Julieta Poggio fue la invitada de la tercera edición de Casino Resort, el ciclo de entrevistas que propone el Pollo Álvarez en Infobae. Se trató de una charla descontracturada en la que, como siempre, la mesa de ruleta sirvió como excusa para conocer en profundidad la vida de una artista que está en ascenso desde su salida de la última edición de Gran Hermano. Adentro de la casa más famosa del país se ganó el cariño popular, y afuera, supo mantenerse en los medios con su carisma y su arte: además, baila y actúa.
Vestida con un conjunto de chaqueta y pantalón de cuero color negro, una camisa blanca, Juli aceptó las reglas del juego y respondió todas y cada una de las preguntas que le hizo el conductor, según la fortuna que arrojó el azar. Por ejemplo, reveló que llora todos los días. “Soy la drama queen (reina del drama) hecha en persona. Es como que si algo me angustia, me frustra, me agarra un nudo en la garganta y me salen las lagrimas. Un segundito, lloro y ya estoy para seguir”.
Poggio describió cuáles son las situaciones que la llevan a no poder contener las lágrimas. Por caso, “llegar tarde a un lugar”. Otra: “No me contestan un mensaje y me dan ganas de llorar... Y lloro”. Además, explicó qué le hace bien y lo aplica para descargarse: “Me gusta mucho liberar. Todo lo que me pasa (me gusta) hablarlo, comunicarlo, expresarlo. Si me lo guardo, me hace mal”.
A la hora de responder cuál es su debilidad, la actriz no dudó: “La noche. No puedo dejar la noche -se sinceró-. Me dan ganas de hacer cosas, salir”. Al respecto, contó que para ella un buen plan es ir a comer primero, y luego a “tomar unos tragos”. Y coincidió en que los miércoles, jueves y viernes son “de joda”, y que el sábado “es la verdadera noche”. Pero, ¿y el domingo? “Se descansa, se baja”, advirtió. “Me di cuenta que la noche es mi debilidad”.
Por otro lado, habló de su admiración por Emilia Mernes y reveló la sorpresa que se llevó cuando salió de Gran Hermano y encontró una entrevista en la cual la cantante contaba que la propia Julieta era su participante favorita del certamen. “Siempre me gustó demasiado. Siento mucha admiración por ella. Y cuando salgo, veo un clip de ella diciendo que yo era su favorita. ¡Me volví loca!”.
“Es mi ídola suprema: le rezo. Nunca fui tan fan de alguien. Realmente veo sus fotos y digo: ‘Por Dios, la amo mucho, la admiro’”, celebró Poggio, quien luego tuvo la oportunidad de compartir un encuentro con Emilia cuando la invitó a un show. “Ella bailaba y yo lloraba de emoción. Nos sacamos una foto, la pude conocer, abrazar”. A partir de ese momento, Mernes comenzó a seguirla en Instagram; Juli no logra correrse de su admiración y le envía mensajes. “No supero no poder comentarle tipo ‘potra’, ‘diosa’, ‘divina’. Me regulo un poco, pero a veces le mando ‘qué hermosa sos, la estás rompiendo, te amo’. Y ella me responde con corazones. Es re buena. Y yo a veces digo: ‘Soy fan, ¿qué voy a hacer?’”.
Por último, el Pollo Álvarez le preguntó por sus dichos sobre Nicki Nicole dentro de la casa de Gran Hermano. “Cuando veo la primera imagen digo: ‘Nah, no puede ser Nicki Nicole’. No sabés, tiene la nariz re operada. Le cambió toda la cara”, consideró la actriz en diciembre pasado. En ese sentido, hizo un mea culpa y aseguró que está arrepentida por sus palabras. “A veces, cuando estás muy en confianza con las personas, decís cosas de las que te podés arrepentir”, lamentó, aunque dice haber tomado una lección de vida. “De eso aprendí: que hoy en día, sobre todo las mujeres, no tenemos que opinar sobre otras mujeres. Porque yo también me inyecté los labios, no tengo problema en decirlo. Uno dice muchas boludeces ahí adentro porque estás aburrido, te sentís en confianza...”.
Y sobre Nicki Nicole, concluyó: “Ella es una bomba, la está rompiendo. Yo admiro un montón a las artistas argentinas que la están rompiendo y se nos están yendo internacionales. Basta con criticar. Te juro que aprendí, me dejó una enseñanza”.
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