Marta Fort llegó a Punta del Este en diciembre del 2024, luego de la Navidad, para recibir el Año Nuevo en Uruguay junto a un grupo de amigas y comenzar las vacaciones. La joven, que cumplirá 21 años el 25 de febrero, se instaló en el departamento familiar y suele recorrer las arenas de Posto 5, en la zona de La Mansa, lejos de la movida que aglutina a los famosos.
La elección de la zona tiene una explicación: a Marta el agua le impone mucho respeto. Y hasta lo ha confesado en un reportaje de la revista Gente el año pasado: “Le tengo fobia al mar”. Por eso elige siempre las zonas donde no hay olas.
Allí, en un día espectacular y vestida con una diminuta bikini blanca, la joven se encontró con quien fue la manager de su papá, Ricardo Fort, Natalia Román, que maneja sus movidas mediáticas y subió las imágenes a sus historias de Instagram.
En su estadía esteña, Marta cumplió con algunos compromisos, como el sunset de una revista. Y el resto del tiempo se dedicó a descansar, tomar sol y salir con amigas a fiestas electrónicas, como la que tuvo al dúo suizo Adriatique como figura central.
Su hermano Felipe, mientras tanto, viajó para pasar sus vacaciones en Cancún, México.
De los mellizos, Marta es la más parecida a su padre. Ella lo sabe. Alguna vez contó que “me dicen que soy Ricardo en versión mujer. Quizás porque no me dejo pisar por nadie, como me decía papá. Y porque era la única que lo hacía callar”. Como él, en una etapa de su adolescencia quiso ser famosa. Y lo logró. Pero luego se aburrió y sus apariciones mediáticas se espaciaron.
Otra de las facetas que heredó de Ricardo es su constancia con el ejercicio físico. El año pasado posteó parte de su rutina, en la que el énfasis estaba puesto en los bíceps y tríceps. En el gimnasio, se la vio utilizando una polea para tonificar los brazos. Todo este trabajo se pudo apreciar en la plata, donde se la notó mucho más tonificada que el año pasado, cuando también estuvo en Uruguay.
El 5 de noviembre pasado, cuando su padre hubiera cumplido 56 años, Marta posteó una serie de fotografías inéditas junto a él y un emotivo mensaje: “Feliz cumpleaños a mi ángel guardián”.
Marta y Felipe nacieron el 25 de febrero de 2005 en Los Angeles, California. Un día antes, su mediático papá, que estaba en la cima de su fama, voló para presenciar el parto de los chicos. El embarazo había sido por vientre subrogado. Así, cumplió un sueño que había acariciado desde su juventud. “Yo me acuerdo que cuando tenía 20 años, estaba en la playa, en Miami, charlando con una pareja de chicas y surgió el tema y me acuerdo que les dije: ´quiero ser padre’ . Y estas chicas me contaron cómo fue el proceso, me quedó en la cabeza y cuando fue el momento empecé a juntar toda la información”, relató sobre el inicio de su intensa búsqueda por tener a sus hijos.
En esa búsqueda, Ricardo tuvo un aliado inesperado. No por el parentesco, sino porque no tenía una buena relación con él: su padre, Carlos Augusto Fort. “Mi padre me ayudó en todo, porque si bien era una persona muy conservadora sabía mi elección de vida”, confesó. Y relató, con mucha emoción, cómo fue la colaboración del patriarca familiar: “Estábamos en Alemania. Lo encontré en el aeropuerto de Frankfurt para ir juntos a una exposición de chocolates en Colonia. Y en el aeropuerto le mostré la carpeta explicativa que me habían dado en la clínica. Le dije que quería tener hijos, que había un método... Se quedó callado. Repetí toda la historia y la segunda vez me dijo que sí. Y me dio la plata... Mi viejo me regaló lo más importante que tengo en la vida: mis hijos”.
Cuando estaba a punto de cumplir los 15 años, Marta también contó, con mucha sencillez, qué significado tuvo para ella haber nacido de esa manera: “No es algo sobrenatural, está bien. Leí varias veces que lo comparaban con la prostitución, porque cosifica a la mujer, porque se le paga, pero para mí, nada que ver. Encima dicen que es egoísta, porque podés adoptar. Entonces, egoísta también es tener hijos entre un hombre y una mujer. Para mí es una buena opción cuando hay una pareja homosexual, como en el caso de papá, o si la madre no puede tenerlos. Además, adoptar no es tan fácil”.