Después de un prolongado tiempo y muchas disputas mediáticas, Andrés Nara disfrutó de un momento de unión familiar con sus hijas Wanda y Zaira Nara, así como con su ex Nora Colosimo, la madre de las modelos, y otros seres queridos. En diálogo con Teleshow, y en el día de su cumpleaños, el empresario contó cómo fue el festejo de la Navidad en la casa de Santa Bárbara, que se pareció mucho al sabor del reencuentro.
“Charlamos un montón, nos reímos y, sobre todo, sentimos esa conexión tan linda que solo se da cuando estás rodeado de los tuyos”, expresó Andrés. Para él, estas reuniones son especiales por el significado que tienen en su vida. “Estar con Wanda y Zaira siempre me alegra el alma, me llena de felicidad. La calidez de ayer fue algo que hacía rato no vivía”, aseguró con emoción.
Todo transcurrió en un ambiente distendido y sin tensiones. “A veces estas reuniones traen algunas discusiones, pero esta vez no. Todo fue cordialidad y mucha armonía”, enfatizó Andrés, quien no escatimó en destacar la buena energía que envolvió la celebración, ni más ni menos que una forma de reafirmar los lazos familiares: “Hablamos de todo un poco, compartimos risas, música y hasta algunos bailes. Fue un encuentro único”.
En diálogo con este medio, Nara resaltó cómo estos momentos lo ayudan a recargar energías: “La vida diaria tiene sus altibajos, todos lo sabemos. Pero cuando tenés la oportunidad de vivir algo así, se te olvida todo lo demás. Ayer fue pura felicidad, y eso es lo que importa”.
Si algo quedó claro en las palabras de Andrés Nara, es la admiración que siente por las parejas de sus hijas. Durante la reunión navideña, tanto Facundo Pieres, pareja de Zaira, como Elián Valenzuela (L-Gante), flamante novio de Wanda, se ganaron no solo su respeto, sino también su aprecio. “Facu es un divino, sencillo, macanudísimo. Hablamos un montón. Me gusta mucho lo bien que se lleva con Zaira, se nota que tienen una conexión muy especial”, agregó.
Por otro lado, no faltaron los elogios hacia Elián, con quien tuvo buena química de inmediato. “Es simpático, cercano, siempre con esa buena onda que lo caracteriza. Y además, su mamá, divina también, es una persona macanuda con la que podés charlar de todo”, detalló.
“La verdad, no hay nada más lindo que ver a tus hijos felices y bien acompañados”, sintetizó. Para él, la relación que mantienen con sus respectivas parejas trasciende las diferencias y los problemas cotidianos. “Son dos tipazos, cada uno en su estilo. Ver la sencillez de Facu y la calidez de Elián me deja muy tranquilo. Wanda y Zaira saben elegir bien, eso está clarísimo”, afirmó, dejando en evidencia la admiración que siente por ellos.
El encuentro no solo le permitió compartir tiempo con su familia, sino también acercarse más a quienes son parte esencial de la vida de sus hijas. “Fue un gusto compartir esta Navidad con ellos, realmente te das cuenta de que son personas auténticas y generosas, de gran calidez humana”, concluyó.
La Navidad no solo fue un espacio de unión familiar para Andrés Nara, sino también una celebración llena de pequeños detalles que hicieron de la noche algo especial. El asado, preparado con esmero, se convirtió en el centro de la reunión. Aunque inicialmente Andrés tenía pensado encargarse de la parrilla, finalmente el honor fue para Rafa, pareja de Nora, la mamá de las hermanas Wanda y Zaira. “Se me adelantó. Hizo un asado bárbaro, espectacular, todos comimos en comunidad, con armonía y mucha felicidad”, reveló entre risas.
La velada no se limitó a la comida. Los regalos, cuidadosamente preparados, jugaron un papel importante en la celebración. “Viste que Wanda se desvive cuando hace este tipo de cosas“, comentó Andrés, buscando complicidad, y encantado por la dedicación de su hija en cada detalle.
Ya entrada la madrugada, la música y el baile también se apoderaron del ambiente, convirtiendo el festejo en una verdadera fiesta. “Hubo de todo un poco: charlas, risas, baile... realmente fue una noche completa”, sintetizó Nara, quien no ocultó su alegría al recordar la calidez de cada momento compartido. ”Todos estábamos en la misma sintonía, disfrutando del momento. Gente amiga, familia, música… eso es lo que hace que estas reuniones sean inolvidables“.
El evento también fue una oportunidad para fortalecer vínculos con las parejas y amigos cercanos, sin ningún tipo de rencores. “Con Rafa, que hizo el asado, charlamos un montón. Es un tipazo. Estábamos todos relajados, disfrutando. Fue una de esas noches que no querés que se terminen”, evocó Andrés, con una sonrisa que reflejaba la satisfacción de haber vivido una Navidad perfecta. “Hacía rato que no la pasaba tan bien. Siempre que estoy con Wanda y Zaira, para mí es un regalo. Me alegra el alma verlas bien, rodeadas de amor y disfrutando de la vida", concluyó.