“Gracias por elegir la obra récord del teatro argentino. Aparte en Mar del Plata, todo comenzó acá el 3 de enero de 1991, hace 34 años, gracias a ustedes. ¡Aguante el teatro, aguante Argentina y gracias por venir!”, pronunció Moria Casán, visiblemente emocionada luego de la primera función que dio el puntapié inicial a la última temporada de Brujas, la obra cumbre del teatro nacional.
El teatro Atlas de la ciudad de Mar del Plata volvió a encender sus luces este jueves para un evento cargado de emoción. La obra, que durante casi 34 años ha sido sinónimo de éxito, magia y memoria colectiva en la escena teatral argentina, esta temporada, anunciada como el cierre definitivo, promete despedirse por todo lo alto, con un elenco que combina tradición, innovación y un vínculo único con el público que sostuvo este fenómeno a lo largo de las décadas.
El elenco que da vida a esta última temporada es un reflejo del linaje que ha construido Brujas. Tres de las actrices originales regresan con la experiencia y la fuerza que solo los años sobre el escenario pueden otorgar. Nora Cárpena, Moria Casán y Graciela Dufau vuelven para interpretar esos personajes que las marcaron y las unieron de manera indeleble. A ellas se suman dos figuras de peso en la escena argentina: María Leal y Luisa Kuliok. Ambas, con una trayectoria que las coloca entre las más respetadas del medio, completan este quinteto de lujo que promete convertir cada función en una experiencia única.
Un origen que marcó una época
Corría el verano de 1991 cuando, bajo la dirección del destacado Luis Agustoni, se presentó por primera vez en Mar del Plata una historia que hablaba de mujeres, pero también de la sociedad, las heridas del pasado y los lazos complejos que atan y desatan las relaciones humanas. Escrita por el dramaturgo español Santiago Moncada, bajo su título original Entre Mujeres, la obra fue adaptada con sensibilidad al contexto argentino, logrando una cercanía y una resonancia que transformaron el relato en un clásico instantáneo.
En el centro de su trama, cinco excompañeras de colegio religioso vuelven a reunirse después de años en una cena que, en apariencia, debía ser un encuentro trivial. Sin embargo, lo que comienza como un ejercicio de nostalgia se convierte en un campo minado de confesiones, viejas rivalidades y secretos que transforman la velada en una auténtica catarsis. La obra, entretejida con diálogos punzantes, silencios cargados de significado y un humor ácido que equilibra los momentos de tensión, conquistó a las audiencias desde su primera función.
Detrás del éxito inicial estaban dos grandes nombres de la producción teatral argentina: Guillermo Bredeston y Carlos Rottemberg. Amigos, socios y visionarios, supieron apostar por una pieza que, aunque íntima y sencilla en su puesta, desbordaba complejidad emocional y conectaba profundamente con su tiempo.
Por eso, esta temporada que inicia este jueves no es simplemente una más. Es un adiós, un punto final cargado de gratitud y nostalgia. Para el próximo 3 de enero, en el marco de los 34 años exactos desde su estreno, se ha preparado una gala especial que promete ser una celebración inolvidable. Será un homenaje no solo a las actrices y a los creadores, sino también al público, que ha convertido a Brujas en un verdadero fenómeno cultural.
En el Atlas, las paredes parecen resonar con la memoria de miles de funciones pasadas, de carcajadas, aplausos y lágrimas que hicieron de esta obra algo más que un espectáculo: una tradición. “Aquí, donde todo empezó”, repitió Moria luego de recibir los aplausos cerrados de toda la sala.
Una obra que trasciende generaciones
El poder de Brujas radica en su universalidad. Aunque sus protagonistas son mujeres que lidian con problemas particulares de su género y época, la profundidad de sus emociones y conflictos trasciende cualquier etiqueta. Habla de la amistad y de sus sombras, de las heridas del pasado que nunca cicatrizan del todo, de los secretos que pesan más cuanto más tiempo se ocultan.
La puesta en escena, minimalista pero contundente, permite que los diálogos sean el verdadero motor de la obra. En esos cruces, las palabras son cuchillos, pero también bálsamos. La tensión sube y baja con la precisión de una partitura, llevando al espectador por un carrusel de emociones que culmina en una conclusión tan inevitable como devastadora.
Con funciones de martes a domingo, y entradas disponibles a través de Plateanet, cada noche en el Atlas será una despedida. Una última oportunidad para ver a estas cinco mujeres sobre el escenario, dando vida a un texto que ya forma parte del imaginario cultural argentino.
Cuando caiga el telón por última vez, Brujas no desaparecerá. Vivirá en el recuerdo de quienes la vieron, en las historias que seguirá inspirando y en el legado de un teatro que, como toda buena magia, se reinventa con cada generación.
Brujas
Teatro Atlas, Mar del Plata
De martes a domingo
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