En un exclusivo boliche de Palermo, mientras el torbellino mediático seguía girando en torno a Mauro Icardi, la China Suárez y Wanda Nara, L-Gante eligió un camino distinto: el silencio, el baile y una compañía que no pasó inadvertida. En el centro de la pista, con la música marcando el ritmo, el cantante de RKT se mostró relajado junto a Dakota Gotth, una joven modelo con una fuerte presencia en las redes sociales.
Dakota, que acumula casi 160.000 seguidores en Instagram, no tardó en compartir un video de ambos donde se los veía disfrutar de la noche. “Amante de las aventuras y nuevas experiencias”, se define ella en su perfil, una frase que parecía encajar a la perfección con el ambiente distendido que transmitían las imágenes. Pero lo que realmente encendió las redes fue que el propio cantante replicó el video en sus historias, dando su aprobación tácita a la difusión del momento.
Mientras las luces del boliche iluminaban su rostro, el intérprete parecía ajeno al drama que lo involucraba indirectamente. Sin embargo, un tiempo después el propio músico decidió borrar todo rastro de su presencia en la noche, por lo que solo fue posible ser visto en el perfil de la joven.
Todo este movimiento ocurre luego de las palabras de Mauro Icardi, lanzadas apenas unas horas antes, seguían resonando como un eco implacable en el trasfondo de la escena.
La publicación del deportista en Instagram fue mucho más que una simple declaración de amor hacia la China Suárez. Fue un ajuste de cuentas público, cargado de reproches y acusaciones directas hacia su exesposa, Wanda Nara, y, en menor medida, hacia L-Gante.
El futbolista del Galatasaray no solo oficializó su relación con Eugenia Suárez mediante una serie de fotografías familiares, sino que luego acompañó las imágenes con un texto donde abordó de lleno los rumores y especulaciones que lo rodeaban desde hacía semanas. En una de las fotografías más comentadas, La China aparece abrazando a Francesca, la hija mayor de Mauro y Wanda. “El amor siempre vence al odio”, escribió Mauro como pie de foto, al dejar clara su postura en el conflicto.
Las imágenes mostraban un ambiente aparentemente armónico entre los hijos de ambos: Francesca e Isabella, fruto de su relación con Wanda, compartiendo juegos y momentos con Magnolia y Amancio, los hijos de La China y Benjamín Vicuña. Sin embargo, lo que parecía un intento de proyectar felicidad familiar se transformó rápidamente en una polémica cuando Mauro decidió responder, sin filtros, a los señalamientos de Wanda.
“Nunca le hablo mal a mis hijas de su madre”, afirmó en su publicación. Según Mauro, ni siquiera les explicó cómo se produjo su separación, una decisión que atribuyó completamente a Wanda: “Ella decidió romper la familia por la persona que fue su amante durante tres años y que terminó blanqueando como su novio”.
En un giro inesperado, Icardi también acusó a Wanda de haber priorizado esa relación sobre la estabilidad de sus hijas: “Se instaló en la Argentina durante dos años, mientras las nenas estaban escolarizadas en Turquía”. Y fue aún más lejos al señalar que solo volvió a Turquía en el periodo en el que su pareja, L-Gante, estuvo preso. “De hecho, solo no estuvo en la Argentina los únicos tres meses que su novio estuvo PRESO”, subrayó, encendiendo aún más la polémica.
Mientras Icardi desataba este huracán mediático, Wanda optó por mantenerse en silencio, al menos públicamente. Su perfil en redes sociales no reflejó ninguna reacción directa a las palabras del futbolista. En cambio, compartió imágenes familiares y mensajes que parecían buscar desviar la atención de la polémica.
Por otro lado, la China Suárez mantuvo su estilo habitual: publicaciones cuidadas y escuetas en su perfil de Instagram, evitando comentarios directos sobre la situación. Sin embargo, su presencia en las imágenes publicadas por Mauro hablaba por sí sola. La actriz, conocida por su historial de relaciones mediáticas, parecía cómoda en su nuevo rol junto a Mauro y sus hijas, un gesto que algunos interpretaron como un paso firme hacia la consolidación de su vínculo.
El otro protagonista indirecto de esta historia, L-Gante, adoptó un enfoque completamente diferente. Su presencia en el boliche de Palermo junto a Dakota Gotth fue vista por muchos como un intento de marcar distancia del drama que lo vincula con Wanda. Sin palabras ni declaraciones, el cantante dejó que las imágenes hablaran por él.
Mientras Mauro lo acusaba de haber sido engañado por Wanda, al igual que él, el cantante permanecía en su propio mundo, mostrando un semblante relajado y despreocupado. Las redes se dividieron entre quienes lo criticaron por “no dar la cara” y quienes alabaron su capacidad para mantenerse al margen de las polémicas.
La trama que envuelve a Mauro Icardi, La China Suárez, Wanda Nara y L-Gante parece lejos de resolverse. Cada acción, cada palabra y cada gesto de los protagonistas suma un nuevo capítulo a una historia que ya capturó la atención de millones.
¿Podrá esta nueva relación entre Mauro y La China sobrevivir a la presión mediática? ¿Elegirá Wanda responder públicamente a las acusaciones? ¿Seguirá L-Gante su camino de silencio o decidirá romperlo? Las respuestas, como en toda buena novela, solo llegarán con el tiempo.