Luego de un susto por su salud que tuvo a principios de diciembre, Miguel Romano continúa recuperándose y sigue mejorando día a día. El apoyo de su familia, tras la insuficiencia cardiaca que lo obligó a permanecer en terapia intensiva, fue fundamental.
En diálogo con Teleshow, Paola Romano habló sobre la salud de su padre: “Gracias a Dios papá está bastante bien de salud. Entonces tiene permitidos, siempre consultando al médico por supuesto”. Así describe Paola Romano, hija del legendario peluquero, el estado actual de su padre tras haber atravesado momentos difíciles debido a una internación prolongada.
Este fin de semana disfrutó de una salida en la Costanera norte, pero no fue solo un paseo, sino un símbolo del progreso en su recuperación. Paola recordó entre risas cómo él, con su carácter decidido, dejó en claro qué quería disfrutar en esta ocasión. “Yo quiero un choripán y lleno de chimichurri”, contó, divertida. Para Miguel, volver a los pequeños placeres cotidianos era una forma de recuperar la normalidad y la alegría que siempre lo han caracterizado.
“Después de lo de mi mamá, él tuvo un bajón muy grande. Durante un tiempo estuvo enfermo, pero gracias a Dios repuntó y está muy bien”, aseguró. Según Paola, tanto el cuidado diario como el apoyo familiar fueron claves en este proceso.
Para la familia de Miguel Romano, el último año estuvo lleno de desafíos. Según su hija, la salud de su padre sufrió un duro golpe tras el fallecimiento de su esposa, un hecho que marcó profundamente al reconocido peluquero.
La internación fue un momento crítico. Aunque la familia nunca perdió la esperanza, hubo días difíciles en los que el futuro parecía incierto. “El médico nos decía que se recuperaría si seguía con los cuidados. Nosotros estábamos muy pendientes, asegurándonos de que hiciera todo lo que le indicaron”, recordó Paola. Para “El Cóndor”, la disciplina en sus cuidados y la compañía de sus seres queridos fueron fundamentales.
El regreso de Miguel a su rutina habitual no fue algo que ocurrió de la noche a la mañana, sino un proceso. Según su hija, las pequeñas victorias diarias comenzaron a devolverle el ánimo: “Se cuida todos los días, no es que estamos comiendo mal o viviendo sin control. Pero poder darse algún gusto de vez en cuando, como lo que ocurrió este fin de semana, es algo que lo llena de vida”.
Después de meses de cuidados y una rutina estricta, Miguel Romano finalmente tuvo un antojo que nadie en su familia quiso negarle. “Le había preguntado al médico si podía tomarse una cerveza, y en realidad la que tenía antojo de choripán era yo,” confesó Paola Romano entre risas a Teleshow.
Sin embargo, como buen amante de los pequeños placeres de la vida, Miguel dejó clara su decisión: “No quiero bondiola, quiero un choripán y lleno de chimichurri”, recordó Paola.
Esa tarde, Paola, su sobrina y Miguel se dirigieron a la costanera, en lo que se convirtió en una jornada llena de emociones. “Tuvimos que levantarnos tres veces para ponerle más chimichurri, porque quería disfrutarlo como corresponde”, contó su hija, rememorando el entusiasmo de su padre.
“En el mes de Marzo será reconocido por la Legislatura y se le entregará un diploma en reconocimiento a su trayectoria”, asegura orgullosa Paola de su padre a Teleshow.
La salud de Miguel Romano
Miguel Romano fue internado el pasado 5 de diciembre en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) tras experimentar un malestar luego de un baño. El diagnóstico médico inicial indicó insuficiencia cardíaca y una arritmia con fibrilación auricular, lo que llevó a su traslado de urgencia en ambulancia. Durante los primeros tres días, permaneció en terapia intensiva, bajo un riguroso monitoreo médico. Posteriormente, ante la mejora de su condición, fue trasladado a una habitación común, desde donde expresó su alivio por los avances: “Gracias a Dios estoy mejor”, declaró el peluquero.
El estilista fue sometido a una cardioversión, un procedimiento especializado diseñado para revertir arritmias cardíacas, como la fibrilación auricular que lo aquejaba. La intervención se realizó utilizando choques eléctricos controlados de baja intensidad para restablecer un ritmo cardíaco normal. Tras el procedimiento, el estilista mostró una notable estabilización en su estado de salud. Su hija, Paola Romano, manifestó su alivio al señalar. “Papá, gracias a Dios, está mucho mejor, ya sin arritmias y sin celular, así descansa”, expresó, a este medio.
El doctor Andrés Fabi, médico personal de Romano, confirmó la evolución positiva del paciente y destacó que este respondió favorablemente al tratamiento desde los primeros días de internación. Finalmente, luego de permanecer una semana en el hospital, Romano fue dado de alta el jueves 12 de diciembre, regresando a su hogar para continuar con su recuperación.