“Gracias por tantos mensajes hermosos, llenos de mucho amor y respeto”. Así destacó Ingrid Grudke, en una historia de Instagram, el complejo momento emocional que atraviesa tras descubrir la traición de su pareja, Martín Colantonio durante 6 años, y el fin de una relación que combinaba amor, confianza y negocios.
En el mensaje publicado en las últimas horas, la modelo también expresó: “Me hace bien sentirme tan querida, me recargan de energías positivas”, al dejar en evidencia la cantidad de mensajes de apoyo en este duro momento.
Con la voz aún quebrada por la emoción, Ingrid había confirmado días antes su separación en el programa A la Tarde, que conduce Karina Mazzocco, dejando entrever la profundidad de su dolor: “Hace tres meses que me separé. Me cuesta mucho hablar del tema todavía. Para mí es muy doloroso. Hay cosas que no entiendo y estoy trabajando para estar mejor”.
Apenas seis años atrás, la historia parecía haber tomado otro rumbo. Ingrid y Martín se conocieron en Mar del Plata en 2018, durante uno de esos veranos donde el mar y la brisa parecen sellar los destinos. Él, comerciante con un pequeño local de ropa en la ciudad costera, encontró en la modelo misionera no solo una pareja, sino una socia para sus sueños de expansión empresarial. Con el tiempo, su relación fue creciendo, así como el negocio que ambos impulsaron. El emprendimiento que nació con modestia en Mar del Plata, llegó a consolidarse con siete locales, muchos de ellos en Posadas, tierra natal de Grudke y donde ella es reconocida como embajadora de la provincia.
Sin embargo, detrás del éxito y las apariencias, comenzaron a gestarse las grietas de una historia que terminó convertida en escándalo público. La trama de deslealtad no solo involucraba a Martín, sino también a Andrea, la esposa de Santiago, sobrino político de Ingrid.
El quiebre comenzó a producirse mucho antes de lo que la protagonista de la historia llegó a sospechar. Fue en 2020 cuando una empleada doméstica, en un acto de franqueza, le advirtió: “Señora, discúlpeme el comentario, pero algo pasa con Andrea”. En aquel momento, Ingrid no dio demasiado crédito a esas palabras. Andrea no era solo una conocida; era alguien de confianza. La mujer solía quedarse en el departamento que compartían Ingrid y Martín en Posadas, dado que vivía en una localidad cercana.
Esa cercanía se trasladó también al ámbito profesional. Andrea pasó de ser una presencia familiar a ocupar un lugar estratégico dentro de la empresa. Mientras Ingrid y Martín viajaban, ella asumió responsabilidades claves como el pago de sueldos, la gestión de mercaderías y decisiones publicitarias. Según el periodista Luis Bremer, “era más que una gerenta; era como una socia más”.
En octubre de 2023, Andrea fue ascendida oficialmente como manager. Para entonces, el negocio era un reflejo del impulso económico y de imagen que Ingrid había aportado. Pero también era el escenario de una traición que terminaría destruyendo los lazos que unían a los protagonistas.
Los indicios comenzaron a acumularse. Según relató Bremer, las alertas llegaron desde múltiples direcciones. Una amiga de Ingrid la confrontó con la realidad: “Hay algo que no estás viendo”, le dijo. Poco después, supo que su sobrino Santiago se había separado de Andrea, un hecho que inicialmente no comprendió. Fue entonces cuando comenzó a emerger la verdad.
“Sabía que iba a llegar este día, que iban a preguntar”, confesó Ingrid al confirmar su separación. La modelo, que había construido una relación basada en la confianza y la ilusión de un futuro compartido, se encontró enfrentando un mar de dudas y traiciones. “Aunque ellos me lo nieguen, yo sé lo que viví y lo doloroso que es para mí. Para mí fue, es y todavía sigue siendo... Va a ser parte de mi historia de vida”, expresó.
La traición no solo afectó la relación, sino también los lazos familiares. La cercanía de Andrea con la pareja y su rol en los negocios habían tejido una red de confianza que se rompió abruptamente. Santiago, el sobrino de Ingrid, decidió separarse tras descubrir lo que sucedía, pero la modelo no tuvo conocimiento pleno de los hechos hasta mucho después.
“El vínculo entre ellos era tan estrecho que Andrea dormía en su casa cuando estaba en Posadas”, señaló Bremer. Su ascenso dentro de la empresa había sido producto de esa confianza, pero también del control que tenía sobre aspectos clave del negocio. “Andrea no solo gerenciaba, decidía en ausencia de Ingrid y Martín”, agregó el periodista.
El dolor de Ingrid no se limita a la esfera personal. Como figura pública, sabe que su vida siempre fue objeto de escrutinio. Aun así, decidió enfrentar la situación con valentía, compartiendo su verdad con los medios y su audiencia.
En sus redes sociales, agradeció el apoyo de sus seguidores y amigos cercanos. Se mostró rodeada de figuras como Julieta Puente y Analía Galeano, quienes organizaron una pijamada para acompañarla en este difícil momento. En sus palabras se percibe un intento de resiliencia: “Me llevará un tiempo, pero todo pasa. Solo busco las fuerzas para seguir con lo que me toca vivir”.
Para Ingrid, este episodio representa el cierre de un capítulo doloroso en su vida. “No estaba en mis planes”, admitió con tristeza. Sin embargo, la modelo mira hacia adelante, apoyándose en su trabajo y en las personas que la rodean.