vida propia.
"Tengo que ir a Argentina, nunca estuve —es lo primero que nos dice Jack Black—. Es un camino largo pero está en mi lista de pendientes. Escuché que tienen la mejor carne, ¿es verdad?".
—Sí, es verdad. Es espectacular. Hablemos de la película. ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con este niño (Vaccaro)?
—Fantástico. Es un excelente actor. Nos divertimos mucho, cantamos muchas canciones mientras grabábamos. Realmente ambos compartimos la pasión por hacer películas y armar un espectáculo. Tenés que amarlo porque asusta en cierto punto ponerte frente a una cámara: te ponés un poco nervioso y la única manera de sobrepasarlo es si lo amás. El amor mata al miedo.
—Y vos, Owen, ¿qué podés decir sobre la relación de este tío con su sobrino?
—Creo que desde el principio de la película se ve que son lo opuesto. Al principio, totalmente lo opuesto. Lewis es tímido, introvertido, y el tío Jonathan es ruidoso, extrovertido. Pero para el final de la película Lewis aprende a aceptar quién es realmente, y creo que eso cambia todo.
—¿Cómo es trabajar con Eli Roth, el director del filme? Porque él viene de trabajar en películas de terror. Y esta historia es muy distinta.
Jack: —Sí, pero yo supe apenas nos conocimos que sería genial. A decir verdad, yo estaba entusiasmado ante la idea de que este maestro del horror tuviera que cambiar las herramientas y hacer una película para la familia que dé miedo. Eso me parece excitante. No querés a alguien suave, que no sea un maestro del terror: querés que asuste porque a los chicos les gusta asustarse… Y él es inteligente. Eli sabe que no tiene que hacer algo que dé demasiado miedo, y él es un ingrediente esencial en esta película.
—Owen, ¿cuál fue para vos la parte más complicada para hacer tu personaje?
—No reírme en el set.
—¿Sí? ¿Por qué?
—¡Porque es tan gracioso trabajar con alguien como Jack!
—La casa es un personaje principal en la película. Jack, ¿cómo fue la experiencia de trabajar en este lugar con increíbles animaciones y cosas mágicas?
—Fue un esfuerzo de equipo hacer la casa. John Huttmann, el diseñador de producción, es un genio porque cada habitación tenía un trabajo de arte distinto. Y las otras personas, el equipo de efectos especiales, estuvieron geniales. Nosotros teníamos que imaginar que todo eso estaba sucediendo: libros volando, robots asesinos, calabazas asesinas… Y ellos hicieron que eso tome vida de forma hermosa. Pero tenés razón, la casa es un personaje, y deberían haber puesto al final: "La casa, interpretada por…", y mencionar a todas esas personas.
—La última pregunta, Owen, ¿cómo fue trabajar con Cate Blanchett?
—Ella es tan divertida, es genial. Teníamos fiestas esporádicas en el set y ella es una gran bailarina.
"Fiestas esporádicas: mirá el vocabulario de este chico. Es inteligente, un agregado para este actor talentoso", cierra Jack Black, mientras se despide haciendo gestos que demuestran el histrionismo de un personaje único.
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