“¡Lo bien que hace reírse! Ese es mi lema”, asegura Susana Giménez en esta charla con Teleshow desde la suite presidencial de un hotel en Puerto Madero, a horas de la presentación oficial de LOL Argentina, el reality de Prime Video donde es tan importante no reírse como hacer reír al resto.
“Yo me rio muchísimo. Me hace bien -dice la diva máxima de la televisión-. No te digo que cuando estoy sola estoy riéndome todo el día como tonta, pero me gusta la gente divertida, la que tiene energía, la que entiende los chistes, la que tiene humor, la que le podés decir cosas, por ahí chistes ácidos”.
—¿Cuál es el último momento que te viene a la mente en el que te sentiste muy feliz?
—(Piensa) Bueno... Casi todos tienen que ver con estar con mi hija o con los perros. Estoy muy campesina ahora. Me gustan los animales que tengo, darles de comer, todos los días levantarme y llevarlos al lago que se bañen. Y les doy (comida) a los patos, a las carpas. Cuando nacieron los perros me encantó verlos. Después, el trabajo era tan espantoso que no quise ir más, porque hacían de todo por todos lados los cachorritos (risas). Dije: “¡Dios mío!”, y fueron fatales. Todavía son chicos. Van a cumplir este año.
—Pero ahí hay una Susana feliz.
—Sí, muy feliz. Me gusta la naturaleza. Me gusta el campo. Me gustan los animales, más que nada en el mundo.
—¿Trabajar, lo seguís disfrutando como siempre?
—Sí, me encanta. Me encanta hacer cosas así, puntuales. Hago notas, por ahí viajo a París y hago a alguien. Como siempre, buscando a Messi, que no puedo ¿viste? No lo encuentro (risas). Es mi ídolo.
—¿La nota que quiere Susana es a Messi?
—Y... sí. Es como la que quise toda mi vida en los 80, en los 90: la de Richard Gere. Yo decía: “¡Quiero a Richard Gere, quiero a Richard Gere!”. Me escribió una carta y todo: “No puedo porque tal cosa, tal otra…”. Bueno, al final un día me lo encontré en un bar en New York y estaba con la mujer. No me animé a decirle que era yo. Lo miraba y le decía al que estaba conmigo: “Correte que lo quiero mirar”. ¡Ay, qué lindo que era, qué hombre divino!
—O sea que Susana quería cholulear un poquito a Richard Gere.
—Sí. Yo siempre fui cholula. Desde chica. Les escribía a las estrellas de Hollywood para que mandaran las fotos.
—Y después todos han querido sentarse con vos: hoy nos falta Messi, pero después, todos han pasado por tu living.
—Sí. Era cholula de artistas, no de fútbol, porque no existían Messis.
—Lo que pasa es que hoy Messi, más allá de ser un artista del fútbol, nos ha dado una alegría tan grande en un momento tan difícil que estamos atravesando...
—Fue impresionante lo del Mundial. Yo fui, estaba en Qatar; fui a ver. No me quedé todos los partidos porque eran cada tres días, entonces me fui a Dubái a conocer otras cosas. Pero fue impresionante. Yo creo que fue la única alegría que han tenido los argentinos en los últimos años.
—¿Te reíste mucho haciendo LOL?
—No, siempre estaba nerviosa. Tenía que estar atenta porque soy la jueza. A la primera vez que se ríen, sacás la amarilla.
—Contemos, para quienes no sepan, que vos tenés dos tarjetas, la roja y la amarilla, como en el futbol, y que empezaron a aparecer muy rápido en el primer capítulo.
—Y sí... porque se rieron, los estúpidos.
—Hay un premio importante que lo van a donar.
—Sí, lo van a donar a la entidad que ellos elijan y quieran. Puede ser la de su barrio, cualquiera.
—¿Cómo se portó Grego Rossello en las grabaciones?
—Muy amoroso. Muy bien se portó. Él estaba para ayudarme al principio porque yo no sabía. Yo lo había visto un poquito cuando (al programa) lo hizo Eugenio Derbez, que es una estrella mexicana muy famosa. Y lo había visto solo y se sentía un poco... Entonces me pusieron a Grego, y era una compañía linda.
—Te vimos participar en Porno y Helado, también por Prime Video. ¿Estarías dispuesta para sumarte nuevamente una ficción en una plataforma?
—Sí, claro que sí. Tengo una cosita ahí pendiente, que por ahí se hace, pero no puedo decir.
—¿Sos consumidora de ficción en plataformas?
—No duermo si no veo una serie, una película. A veces me veo 10 capítulos juntos. Me encanta. No te olvides que en el campo yo como temprano y me quedo después con los perros. Beto pone la cabeza en mi falda y me veo hasta las dos de la mañana siempre la tele.
—Dijiste hace poco que mirás hacia atrás los últimos 35 años, y estuviste en el sillón del programa.
—Sí, sentada en un sillón del canal. Se pasa rápido: es verdad que 20 años no son nada, tienen toda la razón del mundo. ¿Qué pasó? ¿Cómo me pasaron estos 35 años así? Estuve sentada en un sillón en un programa la mayoría de los años, a diario. Entonces, no pensás en otra cosa, no podés hacer otras cosas.
—¿Y hoy la estás pasando bien con esta elección de hacer un poco de conducción, un poco de entrevista, un poco de viaje?
—Me encanta. Es un buen momento. También es un buen momento para el streaming porque es el futuro. Los chicos no ven mucho la tele, salvo excepciones. Por ejemplo, Gran Hermano, que es el éxito así, del año. Hay excepciones. Pero después...
—En el streaming cada uno puede elegir qué ver y cuándo verlo, eso es maravilloso. Y realmente se hacen cosas con una calidad increíble.
—Fabuloso, por Dios. Eso es parte de esto, es económico. Un canal no puede gastar en hacer Game of Thrones. Es lógico.
—Vuelvo a la risa porque es muy importante poder reírnos: la estamos pasando difícil.
—Sí, es fundamental. Yo de política no quiero hablar, pero la verdad es muy duro para todos. Ya no es una cuestión política, ya ver que no hay luz con 40 grados de calor hace un mes, te rompe el corazón...
—Gracias, Susana. Nos encanta tenerte en Argentina.
—Gracias.
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