Su fama repentina, pero sostenida en los valores de su familia y en una sólida carrera en el periodismo deportivo. Los rumores que lo vinculan con Coti Romero y cómo un millón de seguidores en Instagram pueden modificar la mirada de los otros, pero no la propia esencia. Qué haría con un millón de dólares y cómo recuerda el día que tuvo que reaccionar, en el acto y sin libreto, a una de las versiones más desafiantes de Lionel Messi. De esto y mucho más habló Gastón Edul con el Pollo Álvarez en Casino Resort, el ciclo de Infobae que propone un acercamiento distendido y confidente a cada entrevistado.
“Donde no llega el talento, llega el esfuerzo”, le dijo una vez su hermano y colega Esteban, y es la frase que adoptó como lema para mantener los pies sobre la tierra. “Trato de vivir así: mi talento es la perseverancia, el laburo, la constancia de mejorar. Las cosas se te dan por insistir, y en los momentos importantes trato de acordarme de esto”, reveló Gastón durante la entrevista en la que se analizó su presente más allá de la patria futbolera.
“Lo disfruto, es lo que soñé siempre”, admitió el periodista de TyC Sports sobre esta fama que después de su cobertura del Mundial de Qatar trascendió las fronteras del ámbito deportivo y lo volvieron referencia de la Scaloneta, meme y... ¿sex symbol? “Soy un pibe normal, bajito, morocho, y quizás ahora en un boliche llamás un poco más la atención que en otro contexto”, admitió con una sonrisa nerviosa y aceptando las reglas del juego. “Mis amigos me cargan: ‘Antes no te miraba nadie pero ahora sí'”.
Con su exposición en Qatar y aquella nota con Messi, Gastón pasó de tener 120 mil seguidores en Instagram a más de un millón. “Eso genera la Selección Argentina”, sintetizó, y destacó el privilegio de sentirse un periodista deportivo querido por la mayoría del público: “Lo valoro mucho, y no sé cuánto puede durar”. Claro, el mundo sigue girando, y el deber de informar plantea un desafío a diario. “A veces se confunde quedar pegado con no poder decir más nada. Eso me genera una ambigüedad. Por eso trato siempre de informar de la Selección Argentina y de opinar poco. Porque el enojo viene de la opinión, que está bien hacerla, pero la información no tiene ningún tipo de dirección”.
Además de trascender las fronteras del nicho futbolero, su exposición post mundial lo situó de lleno en el juego mediático. Y surgieron los rumores de romance con Coti Romero, otra de fama repentina luego de su paso por Gran Hermano. Se habló de reacciones en Instagram, de salidas con amigos, de encuentros íntimos. Hasta Marcelo Tinelli le preguntó sin filtro a la correntina en la pista del Bailando 2023: “¿Qué pasa con Edul?”.
“Todavía no nos vimos”, aseguró el periodista como si le contestara al hombre de Bolívar. “Me parece una chica muy linda, como al 90% del país. Pero no nos vimos, real”. Sin embargo, más que tajante, la negativa suena a excusas de agendas y a asunto pendiente. Y todo huele a que el encuentro tarde o temprano se concretará, a juzgar por el ping pong improvisado con el Pollo Álvarez:
—¿Es verdad que una vez le llevaste una camiseta de Messi?
—No. No pido camisetas y hago firmar muy pocas cosas. Me da vergüenza.
—¿Tendrías una cita con Coti?
—Sí, como una cita más. Ella es chica, yo soy chico. Hay buena onda.
Donde no hubo precisamente buena onda fue en el Estadio Lusail de Doha en el hecho que marcó un antes y un después en la carrera de Edul. 9 de diciembre de 2022, cuartos de final del mundial, definición caliente por penales y triunfo de Argentina contra Países Bajos. Un Lionel Messi desencajado como pocas veces increpa al neerlandés Wout Weghorst: “¿Qué mirás, bobo? ¡Andá pa’ allá, bobo!”, suelta el rosarino con la mirada llena de furia, mientras un cronista argentino intenta tranquilizarlo. Un segundo después, su nombre, su cara, su reacción, daba la vuelta al mundo.
“Se hizo tan meme, y lo vi tantas veces que a veces siento que no soy yo”, reveló Gastón al observar una vez más la secuencia. Y a casi un año de los hechos, lejos de calmarse, la historia continúa sumando nuevos capítulos. “Hace poco fui a China a cubrir la gira de la Selección y la gente en los shoppings me decía ‘bobo’”, contó con una sonrisa. Y habló con seriedad del tema. “No lo había visto nunca así a Leo, entonces tampoco sabía cómo reaccionar. Después, cuando vi cómo se lo tomó el círculo cercano, los compañeros y él mismo, pasó a ser uno de los momentos más lindos de mi vida. Porque esa frase quedó como una arenga en el mundial”, recordó Edul, sintiendo que aportó su granito de arena para ganar la tercera estrella.
Como es habitual con los invitados a Casino Resort, el Pollo le preguntó qué haría con un millón de dólares. Y Gastón replicó una vez más su estirpe familiera. “Le compro una casa a mi vieja en Caballito o Parque Chacabuco, de tres ambientes para que la visite el nieto, y un buen departamento a mi hermano mellizo, Guido”. “¿Y con lo que te sobre”, le preguntó Álvarez. “Me tomo un año sabático para recorrer el mundo y conocer todo lo que pueda. Sí, me la quemé toda. Pero fui totalmente feliz”.
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