Se sabe que la televisión en vivo suele traer imponderables y que estos se potencian a la hora de los móviles en espacios públicos. La interacción con diferentes protagonistas de la vida cotidiana puede exponer a situaciones diversas, desde complejas a desopilantes, lo que convierte de momentos al oficio en una profesión de alto riesgo.
Giuliana Salguero, cronista de El Trece y TN, ya tiene unas cuantas de estas aventuras. Por estos días, se encuentra en Florianópolis cubriendo la típica nota de verano, sobre los precios locales en diferentes productos y la presencia masiva de turistas argentinos en las playas brasileras. En ese contexto, la periodista entrevistó a un vendedor que ofrecía choripanes y pinchos de camarones, en un ambiente distendido y amigable. Durante la interacción, Salguero le pidió con humor si podía probar uno de los camarones, y el comerciante aceptó.
El incidente ocurrió cuando la periodista, sin pelar el camarón, lo comió completo. Desde el estudio, sus compañeros de Mediodía Noticias no tardaron en advertirle entre risas: “Tenés que pelarlo”. El conductor Luis Otero le sugirió: “Cuidado, no te atragantes”. Sin dejarse perturbar, Salguero continuó con su labor, acercándose a entrevistar a una familia de Santa Fe. Y allí llegó la primera confesión: “Me está costando digerir las partes duras”. Una mujer del grupo le indicó: “Creo que tenés que sacarlo, porque lo comiste todo”. La periodista replicó: “Yo creo lo mismo, pero está riquísimo. En este momento se me está clavando una espina en la garganta”, comentó entre risas.
El episodio no terminó ahí. Salguero se dirigió hacia otro grupo de turistas argentinos y le solicitó agua a una señora para ayudar a tragar lo que estaba comiendo. Desesperada por el malestar, le dijo: “¿Te podrías apurar un poquitito con el agua, por favor?”. También le ofrecieron un trago de cerveza, pero se negó, aduciendo que en horario laboral no bebía alcohol. Un cierre desopilante para un momento que mezcló humor y desconcierto, algo tan propio de la televisión en vivo.
Días atrás, Giuliana había protagonizado una escena inesperada y cargada de humor durante una transmisión en vivo desde el barrio porteño de Caballito. En un móvil dedicado a conocer las impresiones de los vecinos sobre el año que terminaba y sus expectativas para 2025, Salguero vivió un momento personal único al descubrir, en plena entrevista, que su padre estaba de novio con la entrevistada.
Todo comenzó con naturalidad: la periodista se acercó a una mujer para sumar su testimonio al informe. Sin embargo, lo que parecía un intercambio habitual tomó un giro sorpresivo cuando la mujer, identificada como Elda, reveló: “Me mandó tu viejo, está en casa”. La periodista, incrédula, reaccionó de inmediato: “¿Cómo que te mandó mi viejo?”, mientras en el estudio las carcajadas de sus compañeros llenaban la transmisión.
“¿Mi papá está en tu casa? ¿Pasaron la noche juntos? ¡Ay, chicos! ¡Por dios! ¡Me muero muerta!”, expresó la cronista, pero la entrevistada explicó la situación con tranquilidad. Dijo que conocía al padre de la periodista desde hacía 30 años, definiendo su relación como amistosa, aunque sin ocultar la cercanía que mantenían. Incluso, le propuso a Giuliana comprobarlo en persona: “¿Querés venir a casa a verlo?”. La periodista, aun procesando la sorpresa, respondió con una mezcla de humor y escepticismo: “Después vemos”. La conversación concluyó con una sonrisa y un agradecimiento.
Otro hecho fuera de la rutina ocurrió meses atrás, mientras informaba sobre los fuertes vientos en Vicente López, tuvo un encuentro incómodo con una pareja sentada en un banco. Al intentar entrevistarlos, el hombre reaccionó con un brusco “Tomátelas”, cubriéndose el rostro al notar la cámara. Sin perder la calma, Salguero lanzó en tono jocoso: “¿Están de trampa?”, mientras la pareja se alejaba apresuradamente. De vuelta al aire, la periodista comentó con ironía: “Perdón, es que estamos en vivo. ¡No puedo creer lo que acaba de pasar!”.