Gigante. Así es Guillermo del Toro. Físicamente nadie tiene dudas al verlo, pero cuando te enfrentás a su cine y tenés oportunidad de charlar con él, descubrís que es inmenso en otros sentidos también.
Ama el séptimo arte. Ha crecido visionando cine fantástico: películas de horror clásico, de monstruos, leyendo cómics y novelas de fantasía y magia. Y todo este bagaje lo ha volcado en su filmografía.
Desde su ópera prima Cronos, una original historia de vampiros y alquimia con Federico Luppi, pasando por la fantasmagórica El espinazo del Diablo, la fundamental El laberinto del fauno, hasta las superproducciones como Titanes del Pacífico, todo el cine de este mexicano está plagado de imágenes poderosas, personajes pintorescos y mucha cinefilia.
La forma del agua, su nuevo largometraje, narra la historia de amor entre una mujer muda y una criatura anfibia. Un homenaje a El monstruo de la Laguna Negra, y a la vez una fábula en clave La bella y la bestia.
El filme puede convertirlo en el tercer mexicano en ganar un premio de la Academia como mejor director (detrás de Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu)
En Los Ángeles, Del Toro habló sobre la génesis de la multinominada obra, el subtexto político que tiene y reveló varias curiosidades más sobre esta, una de las grandes películas de 2018.