Cuatro años después que el parque temático Jurassic World fuera destruido por los dinosaurios, la Isla Nublar está ahora abandonada por los humanos, mientras los gigantescos reptiles intentan sobrevivir por sí mismos en la jungla.
Cuando el volcán de la isla comienza a tener actividad, Owen Grady (Chris Pratt) y Claire Dearing (Bryce Dallas Howard) organizan un equipo de rescate para salvar a aquellos dinosaurios que han quedado con vida tras la extinción. La misión tendrá consecuencias inesperadas.
El español J. A. Bayona le da nueva vida a la serie, dividiendo el metraje en dos, una primera parte clásica en la isla, con escenas de alto impacto, acción a raudales y efectos imponentes; y una segunda parte más intimista, casi gótica, en la que los dinosaurios protagonizan un oscuro cuento de hadas en el que se transforman en "el cuco debajo de la cama".
El realizador logra generar tensión, suspenso y momentos de terror cargados de adrenalina sin apelar en demasía a los efectos digitales. La fotografía, los decorados, la música y actuaciones, están al servicio de una historia que atrapa y se despega de los lugares comunes.
A la vez, el filme, homenajea a las primeras entregas, colocando en la película al profesor Ian Malcolm (impagable Jeff Goldblum), quien termina oficiando, como las anteriores veces, de voz racional entre tanta locura y ambición por parte de los infaltables empresarios/científicos inescrupulosos.
Más allá del entretenimiento, la historia se reserva un mensaje claro sobre los peligros de la manipulación genética y un bienintencionado discurso ecológico. Aunque cuenta con algunos momentos truculentos, es un filme muy disfrutable tanto para niños como para adultos, con climas "ochentosos" tan de moda en los últimos tiempos, y momentos que remiten a clásicos modernos como Stranger Things.
La vida se abre camino, y esta saga también. Larga vida a los dinosaurios.
Mi calificación: 9 puntos