En diálogo con Teleshow Roberto Moldavsky se muestra entusiasmado con su tercera temporada teatral en Punta del Este, Uruguay: “Nos va bárbaro. Arrancamos el fin de semana pasado con cuatro funciones llenas, y este fin de semana volvemos a tener todo vendido”. Desde el escenario del Enjoy Punta del Este, el reconocido humorista disfruta de un público que él mismo describe como único: “Siempre tengo público uruguayo en Buenos Aires, pero acá es distinto; hay una mezcla increíble entre argentinos, uruguayos y hasta algunos latinos que están de paso”.
A pesar de ser un destino conocido por sus playas y su vida social, Moldavsky destaca cómo Punta del Este se está convirtiendo en una plaza teatral: “No es como Mar del Plata u otras ciudades con una oferta teatral consolidada. Estamos generando algo nuevo acá, y la gente lo disfruta muchísimo”.
El humorista también encuentra tiempo para disfrutar del verano en este icónico balneario. “Es como unas vacaciones para mí. Trabajo de jueves a domingo, pero el resto de la semana lo tengo libre para descansar, escribir y relajarme. Es un equilibrio perfecto entre trabajo y placer”, confiesa.
Con funciones repletas y la promesa de quedarse durante todo enero, Roberto Moldavsky reafirma su conexión con el público uruguayo y su compromiso con esta singular temporada que combina risas, playas y buena gastronomía.
El humorista destaca la calidez y el entusiasmo de quienes llenan las funciones en el teatro del hotel. “Hay muy buena onda. Se suman los uruguayos, los argentinos que están veraneando y hasta latinos que están de paso. Es una mezcla espectacular”, comenta. Esta diversidad hace que cada show tenga una energía particular, algo que Moldavsky valora profundamente. Además, subraya la particularidad de estar en una plaza teatral emergente. “Punta del Este no es una ciudad que tenga una oferta teatral variada, como Mar del Plata u otras ciudades, pero estamos generando la movida teatral acá. Y eso me encanta, porque sentimos que estamos construyendo algo nuevo para el lugar y para el público”, afirma a Teleshow.
El éxito en cada temporada ha llevado a que Moldavsky y su equipo se comprometan cada vez más con esta propuesta. “Arrancamos el 26 de diciembre y las funciones estuvieron llenas desde el principio. Incluso hubo propuestas para quedarnos más tiempo porque es muy bueno también para el hotel, que usa el teatro como una forma de atraer público al casino y al restaurante. Es un círculo virtuoso”, detalla el humorista con entusiasmo.
El humorista reconoce que la ciudad, conocida mundialmente por sus playas y su vida social, está desarrollando lentamente un espacio para el teatro, un reto que él mismo ha asumido con gusto. “Me gusta la idea de sumar algo nuevo a un lugar como este. Es una opción distinta para quienes están de vacaciones y quieren hacer algo más que ir a la playa o al casino. Un día de playa, un buen chivito y después una función de teatro, es un plan perfecto”, dice entre risas.
En su opinión, la clave para triunfar en Punta del Este es encontrar el equilibrio entre el trabajo y el descanso, algo que él ha perfeccionado durante sus temporadas en el balneario. “Estamos de jueves a domingo con funciones a las 22:00. El resto de los días los tengo libres, y eso me permite disfrutar y relajarme. Incluso durante los días de función, tengo tiempo para ir al gimnasio, hacer notas, pasar un rato en la playa… Es una mezcla ideal de trabajo y vacaciones”, confiesa.
Esa combinación ha hecho que Moldavsky adopte una rutina que le permite mantener su creatividad activa mientras disfruta del ambiente relajado del lugar. “Aprovecho estos momentos para escribir y pensar nuevos proyectos. Es un espacio ideal para eso, porque estás en un lugar paradisíaco, con buen clima, buena comida y buena energía. Es un lujo poder trabajar así”, asegura.
Esa organización le permite desconectarse del estrés cotidiano y aprovechar al máximo su tiempo libre. “Los otros tres días son definitivamente vacaciones. Descanso, escribo y disfruto de la ciudad. Para mí, es ideal tener esta mezcla. Trabajo cuatro días y los otros tres los dedico a recargar pilas. Es algo que siempre me gustó hacer, incluso en Mar del Plata”, explica.
El 2025 se perfila como un año lleno de desafíos y oportunidades para Roberto Moldavsky, quien ya tiene en marcha una agenda internacional y nuevos proyectos que lo entusiasman profundamente. “Vamos a hacer una temporada de teatro más corta porque la de marzo a noviembre es demasiado extensa para mí. Además, siempre salen giras en el medio y tenés que estar cortando todo el tiempo. Este año quiero manejarlo distinto”, revela el humorista.
Entre los planes más destacados, Moldavsky menciona giras internacionales que lo llevarán nuevamente a cruzar el Atlántico. “Ya tenemos cerrados shows en Miami y posiblemente en Nueva York. También estamos organizando una gira por España, que seguramente se concretará”, comenta. Estas presentaciones le permiten conectar con públicos diversos, llevando su humor a distintas partes del mundo.
En el plano local, Moldavsky está en conversaciones para volver a Radio Mitre, una casa donde ya ha cosechado éxito con su característico humor. “Estamos viendo en qué formato vuelvo. Antes estaba en el pase de Eduardo Feinmann y Jorge Lanata, pero con lo que ocurrió, se replantea todo ese espacio. Estamos trabajando para ver cómo lo armamos, pero es casi seguro que continúe en Mitre el año que viene”, adelanta.
Además, el humorista no descarta nuevos proyectos en televisión y sigue desarrollando ideas que podrían convertirse en sus próximos espectáculos. “Estoy escribiendo cosas nuevas y evaluando algunas propuestas de tele que están ahí dando vueltas. Me gusta probar cosas diferentes, pero siempre buscando mantenerme fiel a lo que hago: entretener y hacer reír a la gente”, afirma con entusiasmo.
La cultura y la gastronomía uruguaya: entre chivitos y fainá
Si hay algo que Roberto Moldavsky disfruta de sus temporadas en Uruguay, además del teatro, es la oportunidad de deleitarse con la gastronomía local. “Soy muy fan del chivito y la fainá. Con esas dos cosas, me podés tener en una isla desierta”, afirma con su característico humor.
El chivito, uno de los platos emblemáticos de la cocina uruguaya, ocupa un lugar especial en el corazón del humorista. “A mí no me lo llenes de cosas, dejame sentir el chivito. Un tomate, un poco de queso, y listo”, explica Moldavsky, quien asegura que la simpleza de los ingredientes es lo que hace que este plato sea único.
Otra de sus debilidades es la fainá, un clásico uruguayo que, según él, alcanza otro nivel en estas tierras. “Acá es finita y crocante. Si pedís la del borde, te dan los pedacitos más crocantes, y eso es una delicia”, bromea entre risas.
Moldavsky también recuerda con entusiasmo sus visitas al Mercado del Puerto de Montevideo, un lugar que considera imprescindible. “Es uno de esos lugares en el mundo en los que te quedarías a vivir. Es increíble la energía, la comida, el ambiente. Podés perderte ahí y no querés que te encuentren nunca”, asegura.
Incluso el humorista reflexiona sobre cómo la gastronomía y el teatro se complementan en Punta del Este. “Nuestro show se llama ‘Playa Chivito y Moldavsky’, porque queríamos que la gente tuviera la experiencia completa: que pasen el día en la playa, coman un buen chivito y cierren el día riéndose en el teatro. Es el combo perfecto”, dice con una sonrisa.
La comida, para Moldavsky, no es solo un placer, sino una forma de conectar con la cultura local y con el público que lo acompaña en cada temporada. ‘“Entre chivitos, fainá y risas, el humorista ha encontrado en Uruguay un hogar temporal que siempre lo recibe con los brazos abiertos y los platos llenos”.
El recuerdo de Jorge Lanata: humor, anécdotas y complicidad tardía
La relación entre Roberto Moldavsky y el fallecido periodista Jorge Lanata fue breve, pero intensa. Su paso por el pase radial de Radio Mitre, junto a Eduardo Feinmann, dejó recuerdos cargados de humor, anécdotas y una conexión que Moldavsky define como especial. “Jorge fue el que me convenció de trabajar con ellos. Yo tenía mis dudas porque era un espacio muy político y yo me manejo con bastante equilibrio, le pego a todos, pero él me dijo: ‘En tu espacio no se habla de política. Queremos tu humor’. Eso me dio la confianza para aceptar”, recuerda.
El humorista rememora con cariño las reuniones en la casa de Lanata, donde, además de hablar sobre el programa, compartían charlas profundas sobre diversos temas. “Iba a su casa media hora antes de transmitir y hablábamos de política, arte, Israel... Él tenía una colección de cuadros impresionante. Yo no sabía nada de pintura, pero me explicaba con una pasión que era contagiosa”, cuenta Moldavsky.
Entre risas, recuerda cómo Lanata solía bromear con su carga laboral en la radio. “Él rápidamente me bautizó ‘Vago de M’, porque yo solo trabajaba 20 minutos en el pase. Pero esa era su forma de ser, te hacía sentir parte del grupo enseguida, con su humor filoso y su rapidez para entender todo”, detalla.
Otra de las memorias que Moldavsky conserva con especial cariño es la radionovela que escribieron juntos, Casa Esmeralda contra Casa Mansilla, una parodia en la que Lanata interpretaba al “Príncipe de Esmeralda”. “Jorge lo hacía increíble. Tenía ese talento de convertir cualquier cosa en algo divertido y memorable. Su forma de hablar y su estilo tan particular daban vida al personaje de una manera única”, explica.
Más allá del humor, Moldavsky también destaca la curiosidad infinita de Lanata y su capacidad para conectar con temas variados. “Era un tipo muy preparado, con intereses que iban desde la literatura hasta la política y el arte. Eso sí, no sabía nada de fútbol, lo cual me mataba. Cuando Boca perdía y yo quería descargarme con alguien, Jorge y Levinas estaban en un tupper, hablando de Shakespeare o Modigliani. Eso era fatal,” comenta entre risas.
Moldavsky siente que su relación con Lanata fue corta, pero significativa. “Como alguna vez dijimos en uno de los pases: nos conocimos tarde. Fue una conexión especial, de esas que te marcan, aunque no haya sido tan extensa como me hubiera gustado”, reflexiona.