"Liga de la Justicia": quisiera un Avenger

La película que reúne a los héroes más importantes de DC Comic está un escalón por encima de "Batman V Superman", pero no logra la solidez de los productos de su competidora Marvel

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Bruce Wayne / Batman y Diana Prince / Mujer Maravilla encabezan un equipo de superhéroes en el que reclutan a Flash, Aquaman, Cyborg y el resucitado Superman para combatir al poderoso Steppenwolf, un villano decidido a destruir el mundo.

Ben Affleck en la piel del "hombre murciélago" luce en este filme un poco más irónico y menos solemne que en su debut frente a Superman. Parece haber una búsqueda de emparentar su personaje más con el millonario, excéntrico y mecenas Tony Stark de la saga The Avengers. De hecho la relación entre Wayne y el joven Flash (Ezra Miller) tiene puntos en común a la que sostienen Stark y Peter Parker.

Gal Gadot como la Mujer Maravilla sigue siendo uno de los puntos fuertes del Universo DC. No solo porque es bellísima y el personaje parece haber sido confeccionado para ella, sino porque su historia personal y la manera en que se mueve dentro del argumento general es la más sólida y creíble de todo el equipo de superhéroes.

Jason Momoa como Aquaman carga de humor y carisma al personaje y la película, pero por momentos parece que está haciendo una parodia del hombre de la Atlántida y no una composición. Alejado del original de los Cómics, es quizás la versión más libre de todos los que componen la Liga.

Flash funciona como el "comic relief" de la trama, pero su exceso de chistes y "momentos graciosos, que no causan gracia" lo transforman en un personaje sin fuerza, uno de esos que funcionan mejor cuando no están en escena.

Cyborg, sí que es una sorpresa. El menos popular de los integrantes de la Liga, es un ser cargado de angustia, odio, y ganas de redención que compone muy bien Ray Fisher y que termina siendo fundamental para el desarrollo del argumento.

El villano, totalmente hecho en CGI, es de los peores que hemos visto en el cine de DC. Artificial, sin mucho atractivo, no resulta ni creíble ni amenazante, parece más salido de un videojuego que de unas páginas de viñetas.

Otro punto bajo son los vestuarios: el traje de Flash es literalmente feo, luce como si fuera de otra producción con menor presupuesto. Batman tiene al principio del filme un vestuario poderoso, pero luego en el climax cambia por una especie de armadura que poco tiene que ver con la estética del personaje y que lo hace lucir fuera de forma.

Visualmente, se nota un cambio en la paleta de colores, la fotografía sigue siendo fría y oscura, pero con más luz y brillo, en un claro intento por acercarse un poco a la cinta de Mujer Maravilla y alejarse lentamente de la atmósfera cultivada por Nolan.

A favor, decir que la música de Danny Elfman recupera la oscuridad y la contundencia de la banda sonora de los filmes de Burton. Las escenas de acción son entretenidas y están muy bien rodadas, y el metraje al no ser extenso hace que el filme se torne llevadero.

Para el final, unos renglones dedicados a Superman. Su presencia en la película está poco aprovechada, su regreso a este mundo es poco épico, y no existe en las dos horas de filme ni un solo instante en el que el "Hombre de Krypton" recupere la mística que el personaje desprendía en la piel de Christopher Reeve.

Sin diálogos o secuencias ridículas como aquella en la que los dos máximos superhéroes descubrían que sus madres se llamaban igual (¡Marta sos la número uno!), la película es superior a Batman V Superman, pero aún está lejos de la solidez, coherencia y nivel artístico que se espera de esta franquicia.

Mi calificación: 6 puntos

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