En su habitación de terapia intensiva, rodeado por los médicos y su amigo Gabriel Levinas, Jorge Lanata pasó la noche de Navidad. Levinas, que se ofreció a quedarse porque él —le dijo a Teleshow— no celebra las fiestas y para que las hijas y la esposa pudieran estar en familia. El también periodista llegó a la tardecita y se quedó con su amigo hasta después del brindis.
El dato de color fue que en el ingreso al Hospital Italiano al también periodista le retuvieron una botella de champagne que había llevado para los médicos y enfermeros. “Brindamos con pan dulce”, contó. Lanata, por su parte, permaneció sedado, ya que durante el día le practicaron dos procedimientos menores, y sentía alguna molestia. “Pero por el resto estaba con los parámetros normales, sin fiebre”, subrayó Levinas.
Durante el resto del día de ayer, Lanata recibió la visita de sus hijas por la tarde y de su esposa, Elba Marcovecchio, que estuvo en horas de la mañana y hasta pasado el mediodía. Allí se encontró con la dra. Susana Bauque, jefa del servicio de Terapia Intensiva del Hospital Italiano. La abogada regresó hoy, 25 de diciembre en horas del mediodía junto a su esposo.
“Fue una Navidad muy triste. Siempre estamos en Punta del Este para el 24. Pero esta fecha, a su vez, trae también esperanza, porque Jorge la está peleando. Yo estoy con mi cruz siempre y tengo fe, una parte mía siempre dice ‘vamos a salir adelante’. Anoche estuve en casa con mis hijos. Y hoy al mediodía, por primera vez me separé de ellos en Navidad para estar con Jorge. Pensá que el papá de los chicos murió cuando eran muy pequeños. Se quedaron con mi mamá”, le contó la abogada a Teleshow.
Mientras estuvo con Lanata, relata Marcovecchio, le leyó el libro “Contra la verdad”, de Nietzsche. “A él le gusta más la poesía, lo sé. Lo empecé ayer y lo terminé hoy”. En la noche del 24, dice su esposa, habló con los médicos. “Hace seis meses y medio que los conozco, y decirles amorosos es poco”, señala.
El año pasado, Lanata había podido viajar en avión por primera vez para pasar las fiestas en familia. Elba Marcovecchio, en esa oportunidad, contó: “La pasamos en José Ignacio en casa, con mi mamá, mi hermano Sergio, Lola (la hija más chica de Jorge ), Valentino y Allegra. Y trajimos el papá Noel de Buenos Aires”.
Una de sus hijas, Bárbara, también le contó a Teleshow que su padre “lo paso bien, tranquilo. Medio dormido porque ayer le hicieron un procedimiento menor”. Y agregó “Fuimos todos en distintos momentos del dia de ayer y hoy”. Con respecto a su salud, contó que “tiene sus días, hoy está mejor, pero por ahora nadie hablo de traslado” confirmó, por lo que continuará en el Hospital Italiano.
Jorge Lanata está internado desde hace seis meses y medio, más precisamente desde el 14 de junio, cuando. ingresó al Hospital Italiano por un cuadro respiratorio, pero su situación se agravó y tuvo que ser trasladado a terapia intensiva. Durante este tiempo el cuadro clínico osciló entre mejoras y recaídas, algunas severas, que pusieron en riesgo su vida. Sus hijas y su esposa, Elba Marcovecchio, indicaron que por momentos el periodista está ubicado en tiempo y espacio, y en otros no, pero que puede comunicarse y hablar con su entorno.
El último parte médico sobre el periodista Jorge Lanata se difundió el 6 de diciembre, luego de la preocupación que generó la detección de una trombosis.
Ese día, los médicos que lo atienden en el Hospital Italiano de Buenos Aires, Sergio Giannasi (Jefe de la Unidad de Terapia Intensiva) y Susana Bauque (Jefa del Servicio de Terapia Intensiva) indicaron lo siguiente: “el paciente Jorge Ernesto Lanata continúa internado en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Italiano de Buenos Aires. Actualmente se encuentra vigil, afebril, en ventilación mecánica durante la noche, mientras que durante el día con ventilación espontánea. Está hemodinámicamente estable y no requiere drogas vasoactivas. El tratamiento incluye anticoagulante debido a una trombosis venosa profunda en miembro superior, y sigue con rehabilitación motora y fonoaudiológica, mostrando una buena respuesta. Se prevé que el paciente permanezca internado en este servicio hasta completar su tratamiento”.
Su hija Bárbara, en esa oportunidad, explicó que “le hicieron una tomografía porque decía que le dolía la panza. Le encontraron un poco de líquido, así que le hicieron una punción y le dejaron un drenaje”.
Antes de ese episodio, se había especulado con un traslado de Lanata a la Clínica Santa Catalina para continuar con su rehabilitación. Esto demoró esa intención, y hoy no se prevé cuándo podrá tener lugar.