Chato Prada: los secretos del desembarco de Marcelo Tinelli en América y la vuelta del Bailando

El histórico productor anticipa la nueva versión del clásico programa y repasa sus inicios en el medio, justamente en el canal de Palermo. El rating a alcanzar, qué le gusta de la competencia, el avance de la tecnología y la adrenalina de la televisión en vivo

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Entrevista al Chato Prada - Los secretos de la vuelta del Bailando

Siempre firme junto a Marcelo Tinelli, el Chato Prada hizo la cuenta: 31 años de trabajo codo a codo. El productor histórico de ShowMatch admite que la televisión de aire hoy “es otra”, pero se declara su defensor incondicional, frente a la avalancha de contenido on demand que se consolidó en los últimos años.

“Marcelo es el nuevo director artístico de América. Estamos felices de acompañarlo junto a Fede (Hoppe), con José Núñez y Fer Merdeni también. América, mi primera casa. Así que estoy volviendo...”, adelanta el Chato, a las puertas de una nueva edición del clásico Bailando.

Los detalles del regreso, las dificultades de la realidad argentina a la hora de producir, y cómo su vida familiar lo baja a tierra, en una charla imperdible con Pablo Prada.

—Tus comienzos televisivos fueron en América. ¿Cómo fueron aquellos primeros pasos?

—Allá sobre fines de la década del 80, no me acuerdo bien si fue 87 u 88. Yo tenía mucho interés por lo que era el medio audiovisual en esa época, estaba a full el videoclip y todo ese mambo, así que papá y mamá con mucho esfuerzo me regalaron una camarita, y empecé a grabar cosas en Super-VHS. Me compré una casetera y después otra casetera, una V5, un switcher. Empecé a dirigir cosas dentro de mi casa. Entonces entré como switcher master a lo que era Cablevisión, que tenía los estudios en la calle Honduras, y el estudio de América también estaba en la calle Honduras, así es que hice un par de producciones ahí. Trabajaban Claudio Villarruel, Alejandro Stoessel, que era el director, Federico Ruiz el sonidista, Paula Granica, que fue productora de Polka; fue como un semillero. Cuando a Marcelo lo llama Villarruel en el año 92 para hacer esa transformación de lo deportivo al humor (en VideoMatch, Telefé), Claudio me lleva como productor.

—Con Marcelo ya es un matrimonio profesional. ¿Sin interrupciones?

—Sin interrupciones. La verdad que yo me siento muy a gusto. Aunque son tres décadas, siento que fue hace muy poquito. Tenerlo a Marcelo como jefe es muy placentero porque él es una persona muy respetuosa de los conceptos de cada uno. Nos da una libertad absoluta en cuanto al contenido, a lo creativo. El secreto de trabajar tanto tiempo con él es respetar que si bien somos amigos, él es nuestro jefe.

—¿Qué nos podés contar del Bailando 2023?

—La fecha va a ser en julio. El tema estudios no lo quiero confirmar aún pero estamos hablando con Canal 9 a ver si lo podemos hacer ahí. El Estudio 8 creo que tiene 1.000 metros cuadrados, una altura de 9 metros, dimensiones que siempre utiliza ShowMatch por su esquema de armado. Y nos queda cerca de América. Porque Ángel (De Brito, con LAM) termina a las 10 y atrás arranca ShowMatch, y Ángel, con Marcela Feudale, tienen que venir al programa también, así es que estar cerca es importante. Ya lo habíamos pensado antes de irnos a Don Torcuato, pero todos decían: “No es otro canal, la competencia...”. Pero hoy esas cosas ya tienen que estar superadas.

Entrevista al Chato Prada - "América fue mi primera casa"

—Todos entendimos que queremos que a la industria le vaya bien.

—Obvio. Porque esto es trabajo para todos y es la posibilidad de que estemos en nuestro rubro generando programas, y que se mueva la parte comercial. Nosotros somos defensores de ese modelo de la tele abierta, es lindísima. Se respira una cosa muy interesante.

—¿Cómo será la técnica del programa?

—La técnica del Bailando tiene muchas cosas: pantallas, la cantidad de cámaras. El switcher. La consola de sonido. Todo es muy grande. Nosotros hacemos un programa a 12 cámaras completamente en vivo. Con una puesta escenográfica de arte electrónica, en cada coreo hay una puesta distinta. En cada puesta se vive un estreno. Así que se trabaja con muchas cosas para tener variantes en cada momento.

—¿El formato va a ser el Bailando?

—Sí, el Bailando. Siempre le buscamos la vuelta en un montón de cosas. Bailaremos y con público, porque la última vez que lo hicimos estábamos en pandemia y, nada, lo más lindo que tiene el programa para Marcelo es esta cosa de que pueda estar toda esa gente que se acerca y él, que es un conductor que tiene ojos a 360 grados, pueda estar hablando con cualquiera. Y nacen personajes, por supuesto.

—¿Qué sabemos de los participantes de este año?

—Estamos trabajando en varios frentes con los participantes. Prefiero no dar nombres ahora porque estamos hablando con varios al mismo tiempo.

—¿Qué día saldrá el programa? ¿Va a ser en vivo o grabado?

—Salimos lunes, martes, jueves y viernes. El miércoles tal vez haya una sorpresa de Marcelo, relacionado con lo que vivió en Qatar con El Tirri. Al principio vamos a ir en vivo siempre, pero después, por las actividades de mucha gente, de jurados, de bailarines, haremos lunes, martes y tal vez los miércoles. Grabamos jueves y viernes. Porque hay muchos que tienen gira, o teatro, o lo que sea.

—¿Horario?

—Después de LAM. Hora y media, una hora 40 (minutos). Lo que siempre más o menos duró el Bailando.

—También están con la programación del canal. ¿Qué novedades hay?

Vuelve Mariana Fabbiani; Marcelo está feliz. Él es muy amigo de Mariana y de Mariano (Chihade), su marido. Le gusta mucho su estilo de conducción. Así que prontito vamos a tener a Mariana a la tarde en América, estamos viendo temas de horarios y todo eso. Y viene Marcela Tinayre a Polémica en el bar: por primera vez en 60 años lo va a conducir una mujer. América es un canal que conducen muchas mujeres: Pamela (David), Florencia (Peña), Karina (Mazzocco), Mariana.

El Chato Prada adelanta la grilla de América con el desembarco de Marcelo Tinelli

—Cuando ustedes llegan y se empieza a hablar del desembarco a veces eso genera algunos temores en cómo puede impactar en otros programas. ¿Se acomoda la grilla pero no hay levantamientos de programas?

—No hay levantamientos ni nada. Es un placer trabajar en América. Se trabaja con mucha libertad. Con mucho entusiasmo. No se va nadie, se quedan todos.

—¿Cómo vivís este mundo de redes y tanta plataforma?

—Me llevo muy bien con el mundo de redes. Para mí es un gran pasatiempo. Me informo de un montón de cosas. Me preocupa un poco que Valentín (su hijo) medio que me está copiando en eso, aunque mira cosas interesantes también. Las plataformas son increíbles. Esta cosa de que podés agarrar un control remoto, hacer tac, tac, ver lo que quiero ver a la hora que quiero.

—¿Y con la inteligencia artificial, cómo te llevás?

—Me da un poco de miedo pero estoy aprendiendo. La tecnología siempre da como un poco de miedo pero yo estoy recontra a favor de la tecnología y sí, me subo. Me gusta aprender; soy el tipo que pudo ver la televisión en blanco y negro. Yo estaba en Santa Rosa, La Pampa, en el año 72. Iba a venir la tele y estábamos todos con mi familia mirando así el aparato que hacía ruido y rayitas. En un momento, aparecía la señal de ajuste. Yo lo experimenté como algo fantástico. Tenía siete años y me acuerdo como si fuera el día de hoy. Imaginate la cantidad de cosas que han pasado desde ese momento.

—Cuando pasó eso también alguien supuso que la radio iba a dejar de existir, pero sigue estando y acompaña, y se aggiorna.

—Yo te escucho la radio desde las aplicaciones. Necesito también la sintonía AM. Estoy a favor de la tecnología pero también soy bastante equilibrado. O sea, me gusta, pero tengo mis lugares y tiempos de conectar con otras cosas. Con la naturaleza. Con las cosas simples. Con mi hijo. Con mis otros hijos. Con mis dos nietas. Entonces, puedo coquetear con todo, y la verdad que la paso bien y me gusta sorprenderme todo el tiempo.

—¿Y en lo profesional, te seguís sorprendiendo?

—Sí, me sigo sorprendiendo en cosas que me pasan a mí. Yo disfruto mucho de mi laburo, de mis compañeros. Aprendí también con el tiempo; yo antes era cero paciencia, todo ya, ya, pa, pa, pa, iba. Y ahora estoy como un poco más tranquilo y disfruto ese proceso creativo.

—¿Producir un programa como ShowMatch cuando no sabés qué economía vamos a tener en dos meses, limita?

—Sí, limita un montón. Es muy difícil producir. Primero, tenés que ver bien un presupuesto y no correrte prácticamente nada de ahí porque te puede tirar el proyecto al bombo. Entonces hay que estar muy medidos, hay que trabajar mucho, y lo que antes se podía poner un poco más, hoy se pone menos. Desde luces, decorados, vestuario, un equipo de producción. No es lo mismo producir con tres personas que producir con cinco.

—Saldrán al aire en julio, ya con un clima bastante electoral. ¿Aparecerá en el programa?

—Más allá de que sea un concurso de baile, en el programa se habla de todo. Hoy el Gran Cuñado no está en el proyecto, pero este es un programa que históricamente dejó las puertas abiertas para lo que pueda pasar. Entonces, tal vez te digo hoy que no, y faltando dos días estamos tomando los moldes de los actores para hacer el Gran Cuñado.

—¿Ya sabés qué rating querés para Marcelo para este año?

—Es una pregunta difícil. Son otros números claramente. Que estemos en 5 puntos me parece un buen número. Es otra tele. Ojalá.

Chato Prada: "Estoy a favor de la tecnología pero también soy bastante equilibrado" (Gustavo Gavotti)
Chato Prada: "Estoy a favor de la tecnología pero también soy bastante equilibrado" (Gustavo Gavotti)

—¿Cómo te contó Marcelo: “Nos vamos a América?

—Nos juntó, fue un almuerzo que tuvimos, y nos deslizó que estaba negociando. Obviamente que a nosotros nos puso muy contentos. Veníamos de estar en Canal Trece, se había terminado el contrato y aparecía esta oportunidad. Profesionalmente con Fede nos encantó porque está bueno que él transite ese lugar de director artístico, porque es un laburante increíble y es el número uno. Tiene ese olfato. Ama la tele. Él es la televisión, Marcelo es la televisión. Obviamente lo apoyamos y le dijimos “sí, vamos a estar con vos, te vamos a acompañar, por supuesto que te vamos a acompañar”. Primero porque tenía el programa. Y en segundo lugar lo vamos a acompañar en su gestión porque es lo único que hicimos en estos últimos 30 años (risas).

—¿Va a haber programas satélites del Bailando?

—No. ¿Vos decís por Este es el show y ese tipo de cosas? No, porque Pamela (David) toca el espectáculo, Intrusos también, Karina (Mazzocco), Ángel… No va a ser necesario. Tal vez tengamos un programa de fin de semana que sea el debate. Estamos viendo. Hablamos con Denise Dumas, que la queremos, es una amiga y una gran profesional.

—¿Qué te gusta de otras pantallas argentinas?

—Muchas cosas. Me gustan los realities que hace Telefe. Me parecen increíbles. Toda esa sinergia que monta Telefe, desde Gran Hermano, MasterChef. Hacen un trabajo muy consolidado. Me gusta Los 8 escalones, me parece que es un programón para toda la familia con un Guido (Kaczka) que para mí es un conductor maravilloso. Son esos programas con los que te gusta jugar en tu casa, que los estás viendo.

—En algún momento se habló de la posible vuelta de Intratables a América.

—No lo hemos hablado. Es todo es tan dinámico en la tele. Todo puede ocurrir. Intratables fue un programón: decís Intratables y sabés de qué se trata Intratables. Un programa adictivo. Así como Intrusos, que decís: “Lo voy a buscar a las dos de la tarde”.

—Intratables es un hijito de José Núñez.

—José Núñez es padre de muchos hijos. Un hombre soltero que tiene muchos hijos (risas).

—Hablando de hijos, ¿cómo anda Valentino? ¿Cuánto tiene ya?

—Seis años. Primer grado. Está muy Meolans: es nadador. Va tres veces por semana a nadar. Tiene esos arranques insólitos, cosas que te pregunta y que te morís de amor. Nos miramos con Lourdes (Sánchez) y no sabemos qué hacer. Tenemos un solo problema: que se nos sigue pasando a la cama y no dormimos, no sé cómo solucionarlo todavía.

"El secreto de trabajar tanto tiempo con él es respetar que si bien somos amigos, él es nuestro jefe", dice el Chato Prada (Gustavo Gavotti)
"El secreto de trabajar tanto tiempo con él es respetar que si bien somos amigos, él es nuestro jefe", dice el Chato Prada (Gustavo Gavotti)

—¿Valen es el último o vamos viendo?

—Lourdes sí tiene ganas pero debería hacer un tratamiento por todo lo que le pasó (en 2019 debieron extirparle las trompas de Falopio y el apéndice por una infección muy grave). Vamos viendo.

—¿Se duerme en su habitación y se pasa o arranca ya con ustedes?

—Las dos cosas. A veces lo llevamos a su habitación y se pasa como a las cuatro de la mañana o a veces nos quedamos los tres dormidos porque estamos jugando en la cama, mirando la tele. En casa hay tele en todos lados y somos de mirar. Nos encanta mirar la tele en la cama.

—Definime en todos lados.

—En la cocina. En el living. En el cuarto de Valentín. Después otra salita que tengo. Y en mi cuarto.

—Okey. En el baño, no.

—En el baño no, pero va la tablet. A veces estoy viendo algo interesante, va a la tablet y me baño tranquilamente.

—No, dale.

—Muchas veces. Y la radio también. Y el minuto a minuto. Si por ahí hay algo importante que estamos ahí viendo y me tengo que bañar porque me tengo que ir al teatro, porque lo que sea, va el teléfono, con el volumen alto en mi cuarto, para saber de qué están hablando (risas).

La entrevista completa al Chato Prada:

Entrevista completa al Chato Prada

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