Millie Bobby Brown y Caleb McLaughlin son parte de una de las tantas claves que sostienen a Stranger Things, el último éxito de Netflix, estrenado a mediados de julio. Además de las referencias a películas de los años 80 como E.T., Poltergeist o los Goonies, la ficción ambientada en 1983 de los hermanos Duffer se apoya en un elenco que atrapa y genera empatía con el público. Del casting surgió un grupo de jóvenes talentos que lidera la historia de ciencia ficción. McLaughlin interpreta a Lucas, uno de los amigos de Will Byers, el chico que desaparece del pueblo estadounidense Hawkings, en Indiana. Junto a Mike y Dustin (Finn Wolfhard y Gaten Matarazzo, respectivamente), busca a su amigo y se encuentra con Eleven, el misterioso personaje que llevó adelante Brown, con la cabeza rapada, poquísimas palabras y poderes sorprendentes como la telequinesis.
Winona Ryder también es parte de Stranger Things. En su primer proyecto como protagonista para TV, es Joyce Byers, la madre de Will. A lo largo del rodaje, la actriz de Inocencia Interrumpida y la versión de Drácula de Francis Ford Coppola, entre otros trabajos, se convirtió en una guía para este grupo que da sus primeros pasos fuertes en la industria. "Las escenas que tuve con Winona, ella fue realmente agradable y nos cuidó", dijo Caleb en una entrevista con Teleshow. Su compañera asintió y agregó: "Ella todavía es grandiosa. Es una leyenda en esta industria, especialmente para Hollywood. Trabajar con ella fue realmente increíble. No es que ella nos daba tips o nos ayudaba. Ella nos donaba su conocimiento sólo con actuar frente a nosotros. Así nos ayudaba. Ella es ultra profesional".
Frente a cámara, Brown se animó a imaginar qué haría si tuviera en la vida real los poderes de su personaje. "Los usaría en la escuela cuando voy. Les diría a mis compañeros: '¡CÁLLENSE!'", bromeó la joven actriz. Pero luego se corrigió y pidió cambiar el superpoder: "Me gustaría poder curar, curar el dolor o cualquier enfermedad de una persona". ¿Qué más haría? "Poder tomar una Coca-Cola sin moverme. ¡Ven a mí!".
La ficción se desarrolla de la mano de una banda de sonido que completa el viaje en el tiempo a la década del 80. S U R V I V E, una banda de Austin, Texas, está detrás de la cortina que abre cada capítulo con un sintetizador que llena de tensión la pantalla. Pero también hay más música en la serie, como los clásicos de The Clash, "Should I Stay or Should I Go", o de Joy Division, "Atmosphere", entre muchísimos otros. "Fue divertido escuchar esas canciones", aseguró Brown antes de compararlas con uno de los temas del momento: "Especialmente las letras de esos temas, que son increíbles. Me di cuenta de eso. No es como 'Hotline Bling' de Drake. Todavía no sé qué significa 'Hotline Bling'". A la joven actriz, la música le sirvió a la hora de rodar las escenas más dramáticas cuando no estaba inspirada: "Había días que no podía llorar y Shawn Levy (productor ejecutivo de la ficción y director de dos episodios) me decía '¿querés escuchar la música de Eleven?' La escuchaba y yo empezaba a llorar. La música fue increíble durante toda la serie".
Sobre el final de la entrevista, le mandaron un mensaje a sus fans de Sudamérica: "Les voy a adelantar algo. Muy pronto, Gaten y Caleb van a estar grabando un video cantando. Ahí van a saludar a todos sus fans". "Eso va a estar dedicado para ellos", concluyó Caleb.