En las cálidas aguas de un río cordobés, Noelia Marzol encontró un oasis en medio de su intensa temporada teatral. Acompañada por su esposo, Ramiro Arias, y sus hijos, Donatello y Alfonsina, la actriz y bailarina disfrutó de una jornada de desconexión absoluta, dejando atrás por unas horas los aplausos y las luces del escenario.
Las imágenes que compartió en redes sociales capturaron la ternura de ese instante familiar: risas, juegos y abrazos bajo el sol. “Alfi, Dona, los amo”, escribió Marzol junto a las fotografías, un mensaje que rápidamente resonó entre sus seguidores. “El tesoro más grande”, comentó una fan conmovida, mientras que la influencer Evelyn Botto añadió: “Primero, lo hermosa que estás; y segundo, estoy destruida con lo gigantes que están Alfi y Dona”. Según confió, luego de las obligaciones en el teatro, la actriz se relaja en rincones alejados, donde pasar jornadas en el agua del río San Antonio: “Nada más lindo que escaparnos en familia a los ríos de Córdoba”
Este respiro, entre el arte y la vida cotidiana, refleja el equilibrio que Noelia logró construir, uniendo su faceta profesional con el amor incondicional de su familia.
Apenas unas horas después de aquel momento de paz, el escenario volvió a ser el lugar donde Marzol brilla con todo su esplendor. Este verano, la actriz es una de las protagonistas de Un Viaje en el tiempo, una comedia que se convirtió en uno de los grandes éxitos de la temporada teatral en Villa Carlos Paz.
El estreno, realizado a sala llena en el Teatro del Lago, marcó el inicio de una temporada que promete ser inolvidable. Junto a figuras como Pedro Alfonso, Paula Chaves, Pachu Peña, Sebastián Almada y Viviana Saccone, se adentra en una historia que combina risas y magia, conquistando al público noche tras noche.
Los aplausos, las risas y el reconocimiento no son nuevos para Noelia, pero esta temporada tiene un significado especial. Más allá de su desempeño en el escenario, la actriz supo cultivar un lazo genuino con su audiencia, un vínculo que trasciende su talento y muestra su humanidad.
Parte de esa conexión viene de su historia personal. Oriunda de Iriarte, un pequeño pueblo al noreste de la provincia de Buenos Aires con apenas mil habitantes, Noelia siempre mantuvo un fuerte lazo con sus raíces. Allí, en medio de campos interminables y un estilo de vida sencillo, aprendió el valor de la comunidad y el sentido de pertenencia.
“Iriarte es muy chico. Sus habitantes se reparten en toda la zona agrícola, hay pocos apellidos y nos conocemos todos”, cuenta la actriz con orgullo. Esta cercanía se refleja en el cariño que le demuestran sus vecinos, muchos de los cuales viajaron a Villa Carlos Paz para verla en acción. “Cada vez que viene alguien, se anuncian y yo los salgo a saludar porque, por lo general, conozco a todo el mundo”, agregó, al mostrar la calidez que la caracteriza.
Noelia regresó a Iriarte junto a su familia para recibir el Año Nuevo, buscando en ese rincón de la provincia un espacio de calma y reconexión. Para ella, ese viaje es más que una tradición; es un ritual que reafirma los valores con los que creció y que ahora comparte con sus hijos.
La vida de Marzol transcurre en un delicado balance. Por un lado, está el vértigo de las tablas, donde despliega toda su versatilidad y carisma. Por otro, está la intimidad de su hogar, donde el rol de madre y esposa le da un propósito profundo. Donatello y Alfonsina son, según sus palabras, “el mayor regalo” de su vida, y junto a Ramiro Arias, construyen una familia que refleja el amor y la unión que siempre soñó.
En el teatro, su papel en Un Viaje en el Tiempo fue destacado por críticos y espectadores. Pero lo que realmente cautiva es su capacidad para conectar con el público, tanto en el escenario como en las redes sociales, donde comparte con naturalidad momentos de su vida cotidiana.